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La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

viernes, 21 de junio de 2013

12vo. Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C

LECTIO DIVINA

Hno. Ricardo Grzona, frp
PRIMERA LECTURA: Zacarías 12, 10-11; 13, 1
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 62, 2-9
SEGUNDA LECTURA: Gálatas 3, 26-29
TEXTO BIBLICO: Lucas 9, 18-24
«¡Tú eres el mesías de Dios!»
9,18: Estando él una vez orando a solas, se le acercaron los discípulos y él los interrogó:
—¿Quién dice la multitud que soy yo?
9,19: Contestaron:
—Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha surgido un profeta de los antiguos.
9,20: Les preguntó:
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?
Respondió Pedro:
—Tú eres el Mesías de Dios.
9,21: Él les ordenó que no se lo dijeran a nadie.
9,22: Y añadió:
—El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, sumos sacerdotes y
letrados, tiene que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.
9,23: Y a todos les decía:
—El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz cada día y me siga. 9,24: El que
quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda su vida por mí la salvará.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio bíblico del texto

Estamos frente a uno de los temas más cruciales en el Nuevo Testamento. Jesús ha tenido por fin un
momento tranquilo de oración cuando se le acercan los discípulo y Él les pregunta, Jesús está
indagando lo que opina la gente sobre Él mismo. Es un tema importante. Es la opinión que se tiene
sobre una persona concreta: Jesús de Nazareth.
Las opiniones son varias. Evidentemente Jesús no ha pasado desapercibido por donde anduvo. La gente
está hablando de Él. ¿Qué dicen? Cosas muy diversas. Es alguien con el poder de convicción de Juan el
Bautista, o el mismo Elías que ha vuelto con su fuerza profética, como algunos grupos esperaban, o
alguno de los antiguos profetas. Esto pone en evidencia las expectativas que había en el pueblo de Israel
en aquel momento. Pero ninguna respuesta es acertada.
Obvio, la pregunta primera de Jesús, da lugar a la segunda pregunta que ya no es para toda la gente. Es
para los discípulos mismos, ¿y ustedes quien dicen que soy yo?
Simón Pedro, tomó la delantera para decir lo más crucial e importante en nuestra fe y asegura con toda
claridad: “Tú eres el Mesías, el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. Todo esto Pedro lo dice por inspiración del
Espíritu Santo (según Mateo 16, 17). Y es que claro, el cambio fundamental de entendimiento sobre
Jesús ya es radical. No estamos frente a una persona importante, a un maestro sabio, Jesús es el Mesías,
es el Hijo de Dios, es el Salvador, el Señor.
Jesús mismo, inmediatamente pide que no lo digan a nadie, y da el anuncio de su pasión. La misión del
Salvador, se cumplirá en la pasión, muerte y resurrección. Tema, que seguramente no entendieron
mucho los discípulos.
Pero la regla fundamental es que para seguir a Jesús, para ser su discípulo, hay que negarse a sí mismo.
No pueden los orgullos, las vanidades y todo el deseo de sobresalir, tener algún lugar en los cristianos.
Es negándose a sí mismo que se podrá ser seguidor, llevando la cruz, no renegar de la cruz, y para
salvarse hay que dar la vida completa por el Señor y su Evangelio.
MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto?
Este texto es muy claro, nos ayuda a entender muchas cosas. Si nosotros hoy hiciéramos una especie de
encuesta, entre las personas conocidas y otras que pasan por nuestra vida ¿qué encontraríamos de
respuestas?
En unos grupos hemos recibido estas ideas:
Jesús es la personificación de la gran energía cósmica,
Jesús es la reencarnación de los grandes de este mundo que se aparecieron de muchas
formas y nombres
Jesús es un mito que dio origen a una religión.
Jesús es muy importante para vivir ciertos valores… Pero todo está cambiado
Jesús murió por ser buena gente, ya no hay como Jesús…
Muchas de estas respuestas, están totalmente influenciadas por las teorías de la nueva era. Mucha
gente está muy confundida hoy con respecto a Jesús. Incluso, una gran mayoría entiende que Jesús más
que Dios, más que el Mesías, es simplemente el fundador de una religión. Pero no se puede tomar
contacto con Jesús.
Pero ahora Jesús te pregunta a ti:
¿Qué opinas tú de Jesús? ¿Es para ti algo como lo que dijeron algunos mencionados anteriormente?
¿Jesús es el Mesías? ¿Jesús, es para ti el Hijo de Dios?
¿Cómo te relacionas con Él?
¿Cuánto haces tú de oración por Día?
¿Realmente vives negándote a ti mismo, para hacer que sea el mismo Jesús el que viva en ti?
¿Abrazas la cruz de Jesús y das toda tu vida sin reserva para seguirlo, dejando tu vida para seguir al
Señor?
¿Eres consciente que éste es el único camino?
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor?
Señor a quien iremos, Tú tienes palabras de vida nosotros hemos creído que Tú eres el hijo de Dios.
Queremos acercarnos a Ti, para que nos enseñes, para que nos lleves al Padre.
Tú eres el mesías, nosotros creemos en Ti.
Pero queremos pedirte que nos ayudes a aceptar nuestras cruces, a negarnos a nosotros mismos.
Muchas veces seguimos el éxito, la vanidad, el honor, el destacarnos a nosotros mismos.
Pero no nos damos cuenta que sólo en el seguimiento de tu persona, nos encontraremos de verdad a
nosotros mismos.
Señor, que sepamos renunciar a todo lo que nos separa de Ti, para poder ser tus discípulos y tus
misioneros.
Amén.
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto?
Podemos repetir varias veces junto a Pedro:
Señor a quien iremos, Tú tienes palabras de vida nosotros hemos creído que Tú eres el hijo de Dios.
Y hacer propia nuestra vida con esta frase y lo que implica el seguimiento de Cristo.
ACCION: ¿A qué me comprometo?
Ser discípulo de Cristo implica seguirlo, pero no como nosotros queremos sino seguirlo con las
exigencias que Él nos pide.
Podemos ir a nuestro grupo, y dialogar con todos sobre las exigencias del seguimiento de Cristo hoy, en
nuestras vidas y tomar algunas acciones que demuestren el amor del Señor.
Y nos proponemos realizar algunas actividades que aún cuando no sean de nuestro agrado puedan
demostrar que estamos cambiando de actitud. Por ejemplo algún servicio humilde, especialmente para
los más necesitados, donde dejemos morir un poco nuestro orgullo para que sea Jesús quien triunfe en
nuestra vida.

