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La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

martes, 9 de diciembre de 2014

LECTIO DIVINA Domingo III ADVIENTO Ciclo B



TEXTO BIBLICO: Juan 1, 6-8.19-28
   1,6: —Apareció un hombre enviado por Dios, llamado Juan, 1,7: que vino como testigo, para dar testimonio de la luz, de modo que todos creyeran por medio de él.
1,8: Él no era la luz, sino un testigo de la luz.
1,9: La luz verdadera que ilumina a todo hombre
estaba viniendo al mundo.
1,19: Éste es el testimonio de Juan, cuando los judíos le enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle quién era. 1,20: Él confesó y no negó, confesó que no era el Mesías.
1,21: Le preguntaron:
—Entonces, ¿eres Elías?
Respondió:
—No lo soy.
—¿Eres el profeta?
Respondió:
—No.
1,22: Le dijeron:
—¿Quién eres? Tenemos que llevar una respuesta a quienes nos enviaron; ¿qué dices de ti?
1,23: Respondió:
Yo soy la voz
   del que grita en el desierto:
   Enderecen el camino del Señor,
según dice el profeta Isaías.
1,24: Algunos de los enviados eran fariseos 1,25: y volvieron a preguntarle:
—Si no eres el Mesías ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
1,26: Juan les respondió:
—Yo bautizo con agua. Entre ustedes hay alguien a quien no conocen, 1,27: que viene detrás de mí; y yo no soy digno de soltarle la correa de su sandalia.
1,28: Esto sucedía en Betania, junto al Jordán, donde Juan bautizaba.
(BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO)
LECTURA
¿Qué dice el texto?
Estudio Bíblico.
El texto de este tercer Domingo de Adviento, está tomado de Juan, en sus primeros versículos. La primera parte corresponde a lo que llamamos el “Prólogo” y luego el testimonio de Juan el Bautista. Muy parecido al texto del Domingo pasado sobre el “precursor”.
Se desea rescatar la figura de Juan el Bautista, que es “quien abre el camino”, es decir, va quitando los obstáculos para que pase el Señor.
Comienza el texto con una parte del prólogo de Juan diciendo: “ 1,6: —Apareció un hombre enviado por Dios, llamado Juan, 1,7: que vino como testigo, para dar testimonio de la luz, de modo que todos creyeran por medio de él.”
El evangelista aclara muy bien la misión de Juan, es TESTIGO y por lo tanto un testigo DA TESTIMONIO y en este caso el testimonio de LA LUZ. Todo esto es para que todos, sin excepción, creyeran en por medio de Juan el Bautista.
El Bautista es un puente, para creer en la luz. Lo que más tarde él mismo dirá cuando aparezca Jesús en escena, es necesario que Él crezca y yo disminuya (en Juan 3,30). Aquí el evangelista hace alusión a la luz, en contraposición de las tinieblas. Tema muy propiamente suyo. Las tinieblas, la oscuridad son una representación del mal, del enemigo de Dios, del demonio. Jesús, tal como recitamos en el Credo, es “DIOS DE DIOS, LUZ DE LUZ”, esto significa que la luz vence a las tinieblas y las tinieblas no han podido soportar la luz.
La segunda parte del relato es el testimonio concreto de Juan, quien dijo claramente que no era el Mesías, y a los que venían de parte de los judíos y de los sacerdotes también les aseguró que no era ninguno de los profetas. Entonces dijo con seguridad, repitiendo al profeta Elías:
Yo soy la voz del que grita en el desierto.
   Enderecen el camino del Señor
Hay que destacar que de acuerdo a varias citas del Antiguo Testamento, los judíos esperaban el regreso de alguno de los profetas o al Mesías,
Juan habla de los judíos, no sólo de la raza, sino de aquellos que se oponían a Jesús. Especialmente después del año 70 cuando vino la dispersión, se habla de judíos y cristianos con una división grande. Recordemos que el Evangelio de Juan se escribe pasados los años 90 de nuestra era.
El que viene, o como dice este texto, “ya está entre ustedes”, “yo no soy digno ni de desatarle la correa de sus sandalias.
Los rabinos de la época de Jesús enseñaban que un profesor puede requerir cualquier cosa de sus seguidores, excepto que tomen sus sandalias. Esto era considerado algo demasiado humillante para demandar. Era un trabajo para los esclavos más bajos y de segunda categoría. Lo mismo que lavar los pies, cosa que se suponía muy denigrante. Sin embargo, Juan dijo que él no era digno ni siquiera de hacer esto para Jesús.
Reconstruimos el texto:
1.      ¿Cómo comienza este relato?
2.      ¿A quién envió Dios? ¿Con qué misión?
