Material Asamblea 2010 P.D.M

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La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

lunes, 26 de mayo de 2014

Lectio Divina Dominical 1 de Junio de 2014 (Domingo de la Ascención del Señor Ciclo A

                       LECTIO DIVINA
              FESTIVIDAD DE LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR Ciclo A
                                          


PRIMERA LECTURA: Hechos 1, 1-11
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 46, 2-3. 6-9
SEGUNDA LECTURA: Efesios 1, 17-23

Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de
su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén

                                           TEXTO BIBLICO: Mateo 28, 16-20
«Yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo»
 28,16: Los once discípulos fueron a Galilea, al monte que les había indicado Jesús.28,17: Al verlo, se
postraron, pero algunos dudaron.

 28,18: Jesús se acercó y les habló:
 —Me han concedido plena autoridad en cielo y tierra. 28,19: Vayan y hagan discípulos entre todos
los pueblos, bautícenlos consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,28,20: y enséñenles a
cumplir todo lo que yo les he mandado. Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.


BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio bíblico del texto.

El evangelista Mateo concluye su obra con este gran final, como si fuera una sinfonía, los acordes más
importantes quedan para el último, cuando los que escucharon, quedan resonando en las mentes y los
corazones estos últimos sonidos. Ahora, entonces, es el nuevo comienzo, que ha sido confiado a los
discípulos que harán en nombre del Señor su obra. Los seguidores, son los que ahora se transforman en
misioneros, por encargo del mismo Jesús.

Sin embargo, el mensaje central de este texto no consiste tanto en la aparición de Jesús, sino más bien
en la misión que Él confía a sus apóstoles. Ellos serán ahora los responsables de llevar esta Buena
Noticia, el Evangelio, la noticia esperada, y sumergir a todos en el misterio de Dios uno y Trino.

El lugar: el monte llamado de las bienaventuranzas, donde el él inició su ministerio. Allí Jesús dejó su
nueva alianza y aquí termina en la tierra su servicio. Queda en manos de los Apóstoles, de los discípulos,
de los seguidores, esta labor. Es el momento de la Iglesia, que debe llevarse hasta los confines de este
mundo. Nadie debe quedarse sin recibir, aceptar, la Buena Noticia y luego convertirse en propagador de
la misma.

El texto comienza con Jesús que es visto y reconocido por sus discípulos que lo adoran, y como dice otra
traducción, lo adoraron aún cuando antes habían dudado. El proceso de muerte y resurrección de Jesús
no debe haber sido fácil para ellos.

Las palabras de Jesús aquí son sencillas, cortas, claras y contundentes. Comienza Él diciéndoles algo que
reafirmará su identidad: “Todo poder me ha sido dado” o, me han confiado toda la autoridad tanto en el
cielo como en la tierra. Y es con esa autoridad que Jesús inaugura un nuevo tiempo mesiánico. Con esa
autoridad, los envía a todos los pueblos. Es decir les delega la autoridad, para que en su nombre, en el
nombre del que todo lo puede, vayan y conviertan a todos.
  Tristemente la Palabra autoridad hoy está muy desgastada, pues quienes la han ejercido han abusado de
ella. Por eso nos cuesta a nosotros entender qué es esto de “la autoridad”. La delegación de un poder.
Hay que intentar sobrepasar las fronteras de la mente para no querer medir a Dios que es inmedible,
sino solamente aceptarlo. Él con la autoridad recibida del Padre, la confía a sus discípulos, a su Iglesia,
pero no para abusar, sino para servir.

Pongamos atención en los verbos posteriores: Vayan, hagan discípulos míos, bautícenlos
consagrándolos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir lo que les he mandado. Yo
estaré con ustedes hasta el fin del mundo.

El primer verbo, que a veces no queda muy claro es el verbo ir, que está conjugado en el modo
imperativo. No es una sugerencia, Jesús con su autoridad, manda, y dice claramente “VAYAN”. Es decir,
no se queden, no se estanquen, salgan anuncien. Ese salir de sí mismo, de la zona de confort, del lugar
donde se sienten cómodos, para ir a llevar el mensaje con un propósito: hacer discípulos.

