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La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

martes, 22 de julio de 2014

Lectio Divina Dominical 27 de Julio de 2014 (Domingo XVII del Tiempo Ordinario Ciclo A)



                             


TEXTO BIBLICO: Mateo 13, 44-52
«¿Comprendieron todo esto?» 13,44: El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo: lo descubre un hombre, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va, vende todas sus posesiones para comprar aquel campo.
13,45: El reino de los cielos se parece a un comerciante de perlas finas: 13,46: al descubrir una de gran
valor, va, vende todas sus posesiones y la compra.
13,47: El reino de los cielos se parece a una red echada al mar, que atrapa peces de toda
especie. 13,48: Cuando se llena, los pescadores la sacan a la orilla, y sentándose, reúnen los buenos en
cestas y los que no valen los tiran. 13,49: Así sucederá al fin del mundo: separarán a los malos de los
buenos 13,50: y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el crujir de dientes.
13,51: ¿Lo han entendido todo?
 Le responden que sí, 13,52: y él les dijo:
 —Pues bien, un letrado que se ha hecho discípulo del reino de los cielos se parece al dueño de una
casa que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas.
LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio Bíblico.
Mateo continua con las parábolas del Reino. La primera de ellas es muy interesante, y tiene un versículo
solamente. Pero una gran riqueza para explorar. En tiempos de Jesús, era muy común que la gente que
poseía algunos tesoros, por ser esa zona un lugar de paso frecuente entre las grandes potencias, las
escondiera enterrándolas. Por lo que es muy posible que Jesús hable de experiencias conocidas dentro
de el mundo agrícola de su momento.
El trabajador de esta tierra, se encuentra preparándola para el sembradío, estaría quitando las piedras,
o pasando el arado. De repente encuentra un tesoro que está escondido en ese campo. Entonces
decide volverlo a enterrar, él sabe dónde está y Jesús usa tres verbos que este hombre hace: Va, Vende
y Compra. Tal vez es lo central de todo. El verbo “va” quiere decir que deja todo lo que está haciendo.
Pues encontró algo que es más importante. Vende: es decir, se despoja de todo lo que tiene pues
necesita el dinero porque sabe dónde hay un tesoro. Este despojo, incluirá en un momento, casa,
muebles, tal vez sus animales…. (el texto no lo dice, pero sus familiares podrían pensar que estaría mal
de la cabeza). Necesita todo ese dinero y se presenta ante dueño del campo, y compra el campo. (Es
obvio que se despojó de todo, pues sabía el valor que había en ese campo, aunque no se habla de la
honestidad que tuvo con el dueño del mismo, lo que quiere mostrar, es que cuando se encuentra algo de valor, uno es capaz de desprenderse de todo lo demás para adquirirlo). Ahora tiene algo que vale más.
El ejemplo del comerciante de perlas finas es muy parecido, pues si éste encuentra una perla de gran
valor, es capaz de deprenderse de todo, para conseguir ésta que vale mucho más que lo que tiene. Y los
tres verbos se repiten: Va, vende todo lo que tiene y la compra.
La siguiente parábola, es para los pescadores, algo muy importante. Recordarles lo que ellos mismos
hacían, cuando regresaban con la red con peces, hay algunos que sirven para la alimentación y otros no,
entonces al regresar con esa red, separan a los que sirven y los guardan y a los que no sirven los
descartan.
El Reino de los cielos es distinto a las expectativas humanas. El Reino se encuentra y hay que decidirse
por él y para eso dejar muchas cosas, si no es que todas las cosas. La Fascinación del encuentro de algo
de valor nos lleva a una alegría por el hallazgo. El Reino produce alegría, y por eso, para muchos es un
escándalo ese “vender” y desprenderse de todo lo que impide tener para sí el Reino.
La parábola de la red, es parecida a la de la cizaña que veíamos la semana pasada. Se guarda lo bueno,