viernes, 14 de junio de 2013

11vo. Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C


Hno. Ricardo Grzona,frp
PRIMERA LECTURA: 2 Libro de Samuel 14, 7-10.13
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 31, 1-11
SEGUNDA LECTURA: Gálatas 2, 16.19-21



TEXTO BIBLICO: Lucas 7, 36-8,3
«¡Se le han perdona muchos pecados, por su amor!»
7,36: Un fariseo lo invitó a comer. Jesús entró en casa del fariseo y se sentó a la mesa.
7,37: En esto, una mujer, pecadora pública, enterada de que estaba a la mesa en casa del fariseo,
acudió con un frasco de perfume de mirra, 7,38: se colocó detrás, a sus pies, y llorando se puso a
bañarle los pies en lágrimas y a secárselos con el cabello; le besaba los pies y se los ungía con la mirra.
7,39: Al verlo, el fariseo que lo había invitado, pensó: Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de
mujer lo está tocando: una pecadora.
7,40: Jesús tomó la palabra y le dijo:
—Simón, tengo algo que decirte.
Contestó:
—Dilo, maestro.
7,41: Le dijo:
—Un acreedor tenía dos deudores: uno le debía quinientas monedas y otro cincuenta. 7,42: Como no
podían pagar, les perdonó a los dos la deuda. ¿Quién de los dos lo amará más?
7,43: Contestó Simón:
—Supongo que aquél a quien más le perdonó.
Le replicó:
—Has juzgado correctamente.
7,44: Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón:
—¿Ves esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me diste agua para lavarme los pies; ella me los ha
bañado en lágrimas y los ha secado con su cabello. 7,45: Tú no me diste el beso de saludo; desde que
entré, ella no ha cesado de besarme los pies. 7,46: Tú no me ungiste la cabeza con perfume; ella me ha
ungido los pies con mirra.
7,47: Por eso te digo que se le han perdonado numerosos pecados, por el mucho amor que demostró.
Pero al que se le perdona poco, poco amor demuestra.
7,48: Y a ella le dijo:
—Tus pecados te son perdonados.
7,49: Los invitados empezaron a decirse:
—¿Quién es éste que hasta perdona pecados?. 7,50: Él dijo a la mujer:
—Tu fe te ha salvado. Vete en paz.
8,1: A continuación fue recorriendo ciudades y pueblos proclamando la Buena Noticia del reino de Dios.
8,2: Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que había sanado de espíritus inmundos y de
enfermedades: María Magdalena, de la que habían salido siete demonios; 8,3: Juana, mujer de Cusa,
mayordomo de Herodes; Susana y otras muchas, que los atendían con sus bienes.