A los que crean, los bautizan, los consagran. Bautizar significa sumergir, es decir, les da la autoridad para
que los introduzcan en el misterio divino trinitario. Pero también da otro mandato: Enséñenles a cumplir
todo lo que les he mandado. Enseñar, es una de las primeras actividades de la Iglesia.

Salir, bautizar, enseñar. Con estos tres verbos sintetizamos la gran apertura de la Iglesia, en la que estará
presente Jesús por siempre, hasta el fin del mundo.

Reconstruimos el texto:

1. ¿Cómo comienza el texto? ¿Dónde habían ido los Apóstoles? ¿A quien encontraron?
2. ¿Cuál fue la reacción de los Apóstoles cuando vieron a Jesús?
3. ¿Qué les dice Jesús a los Apóstoles sobre su autoridad?
4. ¿Para qué usa la autoridad Jesús?
5. ¿Cuáles son los verbos que Jesús les indica a los Apóstoles que deben seguir?
6. ¿En qué tiempo verbal están conjugados? ¿Qué significa esto?
7. ¿Cómo finaliza el texto? ¿Qué dice Jesús?

MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

1. Jesús vuelve a citarnos ¿acudimos a su llamado?
2. ¿Reconocemos a Jesús como el Cristo Resucitado, el Señor de la Historia?
3. ¿Qué significa adorar a Jesús? ¿Acaso también adoro a otros que tengo por dioses, como el
poder, el placer, el poseer, el dominar? Sé sincero contigo mismo, y preséntate al Señor como
eres. 
 4. ¿Reconozco la autoridad de Jesús? ¿Entiendo que su autoridad ejerce todo el poder para el
servicio?
5. Cuando Jesús dice: VAYAN ¿en que pienso yo? ¿Qué ese mandato es para los otros? O ¿también
es para mí? Muchos dicen que nosotros hemos malinterpretado este mandato, hemos
construido templos, salones parroquiales, nos metemos dentro y desde adentro en nuestra zona
de confort, decimos: “Vengan si quieren que los evangelicemos” ¿Estará bien esta postura?
6. Si yo he sido bautizado, reconozco todos los días el valor de mi bautismo.
7. ¿Enseño a los demás todo lo que ha mandado el Señor? ¿o creo que esto es sólo para los
maestros, catequistas, evangelizadores y misioneros?
8. ¿Me doy cuenta que una Iglesia misionera es lo que hace falta? ¿y que yo mismo debo ser
misionero, el que hace discípulos a los demás?
9. Jesús prometió su presencia, pero también las condiciones las dio antes. Vivamos su presencia
mientras salimos, evangelizamos, anunciamos, proclamamos el único bautismo y enseñamos.

ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora.
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:

Gracias Señor por tu Palabra Salvadora.
Cuántas veces me cuesta encontrarte, reconocerte.
Señor, tú me llamas, tú vienes a buscarme.
Que reconociéndote te alabe y te adore.
No me dejes que caiga en la tentación de ir en búsqueda de ídolos falsos.
Sólo Tú Señor puedes salvar, puedes curar, puedes hacerlo con tu autoridad.
Gracias por delegarme tu autoridad para salir en tu nombre bendito,
A anunciar a los pueblos tu misericordia, tu perdón, tu reconciliación con la humanidad.
Que nunca me canse de enseñar a los demás, que no tenga miedo de proclamarte públicamente,
aún en medio de esta sociedad que quiere relegarte a los rincones.
Quédate con nosotros, nuestra vida sin Ti no vale.
Quédate hasta el fin del mundo y de la Historia como lo has prometido.
Y que seamos nosotros los que continuemos con tu Historia de Salvación.
Amén.

CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el
texto?


Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para
que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón. 

“VAYAN Y HAGAN DISCÍPULOS… YO ESTARÉ CON USTEDES HASTA EL FIN DEL MUNDO.”
(versículos 19-20)

Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.

