Material Asamblea 2010 P.D.M

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La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

miércoles, 20 de febrero de 2013

TEXTO BÍBLICO: Lucas 9, 28b-36

 Domingo 2 Tiempo Cuaresma Ciclo C
Febrero 24 de 2013


Transfiguración
28
Jesús subió a un cerro a orar, acompañado de Pedro, Santiago y Juan.
29
Mientras oraba, el
aspecto de su cara cambió, y su ropa se volvió muy blanca y brillante;
30
y aparecieron dos
hombres conversando con él. Eran Moisés y Elías,
31
que estaban rodeados de un resplandor
glorioso y hablaban de la partida de Jesús de este mundo, que iba a tener lugar en Jerusalén.
32
Aunque Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, permanecieron despiertos, y vieron la
gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él.                        
“Claves de Lectio Divina para Jóvenes” 33 Cuando aquellos hombres se separaban ya de Jesús, Pedro le dijo:
— Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías.
Pero Pedro no sabía lo que decía.
34
Mientras hablaba, una nube se posó sobre ellos, y al verse
dentro de la nube tuvieron miedo.
35
Entonces de la nube salió una voz, que dijo: «Éste es mi Hijo, mi elegido: escúchenlo.»
36
Cuando se escuchó esa voz, Jesús quedó solo. Pero ellos mantuvieron esto en secreto y en
aquel tiempo a nadie dijeron nada de lo que habían visto.
1. LECTURA
¿Qué dice el texto?
 Algunas preguntas para ayudarte en la lectura atenta…
¿Para qué subía Jesús a la montaña? ¿Con quienes iba Jesús? ¿Qué elementos extraordinarios
encuentras en este evangelio? ¿Cuál es la reacción de Pedro? ¿Qué dice el Padre?
 Algunas consideraciones para una lectura provechosa…
El texto que nos propone la liturgia de este segundo Domingo de Cuaresma es el de la
Transfiguración.  Después que Jesús anuncia su pascua a sus discípulos (9,18-22) e invita a
seguirlo negándose a sí mismo y cargando la cruz (9,23-27), en este texto se muestra
transfigurado frente a Pedro, Juan y Santiago.
Después de presentar a los personajes, el lugar y el motivo de la subida al monte (v.28), el
evangelista describe la transfiguración y la aparición de Moisés y Elías que conversan con Jesús
(vv.29-31).  Se muestra luego la reacción de Pedro y sus compañeros (vv.32s) y al final los cubre
una nube y surge la voz del cielo (vv.34-36a).  Finalmente la escena cierra con el silencio de los
discípulos (v.36b).
Lucas muestra con frecuencia a Jesús orando (3,18; 6,12; 9,18; 22,39ss). El encuentro de Jesús
con el Padre es transformante: su aspecto cambia y sus vestidos se muestran luminosos, signo
de la gloria de su origen como Hijo de Dios. En la escena aparecen también Moisés y Elías que
son los representantes de la Ley y los Profetas en el Antiguo Testamento. Y con Jesús hablan de
su partida (“éxodo” en griego) que debería cumplirse en Jerusalén. El Antiguo Testamento ya
estaba anunciando esa partida, que no es sólo de sufrimiento al pasar por la cruz, sino que es
también llena de gloria, que se anticipa en la transfiguración.  De hecho cuando Jesús se
encuentra con los discípulos de Emaús les preguntará: “¿Acaso no era necesario que el Mesías
padeciera esto y entrara así en su gloria?” (24,26).                      
La reacción de Pedro y los otros discípulos muestra debilidad: tienen sueño aunque permanecen
despiertos, lo que indica que la debilidad no dispensa de la propia responsabilidad y el esfuerzo,
aunque parece que no se ven los frutos, pues la pregunta que formula revela la incomprensión de
lo que sucede: “no sabía lo que decía”.  Los discípulos son débiles y no comprenden, pero esto
no les impide ser discípulos, contemplar a Jesús transfigurado y escuchar la voz que saldrá de la
nube.
Después de las palabras de Pedro,  se escuchan las palabras que vienen de la nube. En el
Antiguo Testamento la nube es un signo de la manifestación de Dios, como la gloria divina que
cubre la tienda del encuentro cuando Dios viene sobre ella (ver Ex 40,34). Los discípulos, aunque
débiles, entran en la nube de la presencia divina y allí se escucha la voz, que esta vez no está
dirigida a Jesús como en el bautismo (ver 3.22) sino a los discípulos: “Este es mi Hijo amado,
escúchenle” (9,35).  La voz del Padre confirma la identidad de su Hijo, y  manda escucharlo, y
escuchar en la perspectiva bíblica es obedecer, poner en práctica lo que se escucha. Es la
escucha y la puesta en práctica de la palabra de Jesús lo que conduce a los discípulos
2. MEDITACIÓN
¿Qué me dice el Señor a mí en el texto?
Comencemos este segundo domingo de cuaresma recordando las palabras del Beato Juan Pablo
II:
“Este es mi Hijo elegido, escuchadle” …Esta obra de la Alianza: la obra de llevar al hombre a la
dignidad de hijo adoptivo (o de hija) de Dios, Cristo la realiza de modo definitivo a través de la
cruz. Esta es la verdad que la Iglesia, en el presente periodo de Cuaresma, desea poner de
relieve de modo particular: sin la cruz de Cristo no existe esa suprema elevación del hombre.
Ahora permitidme, queridos hermanos y hermanas, que me detenga aquí para recordaros esta
pregunta: ¿qué significa escuchar a Cristo? Y con esta pregunta os dejaré durante toda la
Cuaresma. No os doy respuesta alguna demasiado pormenorizada, sólo os pido que cada uno
de vosotros se plantee constantemente esta pregunta: ¿qué significa escuchar a Cristo en mi
vida?
1
.
¿Qué significa escuchar a Cristo? ¿Cómo puedo mostrar que hoy hijo de Dios en Jesús? ¿Te has
sentido desanimado cuando no salen las cosas bien?