LECTURA: ¿Qué dice el texto?
El texto del Evangelio de este domingo nos presenta dos episodios ligados entre sí. El primero es
un episodio lleno de emoción. Una mujer, considerada pecadora en la ciudad, tiene el valor de
entrar en la casa de Simón, un fariseo, durante el almuerzo, para llegarse a Jesús, lavarle los pies
y llenarlo de besos y perfumes. El segundo es la descripción de la comunidad de Jesús, a la cual
pertenecen los discípulos y discípulas.
Esta división del texto para ayudar en su lectura:
Lucas 7,36-38: Una mujer lava los pies de Jesús en casa de un Fariseo. Una mujer entra, se
arrodilla a los pies de Jesús, comienza a llorar, baña con sus lágrimas los pies de Jesús, se
despeina los cabellos para secar los pies de Jesús, los besa y los unge con perfume. Esto era un
acto de independencia el de soltarse los cabellos en público. Esta es la situación que se crea y
que causa la discusión que sigue.
Lucas 7,39-40: La reacción del fariseo y la respuesta de Jesús. El fariseo, observando la
escena, critica a Jesús y condena a la mujer: “¡Si este hombre fuese un profeta, sabría qué tipo de
mujer es ésta, una pecadora!”. Jesús se sirve de una parábola para responder a la provocación del
fariseo. Una parábola que ayudará al fariseo y a todos a percibir la llamada invisible del amor de
Dios que se revela en el episodio.
Lucas 7,41-43: La parábola de los dos deudores y la respuesta del Fariseo. La parábola de
los dos deudores y la respuesta del fariseo la historia de la parábola es como sigue. Un
prestamista tenía dos deudores. Uno le debía 500 denarios y el otro 50. Un denario era el salario
de una jornada. ¡El salario de quinientos días! Ninguno de los dos tenía con qué pagar. Los dos
fueron perdonados. ¿Cuál de los dos lo amará más? Respuesta del fariseo: “Lo amará más aquél
a quien ha perdonado más”. La parábola supone que los dos, tanto la mujer como el fariseo, han
recibido algún favor de parte de Jesús. Y ahora en el comportamiento que asumen delante de
Jesús, los dos demuestran cómo aprecian el favor recibido. El fariseo demuestra su amor, su
gratitud, invitando a Jesús a comer a su casa. La mujer demuestra su amor, su gratitud con
lágrimas, con besos y con el perfume. ¿Cuál de los dos gestos revela mayor amor: comer o los
besos y el perfume? La medida del amor ¿depende acaso de la medida del regalo?
Lucas 7,44-47: Jesús aplica la parábola y defiende a la mujer. Después de haber recibido la
respuesta correcta del fariseo, Jesús la aplica a la situación creada con la entrada de la mujer a
mitad del almuerzo. Él defiende a la mujer pecadora contra la crítica del judío practicante. Lo
que Jesús repite a los fariseos de todos los tiempos es esto: “¡A quien le ha sido perdonado poco,
demuestra poco amor!”. La seguridad personal que yo, fariseo, me creo por mi observancia de
las leyes de Dios y de la Iglesia, muchas veces, me impiden experimentar la gratuidad del amor
de Dios que perdona. Lo que importa no es la observancia de la ley en sí, sino el amor con el que
observo la ley. Usando los símbolos del amor de la mujer pecadora, Jesús responde al fariseo que
se consideraba justo. “¿Ves a esta mujer? He entrado en tu casa y tú no me diste agua para los
pies; mas ella ha regado mis pies con sus lágrimas y las ha secado con sus cabellos. Tú no me
has dado un ósculo, pero ella desde que he entrado aquí no ha cesado de besarme los pies. Tú no
ungiste mi cabeza con óleo perfumado, pero ella ha ungido mis pies con ungüento. Por esto te
digo: le son perdonados sus muchos pecados, porque ha amado mucho. Por el contrario al que se
le perdona poco ama poco”.
Lucas 7, 48-50: El amor hace nacer el perdón. El perdón hace crecer el amor. El amor hace
nacer el perdón, el perdón hace crecer el amor Jesús declara a la mujer: “Tus pecados te son
perdonados”. Entonces los invitados comienzan a pensar: “¿Quién es éste para perdonar los
pecados?” Pero Jesús dice a la mujer: “¡Tu fe te ha salvado. Vete y no peques más!”. Aquí
aparece la novedad del comportamiento de Jesús. Él no condena, sino que acoge. Y es la fe la
que acoge a la mujer a reponerse y a encontrarse consigo misma y con Dios. En su trato con
Jesús irrumpe en ella una fuerza nueva que la hace renacer.
Lucas 8,1-3: Los discípulos y discípulas de la comunidad de Jesús. Los discípulos y las
discípulas de la comunidad de Jesús recorría las aldeas y ciudades de la Galilea, anunciando la
