Material Asamblea 2010 P.D.M

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La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

jueves, 25 de julio de 2013

17mo. Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C TEXTO BIBLICO: Lucas 11, 1-13

«Cuando Oren digan así: Padre Nuestro…»



1: Una vez estaba en un lugar orando. Cuando terminó, uno de los discípulos le pidió:
—Señor, enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos.
11,2: Jesús les contestó:
—Cuando oren, digan:
Padre,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino;
11,3: el pan nuestro de cada día danos hoy;
11,4: perdona nuestros pecados
como también nosotros
perdonamos a todos los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación.
11,5: Y les añadió:
—Supongamos que uno tiene un amigo que acude a él a media noche y le pide: Amigo, préstame
tres panes, 11,6: que ha llegado de viaje un amigo mío y no tengo qué ofrecerle. 11,7: El otro desde
dentro le responde: No me vengas con molestias; estamos acostados yo y mis niños; no puedo
levantarme a dártelo. 11,8: Les digo que, si no se levanta a dárselo por amistad, se levantará a darle
cuanto necesita para que deje de molestarlo.
11,9: Y yo les digo: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá, 11,10: porque
quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llama se le abre.
11,11: ¿Qué padre entre ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? O, si le pide pescado, ¿le
dará en vez de pescado una culebra? 11,12: O, si pide un huevo, ¿le dará un escorpión? 11,13: Pues si
ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el
Espíritu Santo a los que se lo pidan!
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio bíblico del texto
Gn 18:20-32
Esta lectura relata la famosa intercesión de Abrahán por Sodoma y Gomorra, ciudades notorias por su
maldad. La prolongada intercesión del gran patriarca, y su famoso y muy judío “regateo” con Dios (con
quien tenía amistad, 2 Cro 20:7; Is 41:8; St 2:23), no valieron para parar la destrucción de estas
ciudades, paradígmatica en la antigüedad bíblica. Ver Dt 30:21-27. Lo importante es de destacar el
diálogo, la amistad y obviamente la intercesión de los hombres ante Dios, quien, en el fondo, tendrá su
Palabra definitiva. (de hecho se salvó Lot y su familia).
Lc 11:1-13
Junto con la primera lectura, el tema se ve que es la necesidad de perseverar en la oración, confiados en
que Dios nos escucha y nos concede todo lo que necesitamos. Jesús habla llanamente, usa ejemplos
mundanos, argumenta según lo que la exégesis judía llamaba qal wahomer, ‘de lo leve a lo pesado’, lo
que llamamos el argumento a fortiori, es decir, si algo vale en lo de poca importancia, cuánto más no
valdrá en lo de mucha importancia (ver el ejemplo en Jn 7:23). Si los padres humanos, aun por
exasperación, al fin dan lo que se les pide, cuánto más no dará Dios lo que necesitamos, que en la
versión de Lucas se resume en que nos dará el “Espíritu Santo” (la versión en Mt 7:11 tiene “cosas
buenas”).
Es importante notar que el “tema” del Espíritu Santo no sólo es de suma importancia en Lucas: lo
encontramos añadido donde la versión en Mateo no lo tiene, y en muchos pasajes únicos en Lucas.
Mt 4:1 con Lc 4:1; Mt 4:12 con Lc 4:14; Mt 11:25 con Lc 10:21 etc. Para Lucas, el Espíritu Santo es la
suma y totalidad de las “Promesas” de Dios. Es la gran “Promesa del Padre,” Lc 24:49; Hch 1:4; 2:33, 37-
39. Está íntimamente ligado a la Resurrección de Jesús, que también es el cumplimiento de todas las
Promesas de Dios, Hch 13:32-33; 26:4-8. Para Pablo, amigo de Lucas, todas las Promesas de Dios –
pudiéramos decir, todo lo que le hemos pedido o podríamos pedir—tienen su “sí” (respuesta positiva,
cumplimiento) en Cristo, 2 Co 1:20.
Cuando oramos a Dios, tengamos en claro que Él nos concederá siempre que lo pidamos con fe, al
Espíritu Santo. Él, con sus siete dones, podrá darnos la capacidad de entender qué es lo bueno para
nuestra vida y qué es lo que se necesita para poder vivir en plenitud. No siempre pedimos cosas buenas
para nosotros, a veces nuestros caprichos nos llevan a pedir cosas que nos son importantes. Pedir con
claridad al Padre, que nos envíe el Espíritu Santo para que nos otorgue la “visión de Dios” sobre todas
las cosas. Y también la intercesión de los demás cristianos, que nos ayuden a pedir a Dios
Preguntas para recordar el texto:
¿cómo comienza el texto? ¿Qué hacía Jesús?
¿qué es lo que los discípulos le piden a Jesús?
¿Cómo les contesta Jesús, qué les dice que deben hacer como resumen?
¿Qué imagen les dejó después? ¿Cómo comparó la insistencia?
¿Qué agregó finalmente?
¿Qué es lo más importante que debemos pedir a Dios?
MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto?
Las lecturas de este Domingo, nos presentan la importancia de la intercesión y de la oración.
1. Si pidiéramos gran sinceridad ¿cuánto tiempo dedicas tú a la oración?
2. Para muchos, la oración es pedirle cosas y acciones a Dios ¿En que se basa
principalmente tu oración?
3. ¿Eres consciente también de la intercesión por las necesidades de los demás? ¿O sólo te
centras en ti mismo?
4. ¿Es tu oración una acción perseverante? O ¿sólo oras cuando tienes necesidades?
5. ¿Estás consciente que el mejor pedido al Señor es que te mande su Santo Espíritu sobre ti
para aprender a discernir las cosas y ver con los ojos de Dios las realidades?
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor?
En las lecturas de este domingo, nuestra atención está en la intercesión y en la oración.
Nuestro momento de decirle al Señor, como una respuesta, de cómo quisiéramos recitar el Padre
Nuestro. Cómo quisiéramos orar, no con una recitación rápida, sino con calma, con pausa.
Hagamos nuestra esta oración, que nos une a todos los cristianos:
Padre,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino;
el pan nuestro de cada día danos hoy;
perdona nuestros pecados
como también nosotros
perdonamos a todos los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación.
Amén
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto?
Podemos decirle muchas veces:
¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!
ACCION: ¿A qué me comprometo?
Para el momento de la acción, nos comprometemos a aumentar la vida de oración y la Lectura Orante
de la Sagrada Escritura, en nuestra vida de seguidores del Señor, para enseñarlo a los demás. Hagamos
también una visita a alguna persona que necesita oración, y enseñémosle cómo se hace este método de