se descarta lo malo. En una red también caen moluscos, que aunque son comestibles eran considerados
peces malos, por no tener espina dorsal. Representan a los individuos “sin nervio” que por no haber
llevado una opción clara y coherente con el Evangelio, serán excluídos del Reino junto con los malvados.
Jesús, el maestro se preocupa de que su enseñanza sea bien comprendida, y finalmente deja algo en
claro, que aquellos que vienen de la Primera Alianza de Dios con su pueblo, podrán ser también
enriquecidos con la Nueva Alianza.
Reconstruimos el texto:
1. ¿Con qué parábola comienza Jesús este texto? ¿Cuáles son los verbos que usa?
2. ¿En qué se parece la siguiente parábola?
3. ¿Por qué los dos personajes de las parábolas estaban contentos y con alegría?
4. ¿Qué cambios en la vida de estas personas se pudieron haber producido?
5. ¿La parábola de la red a cuál se parece?
6. ¿Cuál es la enseñanza de estas parábolas?
7. ¿En qué se parece una persona que conociendo la primera Alianza acepta la nueva
Alianza?
MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
1. ¿En cuántos momentos de mi vida podría señalar que me he sentido muy cerca del tesoro,
como el Señor de la Parábola?
2. ¿Qué es lo que me impide adquirir ese tesoro?
3. De los tres verbos puestos en las dos parábolas; Va, Vende, Compra. ¿Cómo podría yo
entenderlos en mi vida?
4. ¿Hacia dónde debería ir?
5. ¿Qué es lo que debería deshacerme en mi vida para poder adquirir el tesoro?
6. ¿Qué sentimiento se producirá en mí cuando verdaderamente me desprenda de todo lo que me
impide adquirir el tesoro que es el reino de los cielos? ¿Deseo esa alegría para mí? ¿Qué espero
entonces?
7. ¿Me doy cuenta que en la parábola de red Jesús explica muy bien que sólo hay dos caminos?
¿Cuál seré yo? ¿El seleccionado para el reino, o el descartado?
ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora.
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:
Gracias Señor por tu Palabra Salvadora.
Gracias porque nos invitas a encontrar el tesoro escondido.
Sabemos que adquirir el tesoro, nos dará mucha alegría, pero para eso, debemos desprendernos de
muchas cosas que nos impiden vivir en plenitud como cristianos.
Señor, que podamos entender cuáles son las actitudes, las cosas y los sentimientos que no permiten
que el tesoro del Reino esté con nosotros.
Danos el valor para desprendernos de todo esto Señor, nos cuesta, porque estamos aferrados a
tantas cosas, tantas actitudes de orgullo, que nos impiden adquirir el tesoro.
Perdónanos Señor, cuando nos aferramos a cosas que no producen más que apegos.
Señor, el tesoro y la perla, representan la alegría. Nosotros queremos estar alegres, queremos
adquirirlos plenamente.
Danos valor para vivir de tal manera que encontremos estos tesoros, y seamos coherentes en
nuestra vida.
Amén
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el texto?
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para
que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
¿Lo han entendido todo? (versículo 51)
Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.
ACCION: ¿A qué me comprometo?
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
Si estoy solo, vuelo a releer el texto, haciéndome las preguntas más intensamente. Analizo los tres
verbos y me propongo cumplirlos. Debo Salir ¿Dónde? Debo deshacerme de cosas, actitudes, estilos de
vida que me impiden adquirir el Tesoro. Debo llegar a la perfecta alegría, experimentarla, cuando haya
dejado todo para seguir al Señor y vivir en su Reino. Como acción concreta, dedicaré un tiempo muy
especial para ir a servir a personas que verdaderamente lo necesitan.
En el grupo. Representar las tres parábolas, insistiendo en la alegría que se obtiene cuando uno obtiene
el tesoro, o la perla. También la alegría de ser elegido para el Reino. Pero como siempre es necesario
mostrar esa alegría, haremos una misión de la alegría por lugares donde haya personas que necesiten
que les recordemos la alegría. Pueden ser hospitales, o bien hogares donde haya servicios que realizar