3.      ¿Qué significa ser testimonio de la luz?
4.      ¿Cuál es la diferencia entre la luz y las tinieblas?
5.      ¿Quiénes fueron a preguntarle a Juan quién era él?
6.      ¿Qué les respondió Juan?
7.      ¿A qué profeta hizo alusión?
8.      ¿Quién vendría después de Juan?
9.      ¿Qué dignidad tenía Juan con respecto al que venía detrás?
.
MEDITACIÓN
¿Qué me dice el Señor a mí en el texto? 
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
1.      Juan habla de ser testimonio de la Luz ¿Hasta qué punto somos testigos y testimonios de la luz?
2.      En mi vida, en mi corazón, en mis acciones, pensamientos y sentimientos, ¿cuánto dejo entrar la luz verdadera y cuánto hay de oscuridad en mi vida?
3.      En los caminos de mi vida… ¿Pongo obstáculos a la Gracia de Dios? ¿Cuáles son las cosas que me impiden que Jesús entre plenamente en mi vida?
4.      La palabra testigo o testimonio, también implica el martirio. ¿Soy consciente de esto?
5.      ¿Ayudo a los demás a encontrarse con Jesús?
6.      Juan dijo “yo soy la voz…” ¿También yo puedo decir que soy la voz de Jesús, prestando mi vida, mis actitudes, mis palabras y acciones para testimoniar a Jesús?
7.      Anunciar el Evangelio ofrece una dignidad única sin precedentes en la historia de la humanidad. Sin embargo, Juan, el precursor, dice que no es digno ni siquiera de desatar la correa de su sandalia ¿Me creo yo mejor que otros por ser cristiano? ¿Cómo puedo ejercitarme en la humildad?
.
ORACIÓN
¿Qué le respondo al Señor que me habla en el texto?
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.
Te propongo que tomemos como oración el cántico de María, que llamamos Magníficat que es el Salmo de este Domingo:
1,46: María dijo:
—Mi alma canta la grandeza del Señor,
1,47: mi espíritu festeja a Dios mi salvador,
1,48: porque se ha fijado en la humildad de su sirvienta
y en adelante me felicitarán todas las generaciones.
1,49: Porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí,
su nombre es santo.
1,50: Su misericordia con sus fieles se extiende
de generación en generación.
1,51: Despliega la fuerza de su brazo,
dispersa a los soberbios en sus planes,
1,52: derriba del trono a los poderosos
y eleva a los humildes,
1,53: colma de bienes a los hambrientos
y despide vacíos a los ricos.
1,54: Socorre a Israel, su siervo,
recordando la lealtad,
1,55: prometida a nuestros antepasados,
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
Que tu oración sea un frecuente dar gracias por creer y vivir en Jesús y en su Iglesia. Pídele la gracia de una conversión sincera y de esperar su venida.
Gracias Señor por tu Palabra Salvadora.
Permite que cada día sea consciente de que todo mi pensar, sentir, obrar, deba ir dirigido a la espera de tu llegada
Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Añadimos unas intenciones de oración.
Amén
.
CONTEMPLACIÓN
¿Cómo hago propio en mi vida las enseñanzas del texto?
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo  del  Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
Repetimos varias veces esta frase del Evangelio para que vaya entrando a nuestro corazón:
“Que vino como testigo, para dar testimonio de la luz, de modo que todos creyeran por medio de él” (Versículo 7)
Y así, pidiéndole al Señor ser testigos de la luz para que otros crean, asumimos esta actitud.
.
ACCIÓN
¿A qué me comprometo para demostrar el cambio?
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
Si estoy solo, vuelvo a leer detenidamente las lecturas. Se está hablando de ser testigo de la luz de Cristo. Por eso voy a elegir una actividad que me lleve a demostrar con humildad que puedo ser un punto de referencia para que otros crean. No voy a sentirme superior, sino muy sencillamente servidor. Prepara una acción concreta y no dejes pasar mucho tiempo sin realizarla.
En el grupo, conversaremos sobre lo que significa ser testigo, testimonio de Jesús. Cuántas veces hemos sido las piedras de escándalo para que otros crean, incluso con nuestras actitudes eclesiales de soberbia. Vamos a decidir la realización de una acción muy humilde y sencilla. Queremos que otros puedan creer en Jesús viéndonos a nosotros en estos servicios a los más necesitados. No dejen pasar esta misma semana sin hacer este servicio concreto.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Lectio Divina Dominical II de Adviento Ciclo B