Lectio Divina, y oramos por sus intenciones. Así cumplimos con la misión que nos encomendó el Señor.

viernes, 19 de julio de 2013

16to. Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C

TEXTO BIBLICO: Lucas 10, 38-42
«¡Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la mejor parte!»


10,38: Yendo de camino, entró Jesús en un pueblo. Una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa.
10,39: Tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras;
10,40: Marta ocupada en los quehaceres de la casa dijo a Jesús:
—Maestro, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en los quehaceres? Dile que me ayude.
10,41: El Señor le respondió:
—Marta, Marta, te preocupas y te inquietas por muchas cosas, 10,42: cuando una sola es necesaria. 
María escogió la mejor parte y no se la quitarán.

LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio bíblico del texto
Gn 18:1-10ª
Las lecturas este domingo nos presentan con facilidad el mensaje de Dios. La primera es el famoso relato 
de la visita de tres “hombres” a Abrahán, dos de los cuales resultarán ser “ángeles,” (Gn 19:1). A veces 
se les designa a los “ángeles” como “hombres” en la Biblia (p.e., Dn 10:21; Lc 24:4). Este pasaje llamado 
la “teofanía de Mambré” se toma a menudo como un gran ejemplo de la hospitalidad exquisita de 
Abrahán, siendo la hospitalidad algo muy estimado y exigido en el oriente (ver Heb 13:2). Sin embargo, 
notemos que es la mujer, Sara, la que hace todo el trabajo. Recordemos que la mujer era considerada 
como mera propiedad del hombre en las tradiciones más antiguas de la Biblia; Abrahán mismo le dice a 
Sara que diga al faraón que es su hermana, para que éste pueda tranquilamente acostarse con ella sin 
dañar a Abrahán su marido, Gn 12:10-20. Esta tradición de un patriarca viajando con su mujer en país 
extranjero será depurada progresivamente, evitando que se toque a la mujer, mostrando una evolución 
en la Biblia. Comparar aquí los dos Decálogos: en el más antiguo, en Ex 20:17, la mujer que no se debe 
“desear” es parte de la “casa,” es decir, de los bienes, de su esposo-amo, mientras que en Dt 5:21, la 
mujer que no se debe “desear” no forma parte de los bienes del amo, que, usando otro verbo hebreo, 
no se deben “codiciar.” 
Pero la fuerza de este pasaje dado en una promesa, la de un hijo con su esposa Sara, quien desde la 
tienda se rió, ya que era anciana al igual que su marido. Pero la frase fundamental es: “¿hay algo difícil o 
imposible para Dios?”
Lc 10:38-42
Al contrario del caso de arriba, en el evangelio tenemos algo inusitado: la mujer que se sienta a los pies 
del maestro para aprender es alabada, mientras la que hace lo “típico” de las mujeres, atender a los 
hombres, es amonestada. Que la mujer aprendiera, se educara, no era bien visto en el judaísmo, ni 
tampoco durante muchos siglos de la humanidad (si bien era la madre judía la que enseñaba a sus hijos 
los elementos de la fe etc.). Aquí Jesús ha cambiado las cosas. La mujer puede aprender, educarse, su 
papel no está sólo en función del hombre, a pesar de ser llamada “ayudante parecida o semejante” para 
el hombre en Gn 2:23 (y ver la polémica denigración de la mujer en 1 Tm 2:11-15, en un contexto 
eclesial en que las “herejías” que se propagaban solían tener a mujeres por protagonistas). María ha 
escogido conocer el Reino, que cuando se busca, lo demás viene por añadidura, mientras Marta “está 
