Material Asamblea 2010 P.D.M

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La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

lunes, 23 de junio de 2014

LECTIO DIVINA Domingo Fiesta de San Pedro y San Pablo Ciclo A

                                              



                              Invocación al Espíritu Santo:


Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de
su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén

                                          TEXTO BIBLICO: Mateo 16, 13-19
                                       «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo»
                                   

  

16,13: Cuando llegó Jesús a la región de Cesárea de Felipe, preguntó a los discípulos:
 —¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
 16,14: Ellos contestaron:
 —Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que es Elías; otros, Jeremías o algún otro profeta.
 16,15: Él les dice:
 —Y ustedes, ¿quién dicen que soy?
 16,16: Simón Pedro respondió:
 —Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
 16,17: Jesús le dijo:
 —¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre
del cielo! 16,18: Pues yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi Iglesia, y el imperio
de la muerte no la vencerá.
 16,19: A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo; lo
que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio bíblico del texto.

Este próximo domingo coincide con la fiesta de los dos santos Pilares de nuestra Iglesia, Pedro y Pablo.
Por eso la liturgia se dirige a estas lecturas, en vez de seguir los domingos del tiempo ordinario.
  Pedro como columna de la Iglesia representa la fidelidad y Pablo la misión y la evangelización. La
vocación universal de la Iglesia madre, tiene en Pablo su expansión, pero en Pedro su unidad
irrevocable.
 El texto comienza cuando Jesús pregunta a sus Apóstoles ¿Quién dice la gente que es el Hijo del
Hombre? Este título, mesiánico, que el mismo Jesús se atribuye, ya lo encontramos en el Antiguo
Testamento. (En el profeta Daniel, al respecto leemos en 7,14 Le dieron poder real y dominio:
todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su
reino no tendrá fin). Por lo que los judíos estaban esperando un rey que dominase desde el Pueblo
de Israel a todos. Un gran poder para aplastar a los enemigos. La gente tiene en Jesús esperanzas de
este tipo, se acerca el gran dominio y el dominador…

Pero las respuestas de los Apóstoles varían. Hablan que Jesús es como si fuera que han vuelto a la vida
Juan el Bautista, Elías, Jeremías o algún otro de los profetas. Esto merecería una aclaración. Los judíos
sabían que el profetismo se había acabado con Malaquías y ellos esperaban que Dios restaurara a los
verdaderos profetas. También es importante recordar en doctrinas de la resurrección que tenían
muchos grupos y por lo que no sería extraño que Jesús fuera uno de ellos que había vuelto a profetizar
en Israel.

La pregunta se personaliza, ahora no es lo que “la gente” piensa... sino lo que ellos dicen y piensan y
dicen sobre Jesús.

Es Simón Pedro, quien toma la palabra y lleno del Espíritu declara solemnemente: Tú eres el Mesías el
hijo del Dios vivo. Esta respuesta no viene dada por la sabiduría humana, sino por una revelación que el
Padre Dios le hace a Simón, por lo cual Jesús inmediatamente le cambia el nombre. Este cambio de
nombre indica una nueva identidad, una nueva misión: Pedro, que significa piedra o roca es el cimiento
de la comunidad que creerá desde ahora que Jesús es el Mesías, el Señor, el Salvador. Esta comunidad
que es la Iglesia tendrá poder sobre el imperio de la muerte y la vencerá. Pues ninguna esperanza había
antes de Jesús y su Iglesia para vencer al gran enemigo de la humanidad: la muerte. Se agrega otro
símbolo: las llaves del reino de los cielos. Y sobre todo atar y desatar, desde la tierra al cielo. Figura que
hace que Pedro y la Iglesia, desde este mundo, tienen también el poder sobre la dimensión celestial.

Ya el poderío es el máximo otorgado, pero no fue el poder de aplastar a los enemigos humanos, sino de
aplastar al mal, al pecado, y su consecuencia la muerte eterna. Ya no es un reino que está sobre los
demás para explotarlos, sino al contrario un reino al servicio para todos los demás. Aquí aplicamos
entonces el nuevo enfoque del poder, que es el servicio.

 Reconstruimos el texto:

1. ¿Dónde se desarrolla el texto?
2. ¿Cuál fue la pregunta que les hizo Jesús a sus Disícpulos?
3. ¿Cuál fue la contestación que le dieron? ¿Con quiénes lo confundían a Jesús?
4. ¿Cuál es la nueva pregunta?
5. ¿Quién fue el que contesta?
6. ¿Porqué Pedro contestó así? ¿Quién le dio esa idea?
7. ¿Qué le dice Jesús a Simón Pedro?
8. ¿Qué poder le entregará?

MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

1.      En muchas ocasiones escuchamos hablar sobre Jesús
2.      ¿Qué es lo que dice hoy la gente sobre Jesús?
3.      ¿Podrías hacer un resumen de todo lo que la gente dice hoy desde Jesús?
4.      ¿En qué te identificas tú de estas cosas que dicen?
5.      ¿Son todas de acuerdo al Evangelio?
3. Jesús vuelve a preguntarte a ti, hoy ¿Qué piensas tú de Jesús, qué dices de Él?
Toma un momento para pensar antes de contestar.
4. ¿Es Jesús el Mesías para ti? ¿Qué implica seguir a Jesús, y dejarle a Él el título de Mesías en tu vida? ¿En qué cambia tu vida, si Jesús es el Señor?
5. ¿Acepto las palabras de Jesús sobre Pedro, y la Iglesia? ¿Reconozco que es la Iglesia la única institución confiada por Jesús que tiene poder sobre el imperio de la muerte?
6. ¿Entiendo que Jesús confió también el atar y desatar a Pedro? ¿Confío en que sus legítimos sucesores, hoy el Papa, son los que nos unen en la fe en Cristo?

ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora.
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:
 Gracias Señor por tu Palabra Salvadora.
Gracias por llamarnos a vivir y celebrar tu Palabra en la Iglesia. 

Te pedimos perdón por las veces que dudamos en nuestra fe y nos dejamos confundir con lo que el
mundo actual dice sobre Ti. Perdón Señor por seguir corrientes que no te reconocen como el
verdadero Mesías.
Danos fuerzas Señor para mantenernos en tu Iglesia, como fieles discípulos. Que amemos a tu
Iglesia y amemos a quienes nos sirven, al sucesor de Pedro y los Obispos.
Que seamos responsables en tu Iglesia. Ya que Tú nos confías el ministerio de seguirte y de ser fieles
en la Iglesia como testimonio para que el mundo crea en Ti.

CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el
texto?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para
que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

Tú eres el Mesías, el hijo de Dios vivo. (versículo 16)

Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.



ACCION: ¿A qué me comprometo?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

Si estoy solo, voy a releer profundamente el texto, y buscar la centralidad de mi fe Cristiana Católica. Y
voy a buscar una actividad que me ponga en actitud misionera frente a los demás. Sería importante
defender la Fe Católica, basada en Pedro y sus sucesores. Voy a encontrar a una persona que yo sé que
ha tenido dudas sobre la fe y voy a acompañarla, y ayudarle con todo respeto a encontrar el camino de
la seguridad del Evangelio de Jesús. Mi discipulado debe ser misionero. El seguir a Jesús también implica
ser pescador de otros para el Reino.

En el grupo. Hacer preguntas a la gente de qué es lo que opina hoy la gente de Jesús. Como una
encuesta entre las calles y preguntar: ¿Quién es Jesús para Ud? y ¿Qué opina hoy de la Iglesia? y luego
juntar todas las preguntas y ver las opiniones de la gente de nuestro barrio o ambiente. Ahora con todas
las respuestas tratar de hacer un proyecto misionero para presentar la verdad de Jesús y de su Iglesia en
medio de posibles errores que puedan haber. No olvidar también salir como Iglesia a buscar personas

necesitadas y llevarles consuelo, afecto en nombre del Señor.

lunes, 16 de junio de 2014

LECTIO DIVINA FESTIVIDAD DE CORPUS CHRISTI Ciclo A

                                                    

                                       FESTIVIDAD CORPUS CHRISTI                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   


           
        
                                Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de
su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén                      


                                                       TEXTO BIBLICO: Juan 6, 51-58
«El que coma de este pan vivirá eternamente»
 6,51: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Quien coma de este pan vivirá siempre. El pan que yo doy para
la vida del mundo es mi carne.
 6,52: Los judíos se pusieron a discutir:
 —¿Cómo puede éste darnos de comer [su] carne?
 6,53: Les contestó Jesús:
 —Les aseguro que, si no comen la carne y beben la sangre del Hijo del Hombre, no tendrán vida en
ustedes.
 6,54: Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. 6,55: Mi
carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. 6,56: Quien come mi carne y bebe mi
sangre habita en mí y yo en él. 6,57: Como el Padre que me envió vive y yo vivo por el Padre, así quien
me come vivirá por mí.
 6,58: Éste es el pan bajado del cielo y no es como el que comieron sus padres, y murieron. Quien come
este pan vivirá siempre.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio bíblico del texto.

El Evangelista y Apóstol Juan, pone en boca de Jesús el así llamado: discurso sobre el pan de vida.

