Material Asamblea 2010 P.D.M

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La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

domingo, 28 de octubre de 2012

2 de noviembre Los Fieles Difuntos





"Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre
su recuerdo se evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios." 
                             
           -San Agustín

                                                                                                                            

                        "Cada uno se presentará ante el tribunal de Dios para
                 darle cuenta de lo que ha hecho, de lo bueno y de lo malo." 
                                  
   - Santa Biblia
                                                                                      

Las tres Iglesias: Se llama Iglesia a la comunidad de los que creen en Jesucristo.

 La Iglesia se divide en tres grupos.             
Iglesia triunfante: los que ya se salvaron y están en el cielo (los que  festejamos ayer).
Iglesia militante: los que estamos en la tierra luchando por hacer el bien 
y evitar el mal.             
 E Iglesia sufriente: los que están en el purgatorio purificándose de sus pecados, de las manchas que afean su alma.             
El Catecismo de la Iglesia Católica, publicado por el Papa Juan Pablo II en 1992, es un texto de máxima autoridad para todos los católicos del      
mundo y dice cinco cosas acerca del Purgatorio:
1ª. Los que mueren en gracia y amistad de Dios pero no perfectamente purificados, sufren después de su muerte una purificación, para obtener la completa hermosura de su alma (1030).
2ª. La Iglesia llama Purgatorio a esa purificación, y ha hablado de ella en el Concilio de Florencia y en el Concilio de Trento. La Iglesia para hablar de que será como un fuego purificador, se basa en aquella frase de San Pablo que dice: "La obra de cada uno quedará al descubierto, el día en que pasen por fuego. Las obras que cada cual ha hecho se probarán en el fuego". (1Cor. 3, 14).

3ª. La práctica de orar por los difuntos es sumamente antigua. El libro 2º. de los Macabeos en la S. Biblia dice: "Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados" (2Mac. 12, 46).
4ª. La Iglesia desde los primeros siglos ha tenido la costumbre de orar por los difuntos (Cuenta San Agustín que su madre Santa Mónica lo único que les pidió al morir fue esto: "No se olviden de ofrecer oraciones por mi alma").
5ª. San Gregorio Magno afirma: "Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso".
De San Gregorio se narran dos hechos interesantes. El primero, que él ofreció 30 misas por el alma de un difunto, y después el muerto se le apareció en sueños a darle las gracias porque por esas misas había logrado salir del purgatorio. Y el segundo, que un día estando celebrando la Misa, elevó San Gregorio la Santa Hostia y se quedó con ella en lo alto por mucho tiempo. Sus ayudantes le preguntaron después por qué se había quedado tanto tiempo con la hostia elevada en sus manos, y les respondió: "Es que vi que mientras ofrecía la Santa Hostia a Dios, descansaban las benditas almas del purgatorio". Desde tiempos de San Gregorio (año 600) se ha popularizado mucho en la Iglesia Católica la costumbre de ofrecer misas por el descanso de las benditas almas.
La respuesta de San Agustín: a este gran Santo le preguntó uno: "¿Cuánto rezarán por mí cuando yo me haya muerto?", y él le respondió: "Eso depende de cuánto rezas tú por los difuntos. Porque el evangelio dice que la medida que cada uno emplea para dar a los demás, esa medida se empleará para darle a él".
¿Vamos a rezar más por los difuntos? ¿Vamos a ofrecer por ellos misas, comuniones, ayudas a los pobres y otras buenas obras? Los muertos nunca jamás vienen a espantar a nadie, pero sí rezan y obtienen favores a favor de los que rezan por ellos.

sábado, 27 de octubre de 2012

LA VERDAD SOBRE LA FIESTA HALLOWEEN

DAN ROSALES  ex-satanista - HALLOWEEN  fiesta del diablo                   

LA VERDAD SOBRE LA FIESTA HALLOWEEN

 parte # 2  Dan Rosales -Fiesta de Halloween  Ex-satanista



                  
LA VERDAD SOBRE LA FIESTA HALLOWEEN
                                        Y
     LO QUE DICE LA IGLESIA CATÓLICA


¿Qué celebramos los católicos el 30 y 31 de octubre? La respuesta es NADA. En realidad en esos días no celebramos nada desde nuestra fe, lo que los católicos celebramos son el día 1 y 2 de noviembre: la fiesta de Todos los Santos y la Conmemoración de los fieles difuntos. Esta es la cuestión fundamental. Muchísimas personas que dicen ser católicas piensan y festejan con sus hijos el halloween y se les olvida que lo mas importante cercano a esa fecha es que celebramos y creemos en la Comunión de los Santos.

La mercadotecnia ha logrado desvirtuar lo que es la fe cristiana hacia una mentalidad consumista, ajena y a veces hasta contraria a lo que creemos.