ansiosa y agitada por muchas cosas.” Lo que traduzco como ‘agitación’ puede referirse a alteraciones 
psíquicas e incluso tumultos, como en Hch 20:1; 21:34. El “estar ansioso” (verbo griego merimnaō) es lo 
que Jesús dice no debemos estar respecto a lo que vamos a comer o cómo vamos a vestirnos, Lc 12:22-
32. El Reino que nos trae Jesús, o que es Jesús, nos basta. “No temas, pequeño rebaño, porque el Padre 
se ha complacido en darles el Reino,” Lc 12:32. 
La postura típica de “estar a los pies” significa que se pone como discípula del maestro, porque así los 
alumnos de los rabinos judíos se ponían. Luego venía el camino discipular. Esto nos hace ver que Jesús 
acepta y alaba a la mujer que ha elegido la mejor parte: Ser discípula del único maestro, que trae 
Palabras de Vida.
Preguntas para recordar el texto:
¿cómo comienza el texto? ¿Por dónde venía Jesús?
¿Dónde se queda Jesús? ¿En casa de quiénes?
¿Qué hace Jesús al llegar a la casa?
¿Cuántas hermanas mujeres vivían allí? ¿Qué hace cada una de ellas?
¿Una de las hermanas que atiende la cocina le pide algo a Jesús? ¿Qué es? 
¿Qué hacía la otra hermana?
¿Cuál es la respuesta de Jesús?
MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto?
Las lecturas de este Domingo, nos traen las ideas importantes de algunas mujeres, y de promesas.
1. ¿Cuál es mi actitud cuando me encuentro con Jesús?
2. Si tuviera que definir mis momentos de oración, ¿Son de verdad encuentros con Jesús o 
listas de reclamos que yo tengo para Él?
3. ¿Qué significaría hoy, en tu vida, sentarte a los pies del Maestro, es decir ser su 
discípulo?
4. ¿Estás atento a la voz del Maestro…? O el cristianismo para ti es una sumatoria de
prácticas…
5. Cuando realizas actividades ¿te quejas de que otras personas que se dedican a la oración 
a seguir una vida de discípulos no te ayuden?
6. ¿Qué significaría hoy en tu vida “preocuparse” por muchas cosas cuando sólo una es 
importante?
7. ¿Eres consciente que si eliges ser discípulo de Jesús, es la mejor parte y no te será 
quitada? ¿Cómo podrías identificar eso hoy?
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor?
Señor también Tú visitas mi casa. Gracias Señor por tu Palabra y por venir a mi.
Me doy cuenta que en muchas ocasiones me afano, me preocupo por cosas vanas. Estas cosas vienen y 
van… y me doy cuenta qué poca atención te presto a Ti Señor.
Te pido perdón por la confusión en que he vivido tanto tiempo, y creer que un activismo sin frenos es lo 
que debo hacer, cuando Tú me estás pidiendo que lo más importante es que yo sea tu discípulo.
Señor, quiero ser tu discípulo, quiero estar a tus pies, quiero estar atento a tu voz, quiero vivir tu 
Palabra. Quiero que tu Palabra se haga vida en mi vida. Y así, también pueda tener el valor de llevarte a 
los demás.
Amén
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto?
Podemos decirle muchas veces: 
te preocupas y te inquietas por muchas cosas…cuando una sola cosa es necesaria
Ella escogió la mejor parte y no se la quitarán.
ACCION: ¿A qué me comprometo?
Para el momento de la acción, nos comprometemos a pensar en cuántas son las actividades que nos 
llevan a un “activismo improductivo” y tomar en cuenta las cosas que verdaderamente cuentan, como el 
estar a los pies del Señor para ser su discípulo. Proponerse algo concreto como aumentar la vida de 
oración y la Lectura Orante de la Sagrada Escritura, en nuestra vida de seguidores del Señor, para 