3. ORACIÓN
¿Qué le respondo al Señor que me habla en el texto?
Pidámosle al Señor que nos enseñe hoy a escucharle, y a hacer su obra en nosotros
Si supiéramos escuchar
a Dios oiríamos su voz.
Porque Dios nos habla.
Ha hablado en
su Evangelio.
Y habla todavía hoy en la vida, este quinto
Evangelio, que página a página vamos
escribiendo nosotros todos los días.

4. CONTEMPLACIÓN
¿Cómo hago propias en mi vida las enseñanzas del texto?
Dios quiere que hoy nuestros oídos y ojos estén puestos hacia el Maestro, quien nos permite ser
hijos de Dios en Cristo. Digamos confiadamente:
“Señor abre mis oídos a tu Palabra”
5. ACCIÓN
¿A qué me comprometo para demostrar el cambio?
Ahora después de escuchar y meditar el evangelio, de sentir a Dios mismo que te habla
pregúntate:
¿Qué significa escuchar a Cristo en mi vida?

miércoles, 13 de febrero de 2013

Domingo 1 Tiempo Cuaresma Ciclo C Febrero 17 de 2013


PREPARACIÓN ESPIRITUAL
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de sabiduría:
dame mirada y oído interior
para que no me apegue a las cosas materiales,
sino que busque siempre las realidades del Espíritu.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de amor:
haz que mi corazón
siempre sea capaz de más amor.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de verdad:
concédeme llegar al conocimiento de la verdad
en toda su plenitud.
Ven a mí, Espíritu Santo,
agua viva que lanza a la vida eterna:
concédeme la gracia de llegar
a contemplar el rostro del Padre
en la vida y en la alegría sin fin.
Amén.
(San Agustín)
TEXTO BÍBLICO: Lc 4,1-13
1
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del río Jordán, y el Espíritu lo llevó al desierto.
2
Allí estuvo
cuarenta días, y el diablo lo puso a prueba. No comió nada durante esos días, así que después
sintió hambre.                        


3
El diablo entonces le dijo:
— Si de veras eres Hijo de Dios, ordena a esta piedra que se convierta en pan.
4
Jesús le contestó:
— La Escritura dice: “No sólo de pan vivirá el hombre.”