                               «Preparen el camino del Señor»

                                                       
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén



TEXTO BIBLICO: Marcos 1, 1-8
1,1: Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.
1,2: Tal como está escrito en la profecía de Isaías:
Mira, yo envío por delante
   a mi mensajero
   para que te prepare el camino.
1,3: Una voz grita en el desierto:
   Preparen el camino al Señor,
   enderecen sus senderos.
1,4: Se presentó Juan en el desierto, bautizando y predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados.
1,5: Toda la población de Judea y de Jerusalén acudía a él, y se hacía bautizar en el río Jordán, confesando sus pecados. 1,6: Juan llevaba un manto hecho de pelo de camello, con un cinturón de cuero en la cintura, y comía saltamontes y miel silvestre.
1,7: Y predicaba así:
—Detrás de mí viene uno con más autoridad que yo, y yo no soy digno de agacharme para soltarle la correa de sus sandalias. 1,8: Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con Espíritu Santo.
(BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO)
LECTURA
¿Qué dice el texto?
Estudio Bíblico. 
El texto inicia diciendo que es el comienzo del Evangelio. Esta palabra que tanto escuchamos tan seguido en la Iglesia, conviene explicarla más. En realidad son dos términos unidos en uno solo. La primera parte “eu” en el idioma griego significa: bueno, feliz, bien. (Muchas palabras de nuestro idioma comienzan así, como por ejemplo “Eucaristía” que significa Feliz Acción de Gracias). Con el correr del tiempo y los cambios en el idioma la letra “u” se puso en español por la “v”. El otro término “angelión” significa: mensaje, noticia. Por eso podemos decir que “EVANGELIO” significa “BUENA NOTICIA” o “FELIZ NOTICIA”. Desde el inicio Marcos aclara que todo lo que irá a decir es algo bueno, algo que tiene que ver con la felicidad, tanto de quien la escucha, como de quien la anuncia.
Por esta razón, el EVANGELIO es para estar alegres y felices. Se trata principalmente del Anuncio de Jesús, el Cristo, que ha venido para instaurar el Reino de Dios y acabar con el mal, consecuencia del pecado, que había dominado hasta el momento. El enemigo de Dios, era la causa de estos males que se abaten en el mundo. 
Es la esperanza del Pueblo de Israel, que se ve cumplida en la llegada del Mesías, del Salvador. El Evangelio proclamado, entonces, exige creer, para recibir la noticia feliz. Por eso, la primera actitud de quien está recibiendo la Buena Noticia, es el arrepentimiento de su vida pasada y una renuncia a todo lo que queda del mal en la vida. Así poder estar limpios para recibir la Alegría del Evangelio.
El Evangelio primero ha sido predicado, y luego fue poniéndose por escrito. Así llega a nosotros, con toda la fidelidad de los testigos.
Marcos, después de hablar de la Buena Noticia, aclara que es “de Jesús, el Cristo”.  A veces nosotros unimos los dos términos y decimos Jesucristo (que quiere decir Jesús es el Señor). La palabra Cristo, aplicada directamente a Jesús, vienen del Antiguo Testamento y se refieren a “Ungido” o su equivalente: “Mesías”. En el idioma griego también Kyrios (Cristo) significa Señor. Pero en este caso, es no a cualquier señor como hoy en día, sino al único “Señor” dueño de todo, principalmente del tiempo, del principio y del fin, del Alfa y la Omega. El Señor de la historia, dueño del tiempo. (Tal vez para la filosofía griega el tiempo era uno de los principales problemas no resueltos, pero que con la llegada de Jesús, el Cristo y Señor de la Eternidad, se aclaran notablemente, extendiendo una respuesta a las más amplias necesidades humanas).
Inmediatamente después, Marcos dice Jesús, el Cristo “Hijo de Dios”.  Entonces queda aclarada ya la importancia que tiene. Jesús no es cualquier hombre. Es el Hijo de Dios encarnado, hecho hombre para nuestra salvación. Y por eso podemos asegurar con claridad que en Jesús hay dos naturalezas, la humana y la divina.
Marcos nos dice que en Jesús se cumplen las profecías, especialmente la de Isaías, y entonces después de haber descrito a Jesús, habla del mensajero que llega delante de Él, que es Juan el Bautista, quien llevaba una vida de muchísima austeridad, y empieza los ritos de iniciación que son el bautismo con agua en el Jordán. Bautismo de arrepentimiento tras confesar sus pecados.
Reconstruimos el texto:
  1. ¿Cómo comienza este relato?
  2. ¿Qué significa la palabra Evangelio?
  3. ¿Cuáles son los significados de la palabra Cristo? ¿Por qué se la aplicamos a Jesús?