enseñarlo a los demás.

martes, 9 de julio de 2013

LECTIO DIVINA 15to. Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C

TEXTO BIBLICO:     Lucas 10, 25-37  

                                                    «¿Quién es mi prójimo?»


10,25: En esto un doctor de la ley se levantó y, para ponerlo a prueba, le preguntó: —Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? 10,26: Jesús le contestó: —¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees? 10,27: Respondió: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo. 10,28: Le respondió: —Has respondido correctamente: obra así y vivirás.

10,29: Él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo? 10,30: Jesús le contestó: —Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó. Tropezó con unos asaltantes que lo desnudaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto. 10,31: Coincidió que bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, pasó de largo. 10,32: Lo mismo un levita, llegó al lugar, lo vio y pasó de largo. 10,33: Un samaritano que iba de camino llegó adonde estaba, lo vio y se compadeció. 10,34: Le echó aceite y vino en las heridas y se las vendó. Después, montándolo en su cabalgadura, lo condujo a una posada y lo cuidó. 10,35: Al día siguiente sacó dos monedas, se las dio al dueño de la posada y le encargó: Cuida de él, y lo que gastes te lo pagaré a la vuelta. 10,36: ¿Quién de los tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los asaltantes? 10,37: Contestó: —El que lo trató con misericordia. Y Jesús le dijo: —Ve y haz tú lo mismo.

BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO

LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio bíblico del texto
Dt 30:10-14
El Libro del Deuteronomio (“Segunda Torá o Ley”) es importantísimo para el Nuevo Testamento, pues está precisamente en la línea de la tradición judía que hacía hincapié en una nueva “alianza.” La palabra hebrea es berith, la griega diathēkē, y Jerónimo en latín escogió testamentum, por lo que en nuestros idiomas modernos se usa “testamento” en vez de “alianza.” No es el momento de entrar en más detalles aquí. Sólo nos basta decir que esta palabra hebrea puede significar “promesa” (como en la “alianza eterna” después del diluvio, Gn 9:8-17, o la “alianza eterna” con Abrahán en Gn 17, tan querida por Pablo, ver Ga 3:15-18, remontándose a Gn 12); o puede significar “pacto,” no una promesa sin condiciones, sino un acuerdo que hay que cumplir o sufrir las consecuencias. La línea de la “promesa” es la de la escuela “sacerdotal;” la línea del “pacto” es la de la escuela deuteronómica. Según ésta, el pacto (que no era eterno) se rompió (ya desde el Sinaí, Ex 32), y tendría que hacerse uno nuevo. El gran profeta de la escuela deuteronómica fue Jeremías, el único que usa la expresión “nueva alianza,” Jr 31:31-34. No sería una Torá escrita sobre tablas de piedra, sino escrita en el corazón, es decir, una obra (incluso, “operación quirúrgica”) de Dios que cambiaría al ser humano desde dentro. Esta escuela habla de “circuncisión del corazón,” Dt 30:6; cf. Jr 4:4; la escuela sacerdotal, cuyo gran profeta es Ezequiel, hablará de un trasplante de corazón, Ez 36:26.