5
Luego el diablo lo levantó y, mostrándole en un momento todos los países del mundo,
6
le dijo:
— Yo te daré todo este poder y la grandeza de estos países. Porque yo lo he recibido, y se lo
daré al que quiera dárselo.
7
Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo.
8
Jesús le contestó:
— La Escritura dice: “Adora al Señor tu Dios, y sírvele sólo a él.”
9
Después el diablo lo llevó a la ciudad de Jerusalén, lo subió a la parte más alta del templo y le
dijo:
— Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí;
10
porque la Escritura dice:
“Dios mandará que sus ángeles te cuiden y te protejan.
11
Te levantarán con sus manos, para que
no tropieces con piedra alguna.”
12
Jesús le contestó:
— También dice la Escritura: “No pongas a prueba al Señor tu Dios.”
13
Cuando ya el diablo no encontró otra forma de poner a prueba a Jesús, se alejó de él por algún
tiempo.
1. LECTURA
¿Qué dice el texto?
 Algunas preguntas para ayudarte en la lectura atenta…
¿En qué lugar se desarrolla el evangelio que hoy meditas? ¿Cuáles son los personajes que se
encuentran presentes? ¿Cómo responde  Jesús a las  tentaciones del diablo? ¿Cuáles son las
tentaciones que le presentan a Jesús?
 Algunas consideraciones para una lectura provechosa…
El texto de hoy es del primer domingo de cuaresma y por eso no continúa la secuencia que
veníamos leyendo.  Se nos presenta el episodio conocido como “las tentaciones de Jesús”,  pero
si bien el texto habla de eso, para ser más justos tendríamos que decir: “la victoria de Jesús sobre
las tentaciones”.
El pasaje tiene una introducción que muestra a Jesús lleno del Espíritu Santo que lo conduce al
desierto, y allí es tentado por el diablo (vv.1-2a).  Luego se narra la victoria de Jesús sobre las
tres tentaciones, con un esquema similar: El diablo tienta y Jesús vence respondiendo con la                        


Escritura  (vv.2b-12).  Finalmente concluye el texto diciendo que el diablo se marcha “hasta el
momento oportuno” (v.13).
El Evangelio de Lucas que destaca la presencia y la obra del Espíritu, presenta a Jesús lleno del
Espíritu Santo y conducido por él en el desierto. Este estar lleno del Espíritu retoma el Bautismo
de Jesús narrado un poco antes (3,22).  Jesús que es consagrado por el Espíritu, se mantiene en
pleno acuerdo con él y hay una solidaridad intrínseca en el ser y en el obrar entre el Espíritu y el
Mesías.
Este “llevar al desierto”, “ser tentado” y el número “cuarenta” evocan el paso del pueblo de Israel
por el desierto, en que es puesto a prueba (Dt 8,2ss) y cae; pero allí donde el pueblo fue vencido,
Jesús va a vencer al tentador y hará a sus discípulos partícipes de su victoria; al final del
evangelio, durante la última cena les dirá: “Ustedes son los que perseveraron conmigo en mis
pruebas” (Lc 22,28).
Las tentaciones se presentan en número de tres como signo de algo acabado y definitivo: el
diablo tienta, y Jesús vence cada tentación y responde con la Escritura.  La primera y la última
tentación comienzan con el cuestionamiento del diablo: “si eres el Hijo de Dios” (v.3.9)…  Jesús
es el Hijo; lo había confirmado el Padre en el bautismo: “Tú eres mi hijo” (3,22).  Ahora el diablo
quiere tentar a Jesús en su identidad, en su relación de filiación y confianza total con el Padre. En
la segunda tentación aparece el tema del poder, adorar al diablo para recibir el poder. El diablo
pretende que se le considere a él como un poder alternativo.
En la tercera tentación, habiendo sido vencido con la Escritura, también el diablo la emplea
citando el Salmo 91,11-12, pero Jesús no se deja manipular; no es el conocimiento o el uso de la
Escritura lo que tiene valor, sino el poner en práctica lo que esta dice.
Al final, Lucas dice que el diablo lo deja “hasta el tiempo oportuno”. Este vendrá en la cruz, donde
el diablo cree que vence, pero será definitivamente vencido por la entrega confiada del Hijo.
2. MEDITACIÓN
¿Qué me dice el Señor a mí en el texto?
Comencemos este tiempo de cuaresma recordando las palabras de  nuestro Santo Padre
Benedicto XVI
“Jesús antepone a los criterios humanos  el único criterio auténtico: la obediencia, la
conformidad con la voluntad de Dios, que es el fundamento de nuestro ser. También esta es
una enseñanza fundamental para nosotros: si llevamos en la mente y en el corazón la Palabra
de Dios, si entra en nuestra vida, si tenemos confianza en Dios, podemos rechazar todo tipo
de engaños del Tentador. Además, de toda la narración surge claramente la imagen de Cristo
como nuevo Adán, Hijo de Dios humilde y obediente al Padre, a diferencia de Adán y Eva, que                        