ACCION: ¿A qué me comprometo?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

Si estoy solo, vuelvo a leer el texto, busco el interior de las palabras que son dadas para mí. Descubro
estos verbos que Dios me dice a mí: vayan!!! Y hago un propósito de salir de mi zona de confort, de
donde me siento bien. Me propongo ir a algún lugar donde nunca antes había anunciado el Evangelio.
Puede ser en mi grupo de amigos, pero también puede ser un lugar donde habiten personas que se
muestran hostiles con la sociedad, tal vez porque nadie les habló de Jesús. Escribe tu compromiso
misionero.

En el grupo. Es importante destacar la importancia de estos verbos como vayan, salgan, enseñen.
¿Cómo podemos adaptarlos a nuestra vida de grupo cristiano? Proponerse una misión de visitar a
algunos grupos de jóvenes que suelen estar reunidos sin mucho que hacer o en lugares donde
normalmente no se habla de Jesús y como grupo poder hacer un servicio eclesial. Somos la prolongación
de las manos de Jesús. 

domingo, 18 de mayo de 2014

Lectio Divina Dominical 25 de Mayo de 2014 (Domingo VI de Pascua Ciclo A)

                                   LECTIO DIVINA
                         Domingo VI de Pascua Ciclo A




PRIMERA LECTURA: Hechos 8, 5-8. 14-17
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 65, 1-3ª. 4-7a. 16-21
SEGUNDA LECTURA: 1Pedro 3, 15-18

Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de
su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén

                                                   TEXTO BIBLICO: Juan 14, 15-21
                                                   «Volveré para estar con ustedes»

                                
     


14,15: Si me aman, cumplirán mis mandamientos; 14,16: y yo pediré al Padre que les envíe otro
Defensor que esté siempre con ustedes: 14,17: el Espíritu de la verdad, que el mundo no puede
recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará
en ustedes. 14,18: No los dejo huérfanos, volveré a visitarlos.
 14,19: Dentro de poco el mundo ya no me verá; ustedes, en cambio, me verán, porque yo vivo y
ustedes vivirán. 14,20: Aquel día comprenderán que yo estoy en el Padre y ustedes en mí y yo en
ustedes. 14,21: Quien recibe y cumple mis mandamientos, ése sí que me ama. Y el que me ama será
amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.



LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio bíblico del texto.

El evangelista Juan pone en este texto unas ideas muy centrales: El amor lleva al cumplimiento de los
mandamientos, y ese cumplimiento tiene una recompensa. Hay que leer con esta clave el texto para
comprenderlo:

Si me aman, obedecen mis mandamientos y yo pediré al Padre que les envíe el Espíritu Santo.

Este discurso, llamado “de despedida”, Jesús asegura a los discípulos, que va con el Padre, pero los
consuela diciendo que no los dejará huérfanos, que estará con ellos, que les enviará el defensor, el
Espíritu Santo. Pero deben cumplir, obedecer, mantenerse, cuidar, guardar los mandamientos (todos
esos verbos aparecen en las traducciones al español). Al mantenerse en los mandamientos los
discípulos se adhieren a la voluntad de Dios. Es como un nuevo éxodo, una salida de sí mismo para llegar
a una tierra prometida que exige el paso por el desierto. Es un éxodo espiritual que se concentra en la
actitud de obediencia a los mandamientos de Jesús.

Pero ¿cuáles mandamientos? La Ley preveía primero los 10 grandes mandamientos de Moisés y luego
muchísimas normas más que están en los primeros libros llamados los libros de la Ley. Jesús, propone la
simpleza de “amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a sí mismo”. Y establece unas ideas
centrales que encontramos en las Bienaventuranzas y también en el llamado Juicio Final de cómo se
comportaron.

Jesús insiste: Si me aman, cumplirán mis mandamientos. El amor a Jesús no un sentimiento solamente,
sino un acción de vida fiel a su Palabra. El amor de Dios, tampoco es un sentimentalismo, es una Palabra
hecha hombre, Jesús, el Cristo. El amor es una persona, que vino a este mundo a cambiar nuestra
mentalidad egoísta en amor real, verdadero y en una vida nueva en Cristo.

Pero para esto, necesitarán los discípulos una ayuda, y entonces es que Jesús les aclara que enviará al
Espíritu Santo, para que esté siempre con los seguidores de Jesús.