Así pues, ni en su origen, ni en su desarrollo, ni en su celebración actual, el halloween se relaciona con nuestra fe.

Es tiempo de decidirnos y ser coherentes con lo que creemos.   El año pasado, la Conferencia Episcopal Española, siguiendo una propuesta de la Conferencia Episcopal Británica, animó a los niños a disfrazarse de santos en lugar de vestirse de brujas o calaveras la noche de Halloween, en la víspera del Día de Todos los Santos, para que les sirva como "estímulo" para seguir con su vida cristiana. Disfrazarse con atuendos relacionados con el terror no tiene ningún sentido.

El padre Canals, secretario técnico de la Comisión Episcopal de Liturgia,  advirtió que todo lo demás es "pagano" y que es necesario "cristianizar totalmente" el Día de Todos los Santos.  Además, afirmó que esta sugerencia puede ayudar a recuperar la celebración de la fiesta "como estaba al principio" y no con los elementos que se han introducido posteriormente, pues"no es pedagógico para los niños" ya que "no lo hacen con un sentido religioso, de rezar por los muertos, sino profano".

La Conferencia Episcopal Británica publicó un comunicado en el que anima a todos los cristianos a encender una luz en su ventana el 31 de octubre, noche de Halloween para mostrar que son seguidores de Jesucristo, y reivindicar el sentido religioso de la fiesta, una iniciativa denominada 'Night of light'.

Entre otras propuestas, la Iglesia de Reino Unido sugiere hacer vigilia, acudir a misa y llevar una prenda de color blanco.
Valoremos nuestra fe y feliz día de todos los santos

miércoles, 24 de octubre de 2012

Fiesta de Todos los Santos- 1o de Noviembre
    
                              

"El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo". Papa Benedicto XVI 

Dios nos creó para que seamos santos. Pero,
 ¿Qué es ser santo? Según la Biblia" Santo" es aquello que está consagrado a Dios. Nuestra Iglesia Católica llama "santo" a aquel que ha dedicado su propia vida a Nuestro Señor y ha buscado activamente ser lo más agradable a El. 

En este
 "Día de Todos los Santos" no sólo recordemos a los que han logrado alcanzar el cielo...recordemos que nosotros también estamos llamados a la santidad, no es algo ajeno a nosotros, no es sólo para unos cuantos...¡nosotros también podemos ser santos!

Esta celebración es una
 Solemnidad porque es una de las celebraciones más importantes en nuestra Iglesia, así que no dejes pasar esta oportunidad y ¡celebra este día con una gran fiesta

viernes, 12 de octubre de 2012

¡El Año de la Fe!                                        
Que la fe sea compañera de vida, compromiso a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo.
 
¡El Año de la Fe!
Quiero anunciar en esta Celebración Eucarística que he decidido convocar un «Año de la Fe» que ilustraré con una carta apostólica especial. Este Año de la Fe comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Cristo Rey del Universo. Será un momento de gracia y de compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena, para reforzar nuestra fe en Él y para anunciarlo con alegría al hombre de nuestro tiempo (Homilía de Benedicto XVI en la santa Misa para la nueva evangelización, 16 octubre 2011).

Con estas palabras, el Santo Padre ha convocado a toda la Iglesia a movilizarse a favor de la  fe en nuestro tiempo.


Objetivos del Año de la fe

¿Qué sentido da el Papa a este Año de la fe? ¿Qué objetivos pretende con él? Pienso que la respuesta la hallaremos en los dos documentos con los que fueron convocados los dos años de la fe después del Concilio Vaticano II: el de Pablo VI (1967) y ahora el de Benedicto XVI:

1) "Para confirmar nuestra fe rectamente expresada" (Pablo VI), "redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada" (Benedicto XVI).

2) "Para promover el estudio de las enseñanzas del Concilio Vaticano II" (Pablo VI), "con el Concilio se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza" (Benedicto XVI).

3) "Para sostener los esfuerzos de los católicos que buscan profundizar las verdades de la fe" (Pablo VI); "intensificar la reflexión sobre la fe para ayudar a todos los creyentes en Cristo a que su adhesión al Evangelio sea más consciente y vigorosa, sobre todo en un momento de profundo cambio como el que la humanidad está viviendo" (Benedicto XVI).

A estos fines comunes a los dos Papas, Benedicto XVI añade, fijándose en las circunstancias actuales, algunos más:

1) "Invitar a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador
del mundo".

2) "Comprometerse a favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe".

3) "Suscitar en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza".

4) "Comprender de manera más profunda no sólo los contenidos de la fe sino, juntamente también con eso, el acto con el que decidimos de entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios".