  4. ¿Qué significa entonces que Jesús es el Hijo de Dios?
  5. ¿A qué profeta se refiere Marcos cuando habla del precursor?
  6. ¿Cómo vivía Juan el Bautista?
  7. ¿Qué hacía en el río Jordán?
  8. ¿Qué decía la gente que iba a verlo y cuál era la actitud de ellos?
  9. ¿Qué dice Juan el Bautista sobre él y sobre el que irá a venir?
.MEDITACIÓN
¿Qué me dice el Señor a mí en el texto? 
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
  1. Marcos nos presenta el Evangelio como Buena Noticia ¿Hasta qué punto para mí es Buena esta Noticia?
  2. ¿Me doy cuenta que este Mensaje se refiere a mi propia salvación, que nos trae Jesucristo?
  3. ¿Cómo manifiesto mi alegría en conocer el Evangelio?
  4. Mi relación con Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios ¿es permanente?, ¿mi vida es de un creyente en Jesús que me trae la salvación? O ¿sólo pienso que Jesús es un personaje histórico muy importante?
  5. Yo soy parte entonces de esta historia de salvación. En mí ha vivido el mal y se me anuncia el Evangelio para arrepentirme y cambiar. Esto es un proceso ¿Hasta qué punto tengo la humildad de ir descubriendo estos aspectos de cambios en mi vida?
.
ORACIÓN
¿Qué le respondo al Señor que me habla en el texto?
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.
Te propongo que tomemos como oración la Segunda Lectura de la Tercera Carta de Pedro:
3,8: Que esto, queridos hermanos no les quede oculto: que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día. 3,9: El Señor no se retrasa en cumplir su promesa, como algunos piensan, sino que tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que se pierda nadie, sino que todos se arrepientan. 3,10: El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con estruendo, los elementos serán destruidos en llamas, la tierra con sus obras quedará consumida.
3,11: Y si todo se ha de destruir de ese modo, ¡con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes!, 3,12: esperando y apresurando la venida del día de Dios, cuando el cielo se consumirá en el fuego y los elementos se derretirán abrasados. 3,13: De acuerdo con su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en los que habitará la justicia.
3,14: Por tanto, queridos hermanos, mientras esperan estas cosas hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin mancha ni culpa.
Que tu oración sea un frecuente dar gracias por creer y vivir en Jesús y en su Iglesia. Pídele la gracia de una conversión sincera y de esperar su venida.
Gracias Señor por tu Palabra Salvadora.
Permite que cada día sea consciente de que todo mi pensar, sentir, obrar, deba ir dirigido a la espera de tu llegada
Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Añadimos unas intenciones de oración.
Amén
.
CONTEMPLACIÓN
¿Cómo hago propio en mi vida las enseñanzas del texto?
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo  del  Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
Repetimos varias veces esta frase del Evangelio para que vaya entrando a nuestro corazón:
“Yo envío a mi mensajero” (Versículo 2)
Y así, pidiéndole al Señor ser mensajero de Buenas Noticias nos ponemos a interiorizar esta Palabra de Salvación.
.
ACCIÓN
¿A qué me comprometo para demostrar el cambio?
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
Si estoy solo, vuelvo a leer detenidamente las lecturas. Voy a realizar alguna obra que transmita buenas noticias, algo que pueda hacer por el bien de todos (Puede ser animar a alguna persona que está triste, o a alguien que se sienta sola y anunciarle claramente a Jesús el Cristo) y que demuestre que sí estoy a la espera de la venida de Jesús.
En el grupo, vamos a dialogar sobre las formas que anunciamos la Buena Noticia y las veces que le ponemos obstáculos para no ser testigos y anunciadores. Como grupo, haremos una actividad pública, que demuestre nuestra fe. Por ejemplo un concierto de música católica, una obra de teatro o algo que nos ayude a ser testigos públicos de nuestra alegría cristiana.

sábado, 29 de noviembre de 2014

30 de noviembre de 2014 PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO


 



                                                                     ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Señor, que nos invitas a estar en constante vigilancia, te pedimos que nos envíes tu Espíritu Santo para que nos ayude a ser personas capaces de estar en vigilancia y no dejar que las fuerzas del mal nos dominen y así nos haga capaces de buscarte con un corazón sincero. Todo esto te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.




1. LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO
 (Mc 13, 33-37)

¿Qué dice el texto?
33»Por lo tanto, manténganse ustedes despiertos y vigilantes, porque no saben cuándo llegará el momento.
34Deben hacer como en el caso de un hombre que, estando a punto de irse a otro país, encargó a sus criados que le
cuidaran la casa. A cada cual le dejó un trabajo, y ordenó al portero que vigilara.
35Manténganse ustedes despiertos, porque no saben cuándo va a llegar el señor de la casa, si al anochecer, a la
medianoche, al canto del gallo o a la mañana; 36no sea que venga de repente y los encuentre durmiendo.
37Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!»

Pistas de reflexión

Contexto bíblico

Lo que vamos a escuchar es un discurso apocalíptico. La finalidad de la apocalíptica es, sobre todo, la de revelar la fecundidad escondida de la fe en Dios, que en este mundo parece haber fracasado. Por tanto, no pretende, en primer lugar, inculcar la fidelidad, sino más bien consolar a los que la viven. Pero san Marcos siente la necesidad de inculcar ante todo la fidelidad a Cristo: "Fíjense bien que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi lugar y dirán: "yo soy el que esperaban, y engañarán a muchos" (13, 5-6). Y más adelante: "Si alguien les dice entonces: "mira, el Cristo está aquí" o "está allá", no le crean. Ya que aparecerán falsos cristos y falsos profetas que harán señales y prodigios con el fin de engañar" (13, 21-22).

Parece como si Marcos viviera en una situación (quizás piensa en los diversos movimientos revolucionarios y mesiánicos que surgieron en Palestina en el decenio 60-70) de fermentos engañosos y sugestivos, ante los cuales es necesario permanecer apegados a la fe tradicional. Además de la invitación a la fidelidad, hay en el discurso una llamada al coraje en la persecución. Y finalmente la proximidad. Marcos cree firmemente en la "inminencia" de la parusía: la parábola de la higuera es muy clara en este sentido. Pero la inminencia no es un hecho cronológico, de hoy o de mañana.

La parusía es al mismo tiempo inminente e imprevisible: el Señor puede llegar hoy, pero nadie puede estar seguro de que sea hoy su venida, ya que nadie puede disponer de un acontecimiento que sólo depende de la voluntad soberana de Dios. Por eso el único comportamiento realmente serio es la vigilancia, estar siempre dispuestos a acogerlo, en cualquier momento y lugar. Y es una vigilancia doble: contra las ideas de los exaltados y contra las especulaciones de los falsos profetas por una parte, y contra la relajación de los que se acomodan a este mundo, por otra.

Parece como si san Marcos tuviera ante la vista un doble peligro: efectivamente; por un lado, parece dirigirse a unas personas que han descuidado la vigilancia y no viven ya en la perspectiva escatológica, adaptándose quizás demasiado bien a este mundo; por otro, se opone a los que parecían creer que el final era inminente. Vigilar significa estar constantemente alerta, despiertos, en situación de espera. Significa vivir una actitud de servicio permanente, a disposición del amo, que puede regresar en cualquier momento. Significa, finalmente, lucha, fatiga, renuncia. No significa ni mucho menos indiferencia o falta de compromiso ante las obligaciones de cada día.

Texto bíblico

A) Velen y estén preparados
En el versículo 30, Jesús parece clamar que el Hijo del Hombre viene pronto, pero en el versículo 32, dice que el Hijo no sabe ni el día ni la hora. Algunos creen que esto es inconsistente, pero es posible que una persona conozca un marco de tiempo general pero no exactamente un día y una hora.

“Miren y velen” (v. 33). La encomienda es mirar y velar, podemos poner el ejemplo del ejército romano, un guardia podía ser ejecutado por quedarse dormido durante su guardia. Aunque esto suena (y es) duro, refleja una dura realidad. Un guardia dormido permite al enemigo la libertad de romper las defensas y matar a todos. 