La última parte del Libro del Deuteronomio también habla, aunque no explícitamente, de la “nueva alianza.” Yahveh hará una alianza distinta con su pueblo, no como la alianza que hizo en el Sinaí (que la escuela deuteronómica llama “Horeb”). Esta es la alianza de Dt 28:69. Conlleva el que Yahveh le dé a su pueblo ojos para ver, oídos para oír y corazón para entender, Dt 29:3; viene siendo la circuncisión de corazón que Yahveh mismo otorgará, Dt 30:6, lo que posibilita cumplir el gran mandamiento, el del Shema‘, Dt 6:5, amar a Dios con todo el corazón. [Pablo y su escuela hablan de esta circuncisión, Rm 2:25-29; Flp 3:2-3; Col 2:11; quizá el pasaje donde se dio por primera vez está en Hch 2:37-39.]
En nuestra primera lectura se habla también de esta Palabra creadora de Dios que habitará en nuestro corazón, que será una Torá (entiéndase, “revelación divina”) escrita en nuestro corazón, según Jeremías, muy cerca de nosotros, como la Palabra hecha carne que pone su tienda entre nosotros.
Lc 10:25-37
En este conocido episodio lucano Jesús evoca dos grandes mandamientos del judaísmo, uno de la escuela deuteronómica que ya vimos, el de amar a Dios con todo el corazón, y otro de la escuela sacerdotal, el de amar al prójimo y al extranjero residente, Lv 19:18b, 33-34. Pero lo novedoso, en la línea del amor a los enemigos, único en Jesús, es exigir la dinámica de no contentarse con amar al “próximo,” al que está cerca de nosotros, sino ir al otro, incluso al enemigo, y hacer de él un próximo a quien amar. Interesante que las dos escuelas veterotestamentarias están representadas y reprochadas en esta famosa parábola, la del sacerdote (en tiempos de Jesús, los Saduceos) y la deuteronómica (levítica), los fariseos en tiempos de Jesús. La relación recta con Dios, es decir, la “justificación,” viene de amar como Dios Padre, incluso al injusto, al hereje perseguidor “samaritano.”
Esta parábola, de la que alguien ha dicho que es la parábola de los verbos, porque en verdad es este samaritano, el que actúa a favor del pobre hombre tirado en el camino. Veamos todos los verbos que pone en acción este hombre Samaritano:
1. llegó a donde estaba,
2. lo vio
3. y se compadeció.
4. Le echó aceite y vino en las heridas
5. y se las vendó.
6. Después, montándolo en su cabalgadura,
7. lo condujo a una posada
8. y lo cuidó.
9. Al día siguiente sacó dos monedas,
10. se las dio al dueño de la posada
11. y le encargó:
12. Cuida de él,
13. y lo que gastes

14. te lo pagaré
15. porque volveré.
He contado 15 verbos. Y es que Jesús nos dice claramente que para comportarse como cristiano, no basta el culto (representado en el sacerdote y el levita). El cristiano es el que actúa a favor de los más desposeídos.
En verdad, quien cumple estos verbos es Jesús. Es Él mismo en persona quien viene a nuestro encuentro a rescatarnos, a curarnos, a redimirnos, a ponernos en un lugar seguro que es la Iglesia, a poner todo de sí para la Iglesia y a prometernos que volverá.
Recordemos que los samaritanos eran odiados en Israel. Sin embargo, es el único que actuó como prójimo.
Preguntas para recordar el texto:
1. ¿Cómo comienza el pasaje del Evangelio?
2. ¿Quién se dirigió a Jesús para ponerlo a prueba?
3. ¿Qué contestó Jesús?
4. ¿Qué respondió el Doctor de la Ley?
5. ¿Qué nueva pregunta le hizo este hombre a Jesús para justificarse?
6. ¿Cómo le contestó Jesús? ¿Qué comparación hizo?
7. ¿Qué le preguntó Jesús al Doctor de la Ley cuando terminó?
8. ¿Qué respondió este Doctor sobre la historia que le contó Jesús?
9. ¿Cuál fue la recomendación de Jesús al Doctor de la Ley?
MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto?
Nos preguntamos:
Las lecturas de este Domingo, nos hablan de nuestro corazón. Es decir del lugar donde anidan los sentimientos, que luego se transforman en acciones concretas.
1. ¿Le has puesto alguna vez una prueba a Jesús? (Muchas personas le insisten en que haga milagros para que crean en Él).
2. Qué entiendo por: Amarás al Señor tu Dios. con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo? ¿Cómo practico estos mandamientos?
3. Cuando Jesús me propone la parábola del Buen Samaritano, con cuál de todos los personajes me identifico: ¿Con el hombre asaltado en el camino, con el sacerdote, con el levita o con el samaritano?

