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La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

lunes, 14 de abril de 2014

LECTIO DIVINA Domingo de Resurrección Ciclo A

                     LECTIO DIVINA
          Domingo de Resurrección Ciclo A
               


                             PRIMERA LECTURA: Hechos 10, 34.37-43
                            SALMO RESPONSORIAL: Salmo 117, 1-2.16-17.22-23
                             SEGUNDA LECTURA: Colosenses 3, 1-4

Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de
su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén
 TEXTO BIBLICO: Juan 20, 1-9
«Vio y creyó»


20,1: El primer día de la semana, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena va
al sepulcro y observa que la piedra está retirada del sepulcro. 20,2: Llega corriendo a donde estaban
Simón Pedro y el otro discípulo, el que era muy amigo de Jesús, y les dice:
 —Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.
 20,3: Salió Pedro con el otro discípulo y se dirigieron al sepulcro. 20,4: Corrían los dos juntos; pero el
otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro.20,5: Inclinándose vio las sábanas en
el suelo, pero no entró. 20,6: Después llegó Simón Pedro, que le seguía y entró en el sepulcro.
Observó los lienzos en el suelo 20,7: y el sudario que le había envuelto la cabeza no en el suelo con
los lienzos, sino enrollado en lugar aparte.
 20,8: Entonces entró el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y
creyó. 20,9: Todavía no habían entendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los
muertos.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO


 

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio bíblico del texto.

¡Aleluya! Con estas palabras nos saludamos Cristianamente, especialmente en el día del Señor, el día de
la Resurrección. Aleluia como palabra está en el Antiguo Testamento y viene de dos palabras hebreas,
que su significado es Alaben a Yahveh. O la alabanza es para para Yahveh. Por eso, y de tantas formas,
esta palabra nos refiere a la alegría y regocijo en Dios, pero principalmente en Pascua, es cuando
apropiadamente la usamos.

Este año, el texto del domingo de Pascua es del Evangelio según san Juan. Para el Evangelista, su gran
deseo al escribir es que “nuestra alegría sea completa” (ver el prólogo de Juan y el prólogo de la Primera
Carta de Juan). Pero esta alegría tiene un sentido, no es la alegría que proviene del externo, sino más
bien la alegría que viene de haber visto la luz que vino al mundo y creer en ella. Es un nuevo “estado de
ánimo”, proveniente no del exterior, sino del interior mismo de la persona, que habiendo encontrado un
sentido en su vida, porque Cristo lo ha dado. Es algo similiar cuando uno busca algo y después de mucho
lo encuentra. Así, la humanidad caída, buscaba desesperadamente la salida a esa trampa que había
tendido el demonio y en la que habíamos caído, que es el pecado y su consecuencia, la muerte. Ahora,
la muerte ha sido vencida. Veamos cómo lo relata Juan.

El primer día de la semana. Recordemos que desde el Génesis, en que se van poniendo los días de la
semana, el primer día es el que sigue al “Sabbat” o sea al Día de descanso. Comienza una nueva semana.
Estos días han tenido diferentes nombres. Pero es de saber que se trata después del día de reposo
obligatorio. Jesús es crucificado, muerto y sepultado en el viernes víspera del solemne sábado de
Pascua. Tuvieron tiempo de descender el cuerpo muerto de Jesús y ponerlo en la tumba de José de
Arimatea, ya estaba oscurenciendo, y comenzaba la vigilia del Sabbat. Había que quedarse en casa, no
estaba permitido caminar más de unos pasos ni estaba permitido hacer ninguna labor. Por eso ese día,
el último, todos reposan. Pero no han tenido el tiempo para ungir el cuerpo muerto de Jesús, con los
aceites y perfumes que se acostumbran. Hay que esperar que pase el sábado. Antes que saliera el sol al
día siguiente, salen (aunque Juan nombra sólo a la Magdalena). Y la gran pregunta que tendría en su
mente es cómo iría a correr la piedra… Ella iba a buscar a Jesús muerto, pero no lo encuentra. Corre para
avisar que “se han llevado el cuerpo del Señor” y Pedro y el discípulo amado corren para ver. Aunque
Juan llegó antes, dejó que Pedro entrara primero, vieron las sábanas con que habían envuelto a Jesús, y
el sudario que cubría su cabeza en otro lugar. Cuando entró el discípulo amado, al ver todo esto creyó.
Desde ese momento entendió lo que Jesús durante tanto tiempo les había explicado que según la
Escritura, debía resucitar de entre los muertos.