en el jardín del Edén cedieron a las seducciones del espíritu del mal para ser inmortales, sin
Dios.
La Cuaresma es como un largo "retiro" durante el que debemos volver a entrar en  nosotros
mismos y escuchar la voz de Dios para vencer las tentaciones del Maligno  y encontrar la verdad
de nuestro ser. Podríamos decir que es un tiempo de  "combate" espiritual que hay que librar
juntamente con Jesús, sin orgullo ni  presunción, sino más bien utilizando las armas de la fe, es
decir, la oración, la  escucha de la Palabra de Dios y la penitencia. De este modo podremos llegar
a  celebrar verdaderamente la Pascua, dispuestos a renovar las  promesas de nuestro
Bautismo”
1
.
¿Cómo enfrentas a diario la  tentación?  ¿Cómo te sientes  cuando vences  ? ¿Te has sentido
desanimado cuando no salen las cosas bien?
3. ORACIÓN
¿Qué le respondo al Señor que me habla en el texto?
La confianza en  el Padre y la entrega a Él le dieron fuerza a  Jesús para vencer la  tentación,
nosotros aun mas debemos confiar al Padre nuestras acciones para que el obre.
Sigue actuando sobre mí, Señor,
Remodelándome,
Aunque yo me resista.
!Qué atrevido pensar  que tengo yo mi llave!
!Si no sé de mí mismo!
Si nadie, como Tú,
puede decirme lo que llevo en mi dentro.
Ni nadie hacer que vuelva de mis caminos
que no son como los tuyos.
Sigue curvando sobre mí, tallándome,
aunque a veces de dolor te grite.
Soy pura debilidad -Tu bien lo sabes-,
tanta, que, a ratos
hasta me duelen tus caricias.
Lábrame los ojos y las manos,
la mente, la memoria
y el corazón,- que es mi sagrado.,
al que no te dejo entrar cuando me llamas.
Entra, Señor, sin llamar, sin permiso.
                                                         
1


Tu tienes otra llave, además de la mía,
que en mi día primero, Tu me diste,
y que empleo, pueril, para cerrarme.
Que sienta sobre mí tu "conversión"
y se encienda la mía del fuego de la Tuya,
Que arde siempre, allá en mi dentro.
Y empiece a ser humano.
a ser humano,
a ser persona
(P. IGNACIO IGLESIAS, SJ)
4. CONTEMPLACIÓN
¿Cómo hago propias en mi vida las enseñanzas del texto?
El evangelio de hoy nos muestra que definitivamente no son las fuerzas humanas las que nos
ayudan a salir victoriosos de las tentaciones. Es el Señor, su fuerza y su amor quien nos permite
ser cada día mejores. Digamos confiadamente:
“Solo tu Señor me ayudas a vencer la tentación”
5. ACCIÓN
¿A qué me comprometo para demostrar el cambio?
Ahora después de escuchar y meditar el evangelio, de sentir a Dios mismo que te habla
pregúntate:
¿Has pensado que cosas quieres mejorar en esta cuaresma que comienza? ¿Qué me hace falta
para vencer la tentación? ¿Cuáles serán mis compromisos cuaresmales?
“Convertirse significa no buscar el éxito personal
—que es algo efímero—, sino,
abandonando toda seguridad humana,
seguir con sencillez y confianza al Señor”.

martes, 5 de febrero de 2013

LECTIO DIVINA Domingo 5to Tiempo Ordinario Ciclo C


TEXTO BÍBLICO: Lucas 5, 1-11
1
En una ocasión, estando Jesús a orillas del Lago de Genesaret, se sentía apretujado por la
multitud que quería oír el mensaje de Dios.
2
Jesús vio dos barcas en la playa. Los pescadores
habían bajado de ellas a lavar sus redes.
3
Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y
le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a
enseñar a la gente.                        
4
Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón:
— Lleva la barca a la parte honda del lago, y echen allí sus redes, para pescar.
5
Simón le contestó:
— Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, ya que tú lo
mandas, voy a echar las redes.
6
Cuando lo hicieron, recogieron tanto pescado que las redes se rompían.
7
Entonces hicieron
señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron
tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse.
8
Al ver esto, Simón Pedro se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo:
— ¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!
9
Es que Simón y todos los demás estaban asustados por aquella gran pesca que habían hecho.
10
También lo estaban Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Pero Jesús le dijo a Simón:
— No tengas miedo; desde ahora vas a pescar hombres.
11
Entonces llevaron las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús.