4. Te pediría que leas de nuevo todos los 15 verbos. ¿Cuáles son los que tú cumples? ¿cuáles los que te cuesta cumplir?
5. Por ejemplo ¿Qué significaría subir en tu propia cabalgadura al que está mal herido?
6. Si tuvieras que ponerte un porcentaje seguro de ayuda al prójimo ¿cuánto te pondrías? ¡100, 80, 60 40%….?
7. Recuerda que el Señor volverá. Y Él nos va a juzgar, como lo dice la Parábola. Él pagará todo lo que hicimos por los heridos a la orilla del camino.
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor?
Señor hoy tu palabra me toca muy seriamente en mi vida.
Yo he reducido mi vida a acciones litúrgicas, a adorarte en el templo. Sin embargo… me descubro plenamente lejos de ser un buen prójimo para los demás. Señor estoy mirándome internamente. Me siento más cerca del Levita que buscaba la Ley y del Sacerdote que buscaba cumplir…. Que de estar cercano al prójimo como tú me pides.
Te pido que me ayudes a ver con claridad dónde estás tú, identificado con el que sufre, con el pobre, con el abatido.
Señor Jesús, no quiero ser indiferente a tu llamado. Quiero estar plenamente en tu vida y en tu Reino. Quiero ser ese samaritano, que aún rechazado, pueda cumplir y realizar los verbos que tú me propones a favor de mis hermanos.
Gracias Señor por tu enseñanza. Gracias por tu amor.
Que sea también un samaritano para los demás
Amén
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto?
Podemos decirle muchas veces:
Quién se portó cómo prójimo. (Versículo 36)
10,36: ¿Quién de los tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los asaltantes?

ACCION: ¿A qué me comprometo?
Para el momento de la acción, nos comprometemos a buscar a personas que realmente necesiten ayuda. Puede ser niños desamparados, niños en orfanatos, personas en hospitales, o enfermos que podamos acompañar, ancianos desvalidos. En fin, hagamos real los verbos de acción concreta para personas concretas que conozcamos, y lo hacemos en nombre de nuestro Señor
Ánimo en este caminar.


martes, 2 de julio de 2013

Lectio Divina 14to. Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C TEXTO BIBLICO: Lucas 10, 1-20