Buena Noticia del Reino de Dios y los doce estaban con Él. La expresión “seguir a Jesús” indica
la condición del discípulo que sigue al Maestro intentando imitar su ejemplo y participando de su
destino. Los evangelistas no consiguen elaborar una lista de las discípulas que seguían a Jesús,
pero sus nombres, hasta hoy, están esparcidos en las páginas del evangelio, sobre todo en el de
Lucas, y son éstos: María Magdalena (Lc 8,3; 24,10); Juana, mujer de Cusa (Lc 8,3); Susana (Lc
8,3); Salomé (Mc 15,45); María, madre de Santiago (Lc 24,10); María mujer de Cleofás (Jn
19,25); María, Madre de Jesús (Jn 19,25)
Preguntas para la reconstrucción del texto:
1. ¿Quién le hace una invitación a Jesús?
2. ¿Quién se entera de que Jesús está en la casa del fariseo y que sucede?
3. ¿Cuáles son los pensamientos que el fariseo tiene en esos momentos?
4. Jesús sabe cuáles son los cuestionamientos que Simón el fariseo tiene en mente, ¿Ante
eso que le contesta Jesús?
5. ¿Qué le dice Jesús a esta pecadora?
6. ¿Qué empezaron a decirse los invitados?
7. Cuándo Jesús siguió el recorrido en otras ciudades, ¿Quiénes los acompañaban?
MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto?
Este texto, texto nos lleva a tomar en cuenta, el amor, el perdón y la comunidad.
1. Eres un hijo de Dios ¿Te atreves a buscar a Jesús y confesarle tus pecados?
2. Eres un hijo de Dios ¿Te atreves a buscar a Jesús y confesarle todo tu amor?
3. Eres un hijo de Dios ¿Te atreves a buscar a Jesús y confesarle que necesitas de su
perdón?
4. Cuando ves a alguien (en casa, en la parroquia, en la escuela, en el trabajo) con una
necesidad grande de sacar o decir sus pecados y obtener el perdón y amor de Dios. ¿Qué
haces? ¿Lo acoges, lo ayudas, lo animas?
5. Eres de la personas que enjuicia a cualquier pecador o de las que busca acércala a Dios?
6. ¿Crees en el verdadero perdón y amor de Dios? ¿Cuándo ha pasado?
7. ¿Te gusta compartir o vivir en comunidad así como Dios nos lo ha enseñando?
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor?
Esta bella cita nos lleva a orar por el perdón, amor y la comunidad
Y podemos hacer nuestro el 1 Corintios 13, 1-13:
13,1: Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como
una campana que resuena o un platillo estruendoso.
13,2: Aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque
tuviera una fe como para mover montañas, si no tengo amor, no soy nada.
13,3: Aunque repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada
me sirve.
13,4: El amor es paciente, es servicial, [el amor] no es envidioso ni busca aparentar, no es orgulloso ni
actúa con bajeza, 13,5: no busca su interés, no se irrita, sino que deja atrás las ofensas y las perdona,
13,6: nunca se alegra de la injusticia, y siempre se alegra de la verdad. 13,7: Todo lo aguanta, todo lo
cree, todo lo espera, todo lo soporta.
13,8: El amor nunca terminará. Las profecías serán eliminadas, el don de lenguas terminará, el
conocimiento será eliminado. 13,9: Porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías limitadas.
13,10: Cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto será eliminado.
13,11: Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; al hacerme
adulto, abandoné las cosas de niño.
13,12: Ahora vemos como en un mal espejo, confusamente, después veremos cara a cara. Ahora
conozco a medias, después conoceré tan bien como Dios me conoce a mí. 13,13: Ahora nos quedan tres
cosas: la fe, la esperanza, el amor. Pero la más grande de todas es el amor.
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto?
Contemplar es ir adentrándose en el misterio, es ir dejando en nuestro corazón, en nuestra mente una
sola frase que nos haga recordar la Palabra del Señor. Por ello repitamos varias veces hasta que quede
en nuestra vida estas frases:
“ Seré el mejor del mundo, pero si no tengo amor, no tengo nada ”
Lo más grande que Dios nos ha dejado es: El amor
Y repetirlo varias veces
ACCION: ¿A qué me comprometo?
Para el momento de la acción nos proponemos hacer vivo el evangelio, la palabra del Señor y así
cumplamos con el mandato que nos dejo, vayan por todos lados y llevan la buena nueva.
En primer lugar, dentro del núcleo de nuestra familia, amigos y nosotros mismo, tengamos la convicción
de que “ Dios nos ama “, no importa el pasado, no importa que, el siempre está ahí para acogernos.EN
6