Estar alerta espiritualmente es para nosotros de igual importancia. Vivimos en un mundo lleno de tentaciones y distracciones que matan el alma. Diariamente estamos sujetos a anuncios que tratan de persuadirnos para menospreciar nuestras vidas a amigos que demandan la lealtad que le debemos solo a Jesús, a entretenimientos que le dan prestigio e infinidades de ofertas para la perdición. Incluso los entrenadores, que en algún tiempo enfatizaron valores espirituales, ahora ponen entrenamientos los domingos en la mañana, requiriendo que los jóvenes escojan entre la fe y el deporte. La lista de tentaciones es infinita. Cuando sucumbimos a esas tentaciones, nosotros (y nuestras familias y amigos) sufrimos las consecuencias de nuestro pecado. Jesús nos advierte “Miren y velen”. ¡Ese es un buen consejo!

“Porque no saben cuándo llegará el tiempo" (gr,  ὁ καιρός, ho  kairos) (v. 33). El idioma griego tiene otra palabra para tiempo, χρόνος, chronos, que tiene que ver con el tiempo cronológico, el tiempo que se puede medir, y todo eso. Pero el kairos es un concepto muy diferente el de un tiempo crucial o un momento decisivo un punto central en la historia de la vida de una persona. Una cosa es llegar unos minutos tarde en el tiempo chronos, y otra muy diferente llegar tarde en el tiempo kairos. Llegar tarde en tiempo chronos puede requerir rehacer un poco el calendario propio. Llegar tarde en tiempo kairos es perder el barco. ¡Tal vez nunca haya otro barco! U otra oportunidad, no siempre se repiten las cosas y por tanto hay que saber aprovecharlas.

Como lo vimos antes, los versículos 34-36 constituyen una mini-parábola sobre el señor que se va de viaje y le encarga a su portero que se mantenga alerta. Notemos el poder de ‘es como’. Es como el hombre que yéndose lejos (aunque Dios no se ha ido lejos). Es como si dejara a su siervo a cargo (aunque realmente no estamos a cargo). Pero somos responsables. Somos mayordomos. La esperanza apocalíptica debe inspirarnos a trabajar y declarar que la gloria de Cristo es la esperanza del mundo, y que el deber de los creyentes es vivir esa esperanza, bien despiertos y vigilantes hasta el final.

B) Porque no saben cuándo regresara el Señor
Estas son las cuatro vigilias de la noche romana: vigilia de la noche (6:00-9:00 p.m.); vigilia de la medianoche (9:00-medianoche); vigilia del canto del gallo (medianoche hasta a las 3:00 a.m.); y vigilia del amanecer (3:00-6:00 a.m.). Veamos que todas son vigilias de la noche. Esperamos que el señor regrese durante el día, y por eso hace el señor la precaución en la vigilancia.

Algunos  interpretan  las vigilias de la noche con un posible significado de que la Iglesia seguirá sufriendo persecución cuando el Hijo del Hombre regrese. Sin embargo, la noche también es el tiempo en que menos estamos alerta, así que el mensaje puede ser que necesitamos estar completamente preparados incluso en nuestros momentos en que estamos menos listos. O estar preparados para el momento sin desfallecer Es un serio llamado a un serio discipulado. Porque el discípulo debe estar alerta en cualquier momento sin importar el cansancio o el trabajo deberá estar alerta, esperando a que el Señor regrese.

Velar en este Evangelio significa servir a Dios fielmente cada día. Podemos esperar todo tipo de distracciones: tentación, dificultades, aburrimiento, persecución. Nuestra tarea no es permitirnos estar distraídos. Nuestra tarea es permanecer fielmente sobre la roca.

San Marcos estructura su narración de la pasión alrededor de estas cuatro vigilias: “Y llegada la tarde” (14, 17), Jesús y sus discípulos se reunieron en el aposento alto. La medianoche es la única vigilia que no se menciona específicamente en la narración de la pasión, pero el Getsemaní está localizado ente el aposento alto (noche) y la negación de Pedro (canto del gallo), así que se implica la medianoche. Pedro niega a Jesús al canto del gallo (14, 72). “Y luego por la mañana” (15, 1), el sumo sacerdote y los escribas entregaron a Jesús a Pilatos. Y Jesús manda a los discípulos a “velar” (v. 33), para que el señor “no los halle durmiendo” (v. 36).
 