De muchas maneras se ha traducido al Español al Espíritu Santo: Paráclito, Defensor, Abogado,
Consolador… etc. Es que la acción del Espíritu Santo es recordarnos a Jesús, traerlo a nuestra vida y
animarnos. Su presencia no nos deja huérfanos. Él nos ama, se entrega por sus discípulos. Sus discípulos
lo aman, cumplen sus mandamientos, cambian de vida, el Padre los ama y el Espíritu Santo se derrama
sobre todos los creyentes.

De esta manera que parece un juego de amor entre Dios y sus discípulos, Él se manifiesta, y vive en
medio de los seguidores, o sea de la Iglesia. 




Reconstruimos el texto:

1. ¿Qué es lo primero que Jesús pide a los que verdaderamente lo aman?
2. Cuando Jesús se haya ido ¿Qué pedirá al Padre para los que lo aman y cumplan sus
mandamientos?
3. ¿Dónde quedará el Espíritu Santo? ¿Sobre quiénes?
4. Jesús aclara que se va, pero que no quedaremos huérfanos ¿Porqué?
5. ¿Cuál es la relación entre el Padre y Jesús?
6. ¿Qué pasará con el que recibe y cumple los mandamientos?
7. ¿Cómo podemos resumir el amor a Jesús?

MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

1. Jesús habla claro de sus mandamientos y del amor. ¿Cómo vivo yo el amor a Jesús? ¿Cómo lo
manifiesto?
2. ¿Qué significa en mi vida cumplir los mandamientos? ¿Es fácil, hay obstáculos? ¿Qué piensas?
3. ¿Cuáles son los obstáculos en tu propia vida para poder llegar a amar a Jesús de verdad, no con
palabras sino con acciones concretas?
4. ¿Soy consciente que amar es vivir de una manera nueva? ¿Qué al vivir así podré recibir al
Espíritu Santo? Porque el texto es muy claro: el mundo no lo recibe al Espíritu Santo, sino
solamente los que cumplen los mandamientos del amor de Dios.
5. ¿Te has sentido huérfano de Dios alguna vez? ¿Has pensado que Dios te ha abandonado? ¿Qué
significaría esto. Acaso ¿no será que tu incumplimiento de los mandamientos te alejó del Señor?
6. ¿Cómo es mi relación personal con Jesús? ¿Medito su Palabra? ¿Dialogo con Él con frecuencia?
7. ¿Recibo con alegría al Espíritu Santo que me defiende, me cuida, y me recuerda a Jesús y su
amor?
8. ¿Entiendo que si yo amo a Jesús y cumplo sus mandamientos, también el Padre me amará?
9. ¿Estoy atento a todos los frutos y bendiciones del Espíritu Santo en mi vida?

ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora.
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:

Gracias Señor por tu Palabra Salvadora. 
Gracias porque no nos dejas solos.
Queremos permanecer en tu amor.
Señor, sabemos que el amor debe manifestarse claramente en obras.
Muchas veces no cumplimos tus mandamientos de amor, y te pedimos perdón.
Queremos ver con claridad cuál es el camino más correcto para ser tus discípulos.
Queremos sentir tu presencia, y entendemos que esto está directamente relacionado al amor y el
cumplimiento.
Señor queremos ser tus discípulos, a pesar de nuestras faltas.
Mándanos tu Espíritu Santo, que nos consuele y nos haga sentir que no estamos huérfanos.
¡Ven Señor a nuestra vida!
Amén.

CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el
texto?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para
que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

“NO LOS DEJO HUÉRFANOS, VOLVERÉ PARA ESTAR CON USTEDES.”
(versículo 18)

Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.

ACCION: ¿A qué me comprometo?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

Si estoy solo, vuelvo a leer el texto, tratando de hacer énfasis en el contexto en que Jesús dijo estas
palabras. Y como Jesús habla del amor con expresiones, voy a buscar en mi entorno alguna persona que
esté necesitando una palabra de aliento, un gesto de cercanía. Voy a tomar un tiempo en esta semana
para estar con esta persona. Puede ser un enfermo, un anciano, alguien que realmente esté necesitado
de amor. Procuraré con mucha discreción, compartir el texto bíblico y orar con esta persona, pidiendo el
Espíritu Santo.