1. LECTURA
¿Qué dice el texto?
 Algunas preguntas para ayudarte en la lectura atenta…
¿Qué estaban haciendo los pescadores cuando llego Jesús? ¿Para qué se  sube a la barca el
Maestro? ¿Cuál es el milagro que hace Jesús? ¿A que invita Jesús a los pescadores?
 Algunas consideraciones para una lectura provechosa…
Después de la apertura del ministerio público y su discurso en la sinagoga de Nazaret, con
reacciones encontradas (4,16-30) Jesús comienza su misión haciendo presente el poder salvador
de Dios con diversas curaciones y con la predicación del Evangelio (4,31-42). En la lectura de
este domingo, Jesús extiende su ministerio y llama a otros colaboradores a participar en su
misión.
El texto comienza con la predicación de Jesús desde la barca de Simón (vv.1-3) (el lago de
Genesaret tiene orillas empinadas, lo que permite que se pueda escuchar bien a alguien que está
en una barca a pocos metros de la orilla). Luego Jesús invita a Pedro a llevar la barca a lo hondo,
y sucede la pesca milagrosa (vv.4-7). Los discípulos quedan asombrados y Pedro se postra a los
pies de Jesús reconociendo su ser pecador y la grandeza de Jesús. Jesús le promete que será                        

“pescador de hombres” (vv.8-10).  Concluye la sección con el seguimiento de los discípulos a
Jesús.
Después de la reacción negativa de la gente en la sinagoga de Nazaret, se muestra el contraste
con la gente que se agolpaban para escuchar a Jesús (v.1).  Lucas cuida mucho del texto y dice:
“para escuchar la palabra de Dios”.  La gente ya está descubriendo en Jesús a Aquel que habla la
palabra de Dios, y Jesús se extiende en su enseñanza.
Luego de terminar, manda a Simón llevar la barca a lo hondo y allí echar las redes. Pedro era un
experto pescador que habiendo intentado pescar durante la noche (que es cuando se encuentran
los peces) no había sacado nada. La propuesta de Jesús no sigue la lógica propia del arte de
pescar, sin embargo Pedro confía más en la palabra de Jesús que en su propio conocimiento, por
eso responde: “confiando en tu palabra, tiraré las redes”.  Y allí sucede la pesca milagrosa, de
modo que tienen que pedir a los compañeros de la otra barca que los ayuden.
La reacción de Pedro es inmediata; no se queda en el milagro de la pesca sobreabundante, sino
que en el signo reconoce a Jesús como “Señor” y se postra ante él sabiéndose pecador.  Jesús lo
calma: “no temas” y le hace una promesa: “desde ahora serás pescador de hombres”. El texto,
que recoge la imagen de la profecía de Jeremías 16,16, muestra a Jesús que comparte su misión
con estos pescadores: Pedro, Santiago y Juan, que se transformarán en sus primeros discípulos:
“dejándolo todo, lo siguieron”.  Es bueno notar que cuando Lucas pone en boca de Jesús “serás
pescador de hombres”, utiliza una palabra que no es la común para designar al pescador sino que
quiere decir literalmente “sacar vivos”; esta  pesca a la que Jesús invita no “mata” sino que da
vida.
2. MEDITACIÓN
¿Qué me dice el Señor a mí en el texto?
Simón, que todavía no se llamaba Pedro, dio aquella admirable respuesta: “Maestro, por tu
palabra echaré las redes”. Se le confió entonces la  misión: “No temas, desde ahora serás
pescador de hombres” (Lc 5, 1.11).
También hoy se dice a la Iglesia y a los sucesores de los apóstoles que se adentren en el mar de
la historia y echen las redes, para conquistar a los hombres para el Evangelio, para  Dios, para
Cristo, para la vida verdadera.
Los Padres han dedicado también un comentario muy particular a esta tarea singular. Dicen así:
para el pez, creado para vivir en el agua, resulta mortal sacarlo del mar. Se le priva de su
elemento vital para convertirlo en alimento del hombre. Pero en la misión del pescador de
hombres ocurre lo contrario.                        