«!!!La cosecha es abundante pero los obreros son pocos¡¡¡»
10,1: Después de esto designó el Señor a otros setenta [y dos] y los envió por delante, de dos [en
dos], a todas las ciudades y lugares adonde pensaba ir.
10,2: Les decía:
—La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los campos que
envíe trabajadores para su cosecha.
10,3: Vayan, que yo los envío como ovejas entre lobos.
10,4: No lleven bolsa ni alforja ni sandalias. Por el camino no saluden a nadie. 10,5: Cuando entren en
una casa, digan primero: Paz a esta casa. 10,6: Si hay allí alguno digno de paz, la paz descansará
sobre él. De lo contrario, la paz regresará a ustedes. 10,7: Quédense en esa casa, comiendo y bebiendo
lo que haya; porque el trabajador tiene derecho a su salario. No vayan de casa en casa. 10,8: Si entran
en una ciudad y los reciben, coman de lo que les sirvan. 10,9: Sanen a los enfermos que haya y digan a
la gente: El reino de Dios ha llegado a ustedes.
10,10: Si entran en una ciudad y no los reciben, salgan a las calles y digan: 10,11: Hasta el polvo de
esta ciudad que se nos ha pegado a los pies lo sacudimos y se lo devolvemos. Con todo, sepan que ha
llegado el reino de Dios. 10,12: Les digo que aquel día la suerte de Sodoma será menos rigurosa que la
de aquella ciudad
10,13: ¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se
hubieran hecho en Tiro y Sidón, hace tiempo habrían hecho penitencia vistiéndose humildemente y
sentándose sobre cenizas. 10,14: Y así, el juicio será más llevadero para Tiro y Sidón que para ustedes.
10,15: Y tú, Cafarnaún, ¿pretendes encumbrarte hasta el cielo? Pues caerás hasta el abismo.
10,16: Y dijo a sus discípulos:
—El que a ustedes escucha a mí me escucha; el que a ustedes desprecia a mí me desprecia; y quien
a mí me desprecia, desprecia al que me envió.
10,17: Volvieron los setenta [y dos] muy contentos y dijeron:
—Señor, en tu nombre hasta los demonios se nos sometían.
10,18: Les contestó:
—Estaba viendo a Satanás caer como un rayo del cielo. 10,19: Miren, les he dado poder para pisotear
serpientes y escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada los dañará. 10,20: Con todo,
no se alegren de que los espíritus se les sometan, sino de que sus nombres están escritos en el cielo.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio bíblico del texto
Is 66:10-14c
El texto de Isaías es parte de lo que se llama ‘teología de la restauración de Sión’. La gran ciudad de Dios,
tan humillada por Babilonia que la arrasó en 587 a.C., se levantará, brillará con la presencia de Dios de
nuevo dentro de ella. Este es el meollo del mensaje del “Tercer Isaías,” los cap. 56-66 de ese libro. En
este trozo del capítulo final, se repite lo que se dice en Is 60-62, justo después del regreso del exilio de
Babilonia en 538: habrá prosperidad, vendrán a Jerusalén las riquezas de la naciones paganas, Jerusalén
será consolada (ya se llamaba a la parte del libro atribuida al “Segundo Isaías” (Is 40-55) el “Libro de la
consolación,” pues comienza con la “Buena Nueva” consoladora del fin del exilio. Si esta lectura de Is 66
continuara, contendría otro trozo muy “universalista,” es decir, “inclusivo,” que habla de las naciones
paganas bien lejanas que finalmente conocerán la gloria de Yahveh, y aun de ellas serán tomados
sacerdotes y Levitas, algo tan extraordinariamente inclusivo como lo que se dice al principio del Tercer
Isaías (Is 56:1-7): los extranjeros y los eunucos podrán formar parte del pueblo de Dios, pues la casa de
Yahveh será llamada “casa de oración para todos los pueblos (incluyendo claro está a los paganos). La
inclusión de extranjeros (realmente extranjeros, no los trabajadores extranjeros residentes en Israel,
que es otra palabra) y de eunucos contradice las provisiones de Dt 23:2-7. A esto se le llamó a esto
“abrogación profética de la Torá.”
Ga 6:14-18
Aquí hay que señalar que esta vez la segunda lectura claramente expresa la línea inclusiva que está
implícita en la primera. En Cristo (quizá la expresión más importante en san Pablo, refiriéndose al único
cuerpo de Cristo en el cual estamos insertos para formar parte como en un templo) ya no hay
distinciones entre judío y pagano, ni siquiera entre hombre y mujer (Ga 3:23-29); estas distinciones y
separaciones de la “Torá post-caída” (la Torá después del pecado que causó exilio y después separación
estricta entre judío y gentil, mientras que antes del pecado de Adán y Eva no era así) fueron abolidas en
la cruz (Ef 2:11-18; Col 2:9-14). Muchos estudiosos consideran Ga 3:23-29 parte de una fórmula
bautismal.
Lc 10:1-20
El número 72 (algunos manuscritos tienen 70), como indica la Biblia de Jerusalén, representa el número