El Pan, es alimento, y es necesario para la vida. Pero Jesús hace esto como una comparación con el pan
que alimenta momentáneamente y el pan que alimenta para siempre, para la vida eterna.

Aquí Jesús habla del Pan y lo relaciona con su propia carne. Esta parte del texto, se vuelve más sacrificial,
y en el contexto de la tradición de la Iglesia, se vuelve más Eucarístico. El sacrificio de Jesús, a través de
la Pascua, nos ayuda a poder entender este texto. Es su entrega como el único sacrificio agradable al
Padre, unido al memorial de la última cena, en que toma sentido este texto.

No es de culpar a los judíos que aparecen aquí, sin entender el mensaje de Jesús. Realmente sólo
después de la experiencia Pascual, es cuando todo lo dicho por el Señor toma otra dimensión. 


Ahora no se trata sólo de recibir en la vida la Palabra reveladora de Jesús, sino de hacer un lugar en la
propia vida al misterio de su Persona, que quiere alimentarnos. Jesús es Pan de vida no solamente en
todo lo que Él hace, sino especialmente en su Iglesia, en el sacramento de la Eucaristía, donde el ámbito
comunitario de la unidad de los creyentes, también lo es con Cristo.

Estas palabras de Jesús: “El pan que yo doy para la vida del mundo es mi carne”.Es la cima de la
revelación sobre Jesús-Pan – Alimento. Jesús en su humanidad, se entrega sacrificialmente, por la
salvación del mundo entero, en la muerte en cruz. Por eso Él siempre dice “dar su vida” “dar su carne” y
lo hace para que todos tengan vida.

Jesús insiste: “Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida en mí y yo en él”. Jesús mismo es el
alimento que nos une al Padre. Curiosamente al revés de los alimentos normales que tomamos, de los
que extraemos las sustancias nutritivas y los transformamos en nuestra vida, la Eucaristía nos ofrece la
vida del que comemos. Nos transformamos en Aquel que nos alimenta y nos unimos así al Padre del
cielo. Este nuevo pan, es totalmente completo, no como el maná que comieron los israelitas en el
desierto y murieron. El que come de este pan, vivirá para siempre.

Reconstruimos el texto:

1. ¿A quién dirige su discurso Jesús?
2. ¿Con qué se compara el mismo Jesús?
3. ¿Por qué dice que Él es el Pan de Vida?
4. ¿Cuál es la relación entre el Pan y la carne de Jesús?
5. ¿Qué sucede con quien come el cuerpo y bebe la sangre del Señor?
6. ¿Cuál es la relación con quien come el pan y la vida para siempre?

MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

1. Jesús comienza su discurso diciendo: “Yo soy”, ¿reconozco en Jesús al Dios único y verdadero, el
mismo que habló desde el principio?
2. ¿Entiendo que Jesús vino con una encomienda especial de Dios Padre, que todos tuviéramos
vida?
3. ¿Entiendo que la Iglesia, siguiendo la tradición desde los primeros discípulos, continúa
ofreciendo el sacrificio Eucarístico para mi salvación? 

4. ¿Doy la importancia necesaria al Sacrificio del Señor? ¿Comulgo con frecuencia? ¿Lo hago con
toda la conciencia?
5. Jesús habla de comer el Pan de Vida, y que esto trae consecuencias para la vida eterna. ¿Soy
consciente que juego mi eternidad a través de este cumplimiento?
6. ¿Espero gozoso la resurrección del último día por la participación de la Eucaristía?


ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora.
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:

Gracias Señor por tu Palabra Salvadora.
Gracias por venir a darnos tu cuerpo y tu sangre como el Pan de Vida Eterna.
Queremos estar unidos a ti.


 
 CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el texto?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para
que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

Quien come este pan vivirá siempre (Versículo 58)

Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.


ACCION: ¿A qué me comprometo?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

Si estoy solo,. Me propongo profundizar en la lectura del texto. ¿Qué cambiará en mi vida? Te propongo
participar con mucha profundidad de una celebración eucarística. Y tal vez, pueda invitar a alguna
persona que aun conociendo al Señor, esté pasando por un momento de necesidad necesite de un
aliento para ir a orar contigo y alimentarse del Señor.

En el grupo: Reconocer cuáles son los impedimentos que tenemos y que ponemos para participar en la
celebración eucarística dominical. Pues muchos son católicos, pero no van a la celebración comunitaria.
Proponerse superarlas. Y como se trata de alimentos, ver la forma de conseguir alimentos para gente
que esté necesitada y poder llevarlos, recordándoles siempre que el verdadero alimento es Jesús el

Señor.

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Nuestra . Sra . del Rosario de Fatima Parroquia

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