LECTIO DIVINA
Domingo de Resurrección Ciclo A
PRIMERA LECTURA:
Hechos 10, 34.37-43
SALMO RESPONSORIAL:
Salmo 117, 1-2.16-17.22-23
SEGUNDA LECTURA:
Colosenses 3, 1-4
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros
corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra
voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de
su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra
vida y se haga vida en nosotros.
Amén
TEXTO BIBLICO: Juan 20, 1-9
«Vio y
creyó»
20,1: El
primer día de la semana, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, María
Magdalena va
al sepulcro
y observa que la piedra está retirada del sepulcro. 20,2: Llega corriendo a
donde estaban
Simón Pedro
y el otro discípulo, el que era muy amigo de Jesús, y les dice:
—Se han llevado del sepulcro al Señor y no
sabemos dónde lo han puesto.
20,3: Salió Pedro con el otro discípulo y se
dirigieron al sepulcro. 20,4: Corrían los dos juntos; pero el
otro
discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro.20,5: Inclinándose
vio las sábanas en
el suelo,
pero no entró. 20,6: Después llegó Simón Pedro, que le seguía y entró en el
sepulcro.
Observó los
lienzos en el suelo 20,7: y el sudario que le había envuelto la cabeza no en el
suelo con
los lienzos,
sino enrollado en lugar aparte.
20,8: Entonces entró el otro discípulo, el que
había llegado primero al sepulcro; vio y
creyó. 20,9:
Todavía no habían entendido que, según la Escritura, él debía resucitar de
entre los
muertos.
BIBLIA DE
NUESTRO PUEBLO
LECTURA:
¿Qué dice el texto?
Estudio
bíblico del texto.
¡Aleluya!