En el grupo. Es importante destacar la importancia de la relación del discípulo con las obras de amor que
manifiestan a Jesús presente en nuestra comunidad. ¿Qué haremos para mostrar al mundo que Jesús
está presente y somos de verdad sus seguidores? Será importante como siempre organizar como grupo
una visita a un lugar donde haya gente que necesite amor, puede ser un asilo de ancianos, o enfermos
de nuestra comunidad. También hay lugares especiales como orfanatos, u hospitales para llevar la

presencia de Cristo que ama a todos a través de nuestras acciones eclesiales.

miércoles, 14 de mayo de 2014

              TEXTO BIBLICO: Juan 14, 1-12
         «Yo soy el camino, la verdad y la vida»
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de
su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.Amén




14,1: No se inquieten. Crean en Dios y crean en mí. 14,2: En la casa de mi Padre hay muchas
habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho, porque voy a prepararles un lugar.
 14,3: Cuando haya ido y les tenga preparado un lugar, volveré para llevarlos conmigo, para que
donde yo esté, estén también ustedes. 14,4: Ya conocen el camino para ir a donde [yo] voy.
 14,5: Le dice Tomás:
 —Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos conocer el camino? 
  14,6: Le dice Jesús:
 —Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie va al Padre si no es por mí.
 14,7: Si me conocieran a mí, conocerían también al Padre. En realidad, ya lo conocen y lo han visto.
 14,8: Le dice Felipe:
 —Señor, enséñanos al Padre y nos basta.
 14,9: Le responde Jesús:
 —Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes ¿y todavía no me conocen? Quien me ha visto a
mí ha visto al Padre: ¿cómo pides que te enseñe al Padre? 14,10: ¿No crees que yo estoy en el Padre
y el Padre en mí? Las palabras que yo les digo no las digo por mi cuenta; el Padre que está en mí es el
que hace las obras.
 14,11: Créanme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, créanlo por las mismas
obras. 14,12: Les aseguro: quien cree en mí hará las obras que yo hago, e incluso otras mayores,
porque yo voy al Padre;

BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio bíblico del texto.

El evangelista Juan toma un tema muy importante en su teología, que luego se difunde y se universaliza.
Cuando Dios se presentó a Moisés en la zarza ardiente, éste le preguntó su nombre y Dios dijo: YO SOY.
El verbo ser, en magnitud total. Dios es el que es, el viviente por siempre y para siempre. El no creado,
sino fuente de vida para todos los demás. No hace falta conocer tanto de filosofía para darse cuenta que
aún los científicos modernos pueden determinar una fórmula en la que quedan ciegos. El momento ce ro
antes de todo y cuando no había nada. Y de esa “nada” comienza la creación. Este mismo ser, el que no
se puede medir, no se puede pesar, ni comparar con nada de nuestros criterios, es el YO SOY.

Por eso mismo, uniendo esta verdad absoluta de Dios como fuente creadora de todo, y en el YO SOY,
Juan, pone en labios del mismo Jesús esta frase: YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.

Pero para eso, antes dice “crean en Dios y crean en Mí”. Es una insistencia en el creer, que tiene su
razón final en la salvación. Pues el que cree en Jesús, también cree en el Padre que lo envió. Tal vez es
revolucionario para un judío de la época, que veía a un hombre, Jesús de Nazareth, creer que había
salido de Dios y era Dios, cuando Dios es sólo uno (Ver: Deuteronomio 6,4).

Este texto puesto en el tiempo pascual, es para recordarnos que Jesús al subir al Padre, les ofrece a sus
discípulos la confianza que no los abandona, sino que va a prepararles un lugar y que volverá para
llevarlos consigo a la casa del Padre. Es motivo de nuestra esperanza. No estamos solos Él viene
caminando con nosotros en el camino de la Iglesia y vendrá de una manera gloriosa por todos nosotros
en el fin de los tiempos, como dice el texto, en el último día.