Vió y creyó son los dos verbos principales donde se centra el pasaje. María todavía no ha creído y la
veremos en el siguiente pasaje llorando mientras busca al Señor. Pedro no dice nada aún. Es Juan, el
discípulo amado, quien por ver, cree. El creer cambia la vida, cambia por completo. Ahora ya no es más
el discípulo de un gran maestro. Es discípulo del Señor muerto y resucitado!!!
Reconstruimos el texto:

1. ¿Qué día de la semana comienza el texto?
2. ¿Quién va a la tumba de Jesús?
3. ¿Qué pasa cuando llega a la tumba? ¿Cuál es la reacción de Magdalena?
4. ¿A quienes va a avisar?
5. ¿Cuáles son las palabras que ella les dice a Pedro y al discípulo amado?
6. ¿Qué hacen los discípulos?
7. ¿Quién llega primero? ¿Qué hace al llegar?
8. ¿Qué vieron dentro de la tumba de Jesús?
9. ¿Qué pasó en el interior del discípulo amado? ¿Cuáles son los dos verbos que usa para
describir su situación?

MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto?

Estamos en el momento más importante de la Historia de la Humanidad. Luego de la
Encarnación, el misterio donde Dios se hace hombre, es ahora luego de la Pasión y Muerte,
cuando Jesús es resucitado por el Padre, como el primero entre todos, quien nos ofrece una nueva
vida a nosotros.

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

1. Muchas veces, en nuestra forma de expresar la religión, nos identificamos más con Jesús
muerto. ¿Buscamos a un Jesús muerto, estático, que no nos pregunte nada, que no nos llame ni
nos invite a nada, sino al que vamos a visitar al cementerio?
2. ¿Hasta qué punto me identifico con la necesidad de ver para creer?
3. Si yo tuviera que hacer un análisis de mi fe. ¿Cuáles serían los resultados? ¿Qué tipo de fe tengo
yo?
4. ¿Es la FE PASCUAL un motivo de alegría, de felicidad que me inunda por completo? ¿Es mi vida
reflejo de esta alegría completa?
5. ¿La fe la vivo a solas o la comparto con otras personas? ¿Cómo hago para ser un mejor discípulo
y atento misionero?

 ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora.
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:

Gracias Señor por tu Palabra Salvadora.
Gracias porque con tu Resurrección das sentido a nuestra vidas
Queremos estar siempre contigo Señor, no te abandonaremos

Nos disponemos a orar con la secuencia pascual que nos pone la liturgia de este día

Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta.
«¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los
ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua. »
Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria santa.

CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el texto?


Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para
que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

Vió y creyó. (versículo 8)

Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.

ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

Si estoy solo,. Te proponemos volver a leer el texto con calma, reposado. Mira las acciones de
Magdalena, de Pedro, del Apóstol amado. ¿Qué voy a hacer para demostrar mi fe pascual? Por lo pronto
es importante que pienses en alguna persona concreta y decidas firmemente compartir tu fe. Visitarla, 

hacer el acto de caridad más grande, ayudarle a encontrar un sentido a su vida con la fe cristiana.
Vencer el miedo del qué dirán… y llegar a ser misionero con esta persona concreta y real.

En el grupo. Comparte con todos los de tu grupo lo que significa una fe pascual. Y te invitamos a que
vayan todos a llevar la Alegría de Cristo Resucitado a personas que están solas, como un asilo de
ancianos, un horfanto, un hospital. Pueden hacer una actividad allí que enseñe nuestra alegría que nace
de la FE en el RESUCITADO.

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