Este último objetivo es el que más recalca el Papa Ratzinger. Le interesa subrayar la inseparabilidad del acto con el que se cree y de los contenidos a los que prestamos nuestro asentimiento:

  • El acto de fe sin contenidos nos conduce a la total subjetivación de la fe.
  • Los contenidos, sin el asentimiento de la fe, instruyen nuestra mente, pero no nos unen a Dios ni son capaces de transformar nuestra vida, de convertirla al Dios vivo. Sólo si la profesión de fe desemboca en confesión del corazón podemos hablar de una fe madura, bien formada, capaz de producir frutos en los demás.

    Libro privilegiado del Año de la fe

    El año de la fe deberá expresar un compromiso unánime para redescubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados en el Catecismo de la Iglesia Católica (Porta fidei, no. 11).

    Si de lo que se trata es de reavivar e infundir una nueva linfa a la fe de los creyentes en Cristo, el Catecismo es el camino seguro para conseguirlo. En él se resume y expresa la fe de toda la Iglesia desde sus orígenes hasta nuestros días. En él hallamos:
  • la fe que profesamos (credo) 
  • la fe que celebramos (liturgia)
  • la fe que vivimos (moral) 
  • la fe que rezamos (oración)

    En nuestro tiempo, en el que los contenidos objetivos de la fe cristiana son muchas veces devaluados, sometidos a crítica destructiva, preteridos, ha llegado el momento de apuntar el zoom sobre la fe en toda su riqueza de doctrina, fruto de veinte siglos de reflexión y de vida.

    ¡Un año entero para ello hará mucho bien a toda la comunidad de la iglesia!

    Benedicto XVI propone el Catecismo, en este Año de la Fe, "como un verdadero instrumento de apoyo a la fe, especialmente para quienes se preocupan por la formación de los cristianos, tan importante en nuestro contexto cultural" (Porta fidei, no. 12).

    En las parroquias, en las escuelas privadas o públicas, el Catecismo brinda un apoyo insustituible para la enseñanza de la fe a los niños y jóvenes. Un cierto vaciamiento de la fe objetiva, que hoy se presiente en muchas iglesias particulares, tal vez sea debido a que se ha dejado de lado una referencia explícita al Catecismo de la Iglesia Católica. Quizás en estos últimos decenios se ha incubado y luego desarrollado el peligro de dar preferencia a los métodos, a la pedagogía, a los sentimientos, sobre los contenidos.

    El Año de la Fe puede ayudar a la catequesis, también a la de adultos, a conseguir un equilibrio, una armonía entre pedagogía y teología, entre el contenido de la fe y las formas de comunicarlo a los demás. El papa Ratzinger ha invitado a la Congregación para la Doctrina de la Fe a que, redacte una Nota con la que se ofrezca a la Iglesia y a los creyentes algunas indicaciones para vivir este año de la fe de la manera más eficaz y apropiada, ayudándoles a creer y evangelizar (Porta fidei, no. 12).

    En la sociedad en que vivimos se entrecruzan los cristianos con hermanos en la fe, que ahora son indiferentes y viven al margen de ella; con hombres y mujeres de otras religiones, o que no son creyentes, aunque busquen sinceramente y de corazón la verdad. En este año de la fe, es importante para todos tomar en las manos el Catecismo de la Iglesia Católica, leerlo, reflexionarlo, dejar que la verdad y belleza de la fe que en él se expresa echen raíces en el corazón y florezcan en frutos de luz, de conversión y renovación, de gozo y de paz. A los no creyentes la lectura del Catecismo puede constituir una llamada amorosa de Dios.

    El poder de la fe

    El papa Benedicto XVI, hace el elogio de la fe en una hermosa y significativa página del Motu proprio Porta fidei, un elogio que pone de manifiesto el poder de la feprimero la Virgen María, los apóstoles, discípulos, mártires,hombres y mujeres a lo largo de la historia han dado su vida para acercar a todos a Cristo.

    Los últimos somos los cristianos de hoy: "nosotros". las palabras del Papa son a la vez constatación, exhortación, estímulo, proyección del futuro; "también nosotros vivimos por la fe: para el reconocimiento vivo del Señor Jesús, presente en nuestras vidas y en la historia", que la fe sea "compañera de vida", "compromiso a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo".

    Conclusión

    Tenemos por delante unos diez meses para prepararnos a comenzar el año de la fe con corazón magnánimo. Leer, reflexionar, meditar y asimilar con la mente y con la vida, en estos meses, el Catecismo. Es una forma maravillosa, personal y comunitaria, de abrir el alma a la gracia del Año de la Fe.

    Tengamos presente a lo largo de este tiempo: "que la Palabra del Señor siga avanzando y sea glorificada"

    Que este Año de la Fe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo, pues sólo en Él tenemos la certeza para mirar al futuro y la garantía de un amor auténtico y duradero.
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    Nuestra . Sra . del Rosario de Fatima Parroquia

    ARQUIDIOCESIS