de las naciones paganas (la tradición judía cuenta 70 nombres de naciones en Gn 10 (ver v. 31), después
del diluvio. [Hay una misión de los Doce en Lc 9:1-6.] Aquí en Lucas se anticipa la misión de la Iglesia
fuera de Israel a los paganos, lo que Lucas narra mucho más paulatinamente en Hch 10. Los mensajeros
de la Buena Noticia, comerán lo que les den sus beneficiarios. El cumplimiento de las profecías de Isaías,
según las cuales de Jerusalén sale la Palabra de Yahveh y las riquezas de las naciones vienen a la Ciudad
santa, se ve claramente en Rm 15:25-27: Pablo ha hecho una colecta entre los cristianos griegos
antiguamente paganos convertidos al Dios verdadero por la labor de los apóstoles judíos precisamente
para los pobres judíos cristianos en Jerusalén, llamados “santos.” Así hay intercambio de bienes
espirituales y materiales.
Todo esto es signo de que estamos en los últimos tiempos, tema que trata Lucas (ver su añadido a la
profecía de Joel en Hch 2:17). Los enviados van de prisa sin nada y ni siquiera saludando en el camino.
Deben de predicar que el Reino de Dios ‘se les ha echado encima’ (Lc 10:9 según el sentido griego; cf. Mt
12:28). Para los que los reciban habrá paz (shalom), según la versión más judía de Mateo 10:12-15;
podríamos decir, habrá consolación, tema muy de Lucas que sigue al Segundo Isaías (ver Lc 2:25-32).
Muchos no aceptaron esta paz que es la consolación del Espíritu (“Paráclito” viene de la palabra griega
para “consolar,” que se usa en Is 40:1). Así, Jesús se lamentó sobre Jerusalén, que no entendiendo las
profecías de Isaías, no reconoció esta paz, Lc 19:41-44. Esta paz escatológica se basa en la victoria de
Jesús sobre el diablo y el mal, algo que Jesús vio en una visión apocalíptica, Lc 10:18, victoria que nos da
acceso al “cielo,” a la presencia de Dios perdida por el primer pecado.
Preguntas para reconstruir el texto y entender las lecturas:
1. ¿A quienes envío el Señor? ¿A cuántos? ¿Y como?
2. ¿Qué les decía sobre esté envío?
3. ¿Qué decía de Corozaín, Betsaida y Cafarnaún?
4. ¿Qué les dijo sobre el mismo y los discípulos?
5. ¿Qué le dijeron los discípulos a su regreso y él que les contestó?
6. ¿El libro de Isaías también es parte de que teología y porque?
7. Si la lectura de Isaías continuará contendría otro trozo muy “universalista,” es decir,
“inclusivo,”. ¿Quiénes podrán formar parte de la casa de Dios, el texto nombra a 4
grupos?
8. La expresión más importante en san Pablo, refiriéndose al único cuerpo de Cristo en el
cual estamos insertos para formar parte como en un templo. ¿Qué nos quiere decir esto
según esté texto?
9. ¿Qué representa el número 72? ¿Lo que Lucas narra en este texto a que profecía
corresponde?
10. ¿Qué fue lo que se lamento Jesús de Jerusalén?
MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto?
Nos preguntamos:
Las lecturas de este domingo, nos hablan de incluir a todos en la predicación del Reino de Dios. Todos
los pueblos, naciones y culturas merecen conocer el Evangelio, la Buena Noticia.
1. ¿Qué hago yo específicamente para que otras personas puedan conocer a Jesús?
2. ¿Soy un discípulo convencido que si creo en Jesús, mi deber no es esconderlo sino
anunciarlo?
3. ¿Cuáles son los obstáculos con que hoy me encuentro para enseñar el Evangelio a las
demás personas de diferentes culturas?
4. ¿Cómo entiendo yo estas palabras de Jesús: El que a ustedes escucha a mí me escucha; el
que a ustedes desprecia a mí me desprecia; y quien a mí me desprecia, desprecia al que me
envió.? ¿Me doy cuenta que yo soy mensajero de Jesús?
5. ¿Soy conciente que Jesús se identifica conmigo cuando anuncio el Evangelio?
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor?
Señor, tu Palabra es muy clara. Tú viniste para salvarnos a todos. No quieres que ninguna persona se
quede fuera de la Salvación que Tú ofreces.
Gracias por elegirme como discípulo y misionero tuyo. Quiero ser fiel y quiero darme cuenta que sólo
soy un mensajero tuyo. El mensaje eres Tú mismo.
Que siempre tenga una vida de oración dedicada para ser cada vez más fiel en la misión de llevarte a Ti y
a tu Palabra a los demás.
Amén
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto?
Podemos decirle muchas veces:
La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los campos
que envíe trabajadores para su cosecha. (versículo 2)
ACCION: ¿A qué me comprometo?
Para el momento de la acción, nos comprometemos a prepararnos seriamente para ir a una misión.
Primero en la oración, luego también en las actividades, y buscar un grupo determinado para llevarles el
Evangelio del Señor. Dejar cosas y personas que tal vez en algún momento entorpezcan mi seguimiento
al Señor y por lo tanto mi dedicación al discipulado y a la misión.

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