Los hombres vivimos alienados, en las aguas saladas del sufrimiento y de la muerte; en un mar
de oscuridad, sin luz. La red del Evangelio nos rescata de las aguas de la muerte y nos lleva al
resplandor de la luz de Dios, en la vida verdadera. Así es, efectivamente: en la misión de
pescador de hombres, siguiendo a Cristo, hace falta sacar a los hombres del mar salado por
todas las alienaciones y llevarlo a la tierra de la vida, a la luz de Dios.
Así es, en verdad: nosotros existimos para enseñar Dios a los hombres. Y únicamente donde se
ve a Dios, comienza realmente la vida. Sólo cuando encontramos en Cristo al Dios vivo,
conocemos lo que es la vida. No somos el producto casual y sin sentido de la evolución. Cada
uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada
uno es amado, cada uno es necesario.
Nada hay más hermoso que haber sido alcanzados, sorprendidos, por el Evangelio, por Cristo.
Nada más bello que conocerle y comunicar a los otros la amistad con él. La tarea del pastor, del
pescador de hombres, puede parecer a veces gravosa. Pero es gozosa y grande, porque en
definitiva es un servicio a la alegría, a la alegría de Dios que quiere hacer su entrada en el mundo.
Así, hoy, yo quisiera, con gran fuerza y gran convicción, a partir de la experiencia de una larga
vida personal, decir a todos vosotros, queridos jóvenes: ¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita
nada, y lo da todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las
puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida. Amén
1
.
¿Te sientes tú también pescador de hombres? ¿Has sentido que Dios ha hecho algún milagro en
ti? ¿Te has sentido desanimado cuando no salen las cosas bien?
3. ORACIÓN
¿Qué le respondo al Señor que me habla en el texto?
El evangelio del día de hoy nos recuerda el llamado a los primeros discípulos, por lo que vale la
pena que volvamos a hacer la oración de S.S. Benedicto XVI para la V Conferencia General del
 Aparecida, desde donde renovamos el llamado a ser verdaderos Discípulos Misioneros.
Señor Jesucristo, Camino, Verdad y vida,
rostro humano de Dios y rostro divino del hombre,
enciende en nuestros corazones el amor al Padre que está en el cielo
y la alegría de ser cristianos.
Ven a nuestro encuentro y guía nuestros pasos
para seguirte y amarte en la comunión de tu Iglesia,
celebrando y viviendo el don de la Eucaristía,
cargando con nuestra cruz, y urgidos por tu envío.
Danos siempre el fuego de tu Santo Espíritu,
que ilumine nuestras mentes y despierte entre nosotros
el deseo de contemplarte el amor a los hermanos,
sobre todo a los afligidos, y el ardor por anunciarte
al inicio de este siglo.
Discípulos y misioneros tuyos, queremos remar mar adentro,
para que nuestros pueblos tengan en Ti vida abundante,
y con solidaridad construyan la fraternidad y la paz.
Señor Jesús, ¡Ven y envíanos!
María, Madre de la Iglesia, ruega por nosotros.
Amén.
(Papa Benedicto XVI)
4. CONTEMPLACIÓN
¿Cómo hago propias en mi vida las enseñanzas del texto?
Hoy el Señor quiere hacer grandes milagros en tu vida, pero necesita que confíes en el como
Simón, que quieras seguirlo radicalmente como aquellos pescadores.
“Gracias Señor por llamarme como tu discípulo misionero”
5. ACCIÓN
¿A qué me comprometo para demostrar el cambio?
Ahora después de escuchar y meditar el evangelio, de sentir a Dios mismo que te habla
pregúntate:
¿Estoy dispuesto a seguir al Señor? ¿Cómo puedo dar testimonio que soy discípulo misionero por
el bautismo?
“Qué hermoso es saber que Jesús te busca,
se fija en ti y con su voz inconfundible
te dice también a ti: ´¡Sígueme!”.
Papa Benedicto
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