También busquemos en la parroquia, o un ambiente que tú consideras que nuestros hermanos deben
escuchar la palabra de Dios, dibújales a Jesucristo con un corazón o llévales una imagen del Sagrado
Corazón de Jesús y explícales esta lectio divina.

martes, 4 de junio de 2013

10mo. Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C

LECTIO DIVINA


PRIMERA LECTURA: 1 Reyes 17, 17-24
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 29, 1-6
SEGUNDA LECTURA: Gálatas 1, 11-19


TEXTO BIBLICO: Lucas 7, 11-17
«¡Joven a ti te lo digo, levántate!»
7,11: A continuación se dirigió a una ciudad llamada Naín, acompañado de los discípulos y de un gran
gentío. 7,12: Justo cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a un muerto, hijo único de una
viuda; la acompañaba un grupo considerable de vecinos. 7,13: Al verla, el Señor sintió compasión y le
dijo:
—No llores.
7,14: Se acercó, tocó el féretro, y los portadores se detuvieron.
Entonces dijo:
—Muchacho, yo te lo ordeno, levántate.
7,15: El muerto se incorporó y empezó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre.
7,16: Todos quedaron sobrecogidos y daban gloria a Dios diciendo:
—Un gran profeta ha surgido entre nosotros; Dios se ha ocupado de su pueblo. 7,17: La noticia de lo
que había hecho se divulgó por toda la región y por Judea.
 ¿Qué dice el texto?
De cafarnaún al pueblo de Naín. Antes fue a un militar extranjero, ahora una viuda. Si el milagro
precedente evoca la curación de un general sirio realizada por Eliseo (2 Re 5), éste recuerda la
resurrección del hijo de la viuda de Sarepta por Elías (1 Re 17): Jesús ya se había referido en la
predicación de Nazaret a estos hechos bíblicos (4, 25-27).
2
Lucas con sus descripciones lógicas y con un buen sentido para un mejor entendimiento de las
escrituras, nos deja ver en este texto 4 aspectos importantes a identificar para comprender este
texto:
Lc 7,11-12: El encuentro de las dos procesiones. Con pocas palabras es capaz de explicarnos el
encuentro de dos procesiones: la procesión de la muerte que sale de la ciudad y acompaña a la
viuda que lleva su hijo único hacia el cementerio; y la procesión de la vida que entra en la ciudad
y acompaña a Jesús. Las dos se encuentran en la pequeña plaza junto a la puerta de la ciudad de
Naín.
Lc 7,13: Entra en acción la compasión. Es la compasión que mueve a Jesús a hablar y a actuar.
Compasión significa literalmente “sufrir con”, asumir el dolor de la otra persona, identificarse
con ella, sentir con ella el dolor. Es la compasión que pone en acción en Jesús el poder, el poder
de la vida sobre la muerte, el poder creador. Jesús no espera que esta mujer o alguien más de los
que lo siguen, le pidan un milagro, una intercesión, como en el caso del centurión (4s); Jesús
actúa con prontitud y naturalidad, primero consolando: «no llores» (13), luego restituyendo la
vida del hijo de la viuda, en un sentido más amplio, restituyendo a la mujer el sentido de su vida
Lc 7,14-15: "Joven, yo te lo ordeno: ¡levántate!”. A veces, en situaciones de gran dolor
causado por la muerte de un ser querido, la gente dice: “En el tiempo de Jesús, cuando Jesús
vivía en esta tierra, había esperanza de no perder a una persona querida porque Jesús podía
resucitarla.” Estas personas consideran el episodio de la resurrección del hijo de la viuda de Naín
como un suceso del pasado que suscita nostalgia y también cierta envidia. La intención del
evangelio no es, sin embargo, la de suscitar nostalgia o envidia, sino que nos ayude a
experimentar mejor la presencia viva de Jesús en medio de nosotros. Es el mismo Jesús, capaz de
vencer la muerte y el dolor de la muerte, que continúa estando vivo en medio de nosotros. Él
sigue estando con nosotros hoy y, ante los problemas del dolor que nos matan, nos dice: “A tí te
digo: levántate.” La presencia de Jesús y su palabra no sólo es purificadora, sino que restituye la