Y cuando Jesús dice: YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, es la fórmula de revelación más elevada
del misterio de Cristo. Jesús, es el camino, justamente porque Él es la verdad y en Él reside la vida. La 
 meta por lo tanto no es Jesús como verdad, sino que a través suyo, llegamos al Padre. La función de
Jesús es mediadora, como un camino y puente hacia el Padre, y conociéndolo a Él, permanecemos en la
verdad y en Él tenemos la vida, pero también la vida eterna.
 Puede ser un lenguaje difícil de entender y por eso Felipe insiste que le muestre al Padre, pero para ver
al Padre, es necesario entender la Unión recíproca y sustancial entre el Padre y el Hijo. Conociendo a
Jesús y viviendo con Jesús, hay una mirada hacia la eternidad, por eso Él es el camino. Hay que creer en
Jesús y creerle a Jesús… Si nuestra fe se muestra fuerte, entonces podremos continuar con la obra que Él
nos ha mandado.
 La Iglesia, es la extensión visible de la obra de Jesús, el Cristo, el Mesías, el que es Camino, Verdad y
Vida.

Reconstruimos el texto:

1. ¿Cómo comienza el texto? ¿Qué es lo que dice Jesús a sus discípulos?
2. ¿Cómo compara Jesús a la dimensión de la Eternidad? ¿Qué irá a hacer Jesús?
3. ¿Quién es el discípulo que le dice que no sabe a dónde va?
4. ¿Cuál es la respuesta de Jesús? ¿Qué es lo esencial en el texto?
5. ¿A quién podemos ver si vemos a Jesús? ¿Qué relación tiene Jesús con el Padre?
6. ¿Cómo termina el texto, a qué invita Jesús?

MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

1. Nuestra vida también nos presenta inquietudes ¿podemos distinguir cuáles son las inquietudes
que tenemos? ¿Estas inquietudes serán de alguna manera son por la falta de fe?
2. Muchos creen en Dios, pero no le creen a Dios. Es decir, saber que Dios existe, pero no cumplir
con sus mandatos. ¿Eres tú uno de esos?
3. ¿Qué significan cada una de estas afirmaciones de Jesús: Yo soy el Camino, yo soy la verdad, yo
soy la vida? Cómo puedo distinguirlas y cómo puedo vivirlas?
4. ¿Cómo entiendo esto de que “quien me ve a mí ve a mi Padre”?
5. ¿A qué me invita hoy el Señor?
6. ¿Qué pasa si creo en Jesús y le creo verdaderamente? ¿Qué tipo de obras podré hacer?



ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora.
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:

Gracias Señor por tu Palabra Salvadora.
Gracias por mostrarnos tu unidad con el Padre
Gracias por ser el camino, la verdad y la vida.
Que siempre esté atento a Ti, Señor.
En muchas oportunidades, me cuesta entender que debo dar pasos más grandes para encontrarte.
Señor, no quiero caminar otro camino que no seas Tú.
Señor, no quiero buscar por otros lados verdades a medias que no seas Tú.
Señor, que la vida que Tú me das, mi vida, esté siempre unida a Ti.
Que no busque vidas diferentes a estar contigo Señor.
Amén.

CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el
texto?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
 YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.(versículo 6)

Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.

ACCION: ¿A qué me comprometo?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

Si estoy solo, vuelvo a leer el texto, tratando de hacer énfasis en el contexto en que Jesús dijo estas
palabras. Intento recordar todo el pasaje y sentir que el Señor me lo está diciendo a mí directamente. En
mi vida voy a buscar a alguna persona que por algún motivo yo pueda saber que está fuera del camino, y
me propongo ser un discípulo misionero con esta persona. Visitarla, atenderla, ocuparme de sus
necesidades e ir presentándole a Cristo, Camino, verdad y vida.

En el grupo. Hacer una discusión entre todos de dónde la gente cree que encuentra los caminos, y las
verdades y las formas de vida. Luego, distinguirlas con el Evangelio y hacer un proceso para mostrar a
toda la comunidad cómo es que muchas veces estamos lejos de cumplir la Palabra de Dios. Como 

siempre buscar personas necesitadas para ayudarles a encontrar el camino. No se puede ser cristiano de
balcón, sino en la ruta. 

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