comunitarios que los haremos con alegría.

miércoles, 16 de julio de 2014

Lectio Divina Dominical XVI del Tiempo Ordinario Ciclo A TEXTO BIBLICO: Mateo 13, 24-43

                        


               «Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha




13,24: Les contó otra parábola: 
 —El reino de los cielos es como un hombre que sembró semilla buena en su campo.13,25: Pero, 
mientras la gente dormía, vino su enemigo y sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. 13,26: Cuando 
el tallo brotó y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. 
 13,27: Fueron entonces los sirvientes y le dijeron al dueño: Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu 
campo? ¿De dónde le viene la cizaña? 13,28: Les contestó: Un enemigo lo ha hecho. 
 Le dijeron los sirvientes: ¿Quieres que vayamos a arrancarla? 13,29: Les contestó: No; porque, al 
arrancarla, van a sacar con ella el trigo. 13,30: Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha. Cuando llegue 
el momento, diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña, y en atados échenla al fuego; luego 
recojan el trigo y guárdenlo en mi granero. 
 13,31: Les contó otra parábola: 
 —El reino de los cielos se parece a una semilla de mostaza que un hombre toma y siembra en su 
campo. 13,32: Es más pequeña que las demás semillas; pero, cuando crece es más alta que otras 
hortalizas; se hace un árbol, vienen los pájaros y anidan en sus ramas. 
 13,33: Les contó otra parábola: 
 —El reino de los cielos se parece a la levadura: una mujer la toma, la mezcla con tres medidas de 
harina, hasta que todo fermenta. 
 13,34: Todo esto se lo expuso Jesús a la multitud con parábolas; y sin parábolas no les expuso nada. 
 13,35: Así se cumplió lo que anunció el profeta: 
 Voy a abrir la boca pronunciando parábolas, profiriendo cosas ocultas desde la creación [del mundo]. 
 13,36: Después, despidiendo a la multitud, entró en casa. Fueron los discípulos y le dijeron: 
 —Explícanos la parábola de la cizaña. 
 13,37: Él les contestó: 
 —El que sembró la semilla buena es el Hijo del Hombre; 13,38: el campo es el mundo; la buena semilla 
son los ciudadanos del reino; la cizaña son los súbditos del Maligno; 13,39: el enemigo que la siembra es 
el Diablo; la cosecha es el fin del mundo; los cosechadores son los ángeles. 
 13,40: Como se junta la cizaña y se echa al fuego, así sucederá al fin del mundo: 13,41: El Hijo del 
Hombre enviará a sus ángeles que recogerán de su reino todos los escándalos y los 
malhechores; 13,42: y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el crujir de 
dientes. 13,43: Entonces, en el reino de su Padre, los justos brillarán como el sol. 
 El que tenga oídos que escuche. 


LECTURA: ¿Qué dice el texto? 

Estudio Bíblico. 

Mateo nos dice que Jesús utilizará el género literario llamado parábola para explicar la realidad del 
Reino de Dios. Pero esta explicación es muy diferente de las expectativas que tienen sus oyentes, 
especialmente el pueblo que esperaba una restauración completa de la nación. Ellos estaban esperando 
un líder político (recordemos que toda la nación estaba ahora bajo el dominio del poder del Imperio 
Romano). Tal vez hasta sus mismos discípulos se sienten confundidos por las mismas resistencias que 
tienen las distintas corrientes ideológicas y religiosas como los fariseos, los zelostas, esenios, etc., 
quienes creían que había que formar una comunidad de “justos”, claramente separados de los malvados 
y de los infieles. Así entonces se iría preparando la venida del Reino de Dios. 

Pero Jesús en cambio, les hace comprender que el Reino está presente y crece desde ahora, aunque su 
desarrollo completo, tenga obstáculos, como lo explica en la parábola con la cizaña, que siembra el 
enemigo. 

Jesús aclara que la eliminación definitiva de las fuerzas del mal no vendrá sino hasta el final de los 
tiempos, cuando Él vuelva a juzgar a todos. Entonces es necesario entender que los momentos que se 
viven deban caracterizarse por la paciencia, la esperanza y la confianza. 

Dios mismo intervendrá para destruir el mal y tutelar a los que le pertenecen, pero no corresponde ahra 
proceder a una depuración de la humanidad, pues no tenemos los medios espirituales ni la autoridad de 
Dios. Nos toca por nuestra parte incrementar el bien y hacerlo desarrollar. 

Por ejemplo, en el grano de mostaza y la levadura, nos damos cuenta que son pequeños, insignificantes, 
pero que crecen y hacen crecer. Hay una potencia en el interior de los mismos. 

Jesús también nos advierte que la comunidad de perfectos hijos de Dios no será nunca en el mundo, 
deberá tolerar en su interior individuos turbulentos y ser capaz de superar las ocasiones de tropiezo. 

El trabajo por apoyar el Reino y hacer conocer la Buena Noticia desembocará en la gloria, cuando el Hijo 
del Hombre entregará el Reino al Padre. En todas estas parábolas, hay un proyecto divino sobre el 
cosmos, porque lo que estaba oculto desde la creación, se está mostrando ahora a los ojos del pueblo. 