vida.
Lc 7,16-17: La repercusión. El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la
Judea y en toda la región vecina.”
“Es el profeta anunciado por Moisés” ( Dt 18,15). El Dios que viene a visitarnos es el “Padre de
los huérfanos y protector de las viudas” ( Sal 68,6; cfr. Jdt 9,11)
Preguntas para recordar la Lectura:
1. ¿De dónde viene Jesús y a que ciudad llega?
2. ¿Cuáles son los aspectos a identificar para entender este texto?
3. ¿Cuáles son las 2 procesiones que Lucas desea que nosotros comprendamos en este
texto?
4. ¿Cuál es la compasión que pone a Jesús en acción?
5. "Joven, yo te lo ordeno: ¡levántate!”. En este sentido, ¿Cuál es la verdadera intención del
evangelio?
6. ¿Qué es lo que el profeta Moisés anunció?
MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto?
Este texto, nos centra principalmente en la vida y los diferentes caminos y puertas que en ella
encontramos
1. En mis momentos de meditación, ¿He reflexionado entre el camino de la muerte y el
camino de la vida?
2. ¿Qué tanto es mi deseo de ir en la procesión de la vida que Jesús nos ofrece?
3. Ante el sufrimiento y dolor de los demás, ¿Qué tan compasivo soy con ellos? ¿Soy capaz
de acercarme a ellos como lo hizo Jesús y darles una esperanza de vida?, ¿Les pongo en
medio de su sufrimiento y dolor, la presencia viva de Jesús?
4. ¿Cuál es mi actitud ante las experiencias difíciles de dolor que sufro? ¿Qué le aporta mi
cristianismo al sufrimiento?
5. ¿He experimentado o sentido la presencia de Jesús y su palabra que no sólo es
purificadora, sino que restituye la vida? ¿Cuándo?
6. ¿Soy como el profeta Moisés que anuncia a Jesús?
7. Entiendo que al igual que al joven muerto, Jesús vuelve a dirigirse a mí para decirme por
mi propio nombre: “¡…. A ti te ordeno, levántate!
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor?
Este texto nos lleva sin duda alguna a orar por la vida y la compasión del Señor. Podríamos dirigirnos al
Señor dándole gracias..
Y podemos hacer nuestro el Salmo 68 (5-9):
68,5: Canten a Dios, toquen en su honor, ensalcen al jinete de las nubes; su Nombre es el Señor, salten
de gozo ante él.
68,6: Padre de huérfanos, protector de viudas ése es Dios desde su santa morada.
68,7: Dios da un hogar a los que están solos, libera de la prisión a los cautivos; mas los rebeldes se
quedan en el yermo.
68,8: Oh Dios, cuando salías al frente de tu pueblo, cuando avanzabas por el desierto,
68,9: la tierra tembló, los cielos se licuaron, ante Dios, el Dios del Sinaí, ante de Dios, el Dios de Israel.
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto?
Contemplar es ir adentrándose en el misterio, es ir dejando en nuestro corazón, en nuestra mente una
sola frase que nos haga recordar la Palabra del Señor. Por ello repitamos varias veces hasta que quede
en nuestra vida estas frases:
" La presencia de Jesús y su palabra, me purifica y me restituye la vida.”
Y repetir con nuestro propio nombre: “¡…. A ti te lo ordeno, levántate!
ACCION: ¿A qué me comprometo?
Para el momento de la acción nos proponemos hacer vivo el evangelio, la palabra del Señor y así
cumplamos con el mandato que nos dejo, vayan por todos lados y llevan la buena nueva.
En primer lugar, dentro del núcleo de nuestra familia y nosotros mismo, entendamos los sufrimientos y
dolores por los que estamos pasando, no importa si son grandes o pequeños, y pidámosle en oración
que nos dé esperanza de vida y quedemos alegres por que el Señor está con nosotros.
También busquemos en la parroquia, en un asilo de ancianos, en una casa de huérfanos, en el hospital u
otro lugar que tú consideres, a personas que veamos que necesitan de nuestro aliento de esperanza,
que necesitan escuchar que Jesús está con ellos. Intentemos hacer con nuestro grupo esta acción.

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