¡Velar! La palabra clave (gr. γρηγορεῖτε, gregoreite) (13, 34, 35, 37) también es una palabra clave en la perícopa del Getsemaní (14, 34, 37, 38)” En el Getsemaní, Jesús reprenderá a sus discípulos cinco veces por fallar en velar (14, 34, 37, 38, 40, 41).

Preguntas para la lectura:

¿En aquel tiempo qué le dijo Jesús a sus discípulos?
¿Qué les dijo que no sabían?
¿Qué ejemplo les dio?
¿Qué ejemplos les dio del regreso del dueño?
¿En qué los previno?
¿Y qué les dijo?


2. MEDITACIÓN: (Qué me/nos dice la Palabra de Dios)

¿Cuántas ocasiones me quedo dormido sabiendo que el Señor me llama?

¿Busco al Señor con un corazón sincero? La fe me lleva a la confianza total de que el Señor está en mí y trabaja muchísimo más que yo por mi propia felicidad.

La esperanza es la virtud que el Adviento nos inspira. La que nos hace mirar con confianza el presente, porque caminamos confiados hacia el futuro. La esperanza me lleva a trabajar cada día en mi crecimiento con y en Dios. Vigilancia, esperanza, confianza, responsabilidad. Son las actitudes que la Palabra nos indica hoy. ¿Cómo estoy viviendo esos aspectos?


3. ORACIÓN: (Qué le respondo al Señor, que le respondemos al Señor)

Gracias Señor, por el don que nos das de la esperanza, de esperarte gozosamente, cuando vengas al final de los tiempos, Gracias por las veces que no nos dejas desamparados ante los problemas y dificultades de la vida, sino nos das luces y esperanzas para salir adelante. Por eso te damos gracias. Gracias Señor, gracias Señor.

Perdón Señor Jesús, por no tener confianza en Ti y por no saber agradecerte por los dones que nos regalas, y por las veces que no hemos tenido confianza en Ti y no saber valorar tu presencia entre nosotros. Te pedimos perdón. Perdón Señor, perdón Señor.


4. CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?

•    A Jesús, que me anima, me espera, me fortalece, está conmigo.

•    A mí mismo, para ahuyentar todo temor por el presente y por el futuro.

•    A los hermanos, para animarles a vivir con responsabilidad y esperanza.

•    A los miembros de mis comunidades para que vayan imitando a Jesús que nos invita a velar y estar en espera constante.


5. ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?

La intención general del apostolado de la oración del Papa para el mes de noviembre es:
Universal: Por las personas solas
“Para que las personas que sufren la soledad sientan la cercanía de Dios y el apoyo de los hermanos.”

Trataré de vivir en constante vigilancia y en una espera gozosa de la presencia del Señor, no importando ni el día ni la hora de su llegada.

Por la evangelización: Formadores del clero y de religiosos
“Para que los seminaristas, religiosos y religiosas jóvenes tengan formadores sabios y bien preparados.”

Que infunda y ayude en mi comunidad a buscar con un corazón sincero el amor de Dios y transmitirlo a los demás, siempre favoreciendo el bien común.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cristo Rey

                                     
Ambientación:
Llegamos al final del año litúrgico con la fiesta de Jesucristo, Rey del Universo. En
el Evangelio, Jesús es rey y juez, que como el pastor que separa a las ovejas de los
cabritos, en su venida al final de los tiempos juzgará según el amor que cada uno
ha mostrado con los más pequeños. El destino de los benditos del Padre es la vida
eterna, inaugurada por Cristo con su resurrección.

                                                                                                 Oración inicial
Cristo Rey…
Reinas desde la cruz, derramando tu sangre por nosotros…
reinas en la verdad y la justicia…
reinas en amor total hasta dar la vida por los demás…
reinas en la sencillez y humildad de la fidelidad…
reinas en el amor incondicional…
reinas en el amor gratuito y desinteresado…
reinas en el perdón y la misericordia…
reinas en la sencillez y confianza de un niño…
reinas en la entrega desinteresada a los demás…
reinas en los que son perseguidos por causa del bien…reinas en los que te dan a conocer y anuncian tu Buena Nueva…
reinas en los que saben esperar contra toda esperanza…
reinas en los que hacen de tu Palabra su estilo de vida…
reinas en los que buscan el reinado de Dios…
reinas en los que tienen a Dios como Padre…
reinas en los que viven como hijos de Dios…
reinas en los que muestran tu proyecto de amor en sus vidas…
                                             reinas en los que viven por y para ti.amen                                                                                               