Reconstruimos el texto: 

1. ¿Cuál es la primera parábola que narra Jesús en este pasaje? ¿Qué sembró una persona?  
2. ¿Quién vino después y qué hizo en su campo? 
3. ¿Qué le dijeron los sirvientes al dueño del campo? ¿Qué querían hacer? 
4. ¿Qué les contestó el dueño del campo? 
5. ¿Cuál fue la siguiente parábola que Jesús usó para comparar el Reino de los cielos? 
6. ¿Cómo es el Reino entonces? 
7. ¿Hay una tercera parábola? ¿Quiénes son los destinatarios de esta parábola? 
8. ¿Qué pasó cuando los discípulos se quedaron solos con Jesús? ¿Qué le pidieron? 
9. ¿Cómo explicó Jesús la parábola de la buena semilla y la cizaña? ¿Qué significa cada una? 

MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto? 

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación: 

1. ¿Estoy atento a las enseñanzas de Jesús? ¿Sigo con frecuencia su palabra? 
2. ¿Cómo podría yo hoy interpretar la parábola de la buena semilla y la cizaña en mi propia vida? 
3. ¿Tengo algo parecido que pueda entender en mi vida? ¿Seré yo como ese campo donde hay 
sembrada semilla buena y cizaña? 
4. ¿Cómo puedo yo hoy entender la parábola de la semilla de mostaza en mi vida? ¿Será que una 
buena acción a favor de la evangelización puede llevar adelante un proceso que no espero, 
como el árbol de mostaza, que creció mucho, por la fuerza que hay dentro de la semilla? 
5. Y la parábola de la levadura en la masa ¿Tendrá que ver también con el proceso de 
evangelización? 
6. ¿Cómo me siento yo frente a la explicación de la parábola de la buena semilla y la cizaña? 
¿Entiendo que la cizaña puede estar dentro de mí y que puedo ser yo mismo el generador de 
hacerla crecer? ¿Entiendo cuál será el final? 
7. No puedo decir ahora que Jesús no habló con claridad para mí. 

ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor? 

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. 
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor: 

Gracias Señor por tu Palabra Salvadora. 
Gracias, porque voy entendiendo cada vez más que yo soy parte de tu Reino, que no es algo fuera de mí, 
sino dentro mío. 
Señor, Tú sabes cómo es mi interior, tú sabes mejor que nadie cómo soy y cuánto esfuerzo hago para 
que “el campo de mi vida” esté bien preparado para que Tú siembres la buena semilla. Ayúdame Señor, a resistir la cizaña. Pero sobre todo ayúdame a entender que el enemigo ronda sobre mí, y quiere acabar 
con la buena cosecha. 
Dame el valor de resistir estas tentaciones, de dejar ahogar la semilla buena con la cizaña. Señor Tú 
sabes de mi amor por Ti, no dejes que la tentación sea más fuerte. 
Deja que en mí crezca la fe y la esperanza como la semilla de mostaza. 
Señor, dame la gracia de poder ser evangelizador, de poner como la levadura en la masa, la buena 
Noticia en el corazón de mis hermanos. Que me sienta misionero, que pueda colaborar con el Reino. 

Amén 

CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el texto? 

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para 
que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón. Usaremos la misma frase de la semana pasada, ya 
en este contexto. 

“El que tenga oídos, que escuche”, (versículo 43.) 

Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga. 

ACCION: ¿A qué me comprometo? 

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano. 

Si estoy solo: Me propongo releer con profundidad este texto bíblico. Ver de aplicarlo a mi propia vida. Y 
responder con mayor profundidad las mismas preguntas que tengo internamente. Voy a realizar una acción 
evangelizadora, haciendo de mi vida actos concretos con personas concretas que necesitan conocer a Jesús. 
Identifica esas personas, ve a orar con ellas, dales el consuelo del Evangelio y preséntales el esplendor de la verdad 
que es Jesús. El acto de caridad más importante es sacar de la ignorancia religiosa a quien ha sido envuelto por la 
cizaña. Lo hacemos sin juzgar, sino con caridad. 

En el grupo: Dramatizar estas parábolas, así nos van entrando las ideas desde otra forma. También puede ser 
ponerle música y cantarlas. Esto nos ayudará para entenderlas mejor. Pero no estaría completo si no hacemos un 
acto de caridad. Vamos a ir, como la levadura en la masa, a algún lugar donde necesiten nuestros servicios. Puede 
ser en lugares muy pobres, donde podemos ayudar, o bien donde podemos dar testimonio de la buena semilla 
sembrada en nosotros. Privilegiando los más alejados y marginados, como los elegidos por el Señor, para 

acompañarlos y pasar nuestro tiempo con ellos.

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