I. Lectio: ¿Qué me dice el texto?

Mateo 25, 31-46

"Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros"                                                          

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de deber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis." Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna."
Motivación: Escucharemos el grito de Jesús a toda la humanidad: ocúpense de
los que sufren, cuiden a los pequeños. La vida será construida, según Dios,
liberando a las gentes del sufrimiento, generando compasión hacia los débiles. Son
las actitudes que definen el reinado de Dios.
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).

Preguntas para la lectura:
¿Qué imágenes se utilizan para describir el juicio final? ¿Quién es el juez?
¿Cuál es el criterio que utiliza el rey para separar a unos de otros?
¿A qué comportamientos se refiere Jesús y qué es lo que tienen en común?
¿Cómo reaccionan los que reciben la sentencia?
¿Cuál es la respuesta de Jesús?
Otros textos bíblicos para confrontar: Daniel 7,13-14; Salmo 72,1-4.12-14
II: Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?

Motivación: Jesucristo se manifiesta como le rey universal que, rodeado de gloria,
enfrenta a cada uno con las actitudes que conforman su vida. Jesucristo se
manifiesta también encarnado en cada ser humano que sufre necesidad. La Palabra
de Dios nos invita a salir de nuestro adormecimiento mirando al futuro, en el
horizonte del juicio, y viviendo el presente, comprometidos con los hermanos más
pequeños de Jesús.
Cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños.

¿Dónde reina Jesús?
¿Desde dónde reinaremos con él?
¿Cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o en la
cárcel?:
¿cómo nos compromete HOY el evangelio que hemos leído?
Como el pastor separa a las ovejas de los cabritos…
¿Qué nos sugiere el pasaje sobre el juicio final?
Miremos nuestra comunidad:
¿tenemos gestos de solidaridad y de amor concretos para los miembros sufrientes de la Iglesia?

Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.

III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: La Palabra de Dios ha iluminado nuestra esperanza y nos ha
estimulado a vivir comprometidos con los más necesitados. Le pedimos al Señor de
nuestras vidas que grabe en nosotros su imagen para que seamos capaces de verle
y amarle en cada hermano que camina a nuestro lado.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o
la súplica confiada.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo
(Salmo 22).
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?

Motivación: Una vez más san Vicente contempla a Jesús en su manera de servir a
los pobres.
¿No son los pobres los miembros afligidos de nuestro Señor? ¿No son hermanos
nuestros? Y si los sacerdotes los abandonan, ¿quién quieren que les asista? De modo que, si hay algunos entre nosotros que crean que están en la Misión para
evangelizar a los pobres y no para cuidarlos, para remediar sus necesidades
espirituales y no las temporales, les diré que tenemos que asistirles y hacer que les
asistan de todas las maneras, nosotros y los demás, si queremos oír esas
agradables palabras del soberano Juez de vivos y de muertos: “Venid, benditos de
mi Padre; poseed el reino que os está preparado, porque tuve hambre y me disteis
de comer; estaba desnudo y me vestisteis; enfermo y me cuidasteis”. Hacer esto es
evangelizar de palabra y de obra; es lo más perfecto; y es lo que nuestro Señor
practicó… (XI, 393)
Compromiso:
Realizar de manera personal y comunitaria alguna de las obras de misericordia
propuesta por el Señor en el evangelio de hoy.

Oración final
Señor Jesús,
Danos la gracia de verte presente
en todo aquel que sufre o padece necesidad.
Derrama sobre nosotros tu Espíritu Santo
para ser sensibles ante el dolor ajeno,
sabiendo que Tú estás en los que sufren,
en los que experimentan el dolor y la carencia,
que padeces con el que experimenta la cruz,
para que viéndote en esas personas,
seamos consuelo y fortaleza para ellos.
Danos la gracia de ser sensibles y solidarios
asumiendo tus mismas actitudes y disposiciones,
dando todo de nosotros para consolar y apoyar
a los que nos rodean, como Tú lo has hecho en tu época
y lo sigues haciendo hoy por medio de nosotros,cada vez que actuamos con tus mismos sentimientos.
Que así sea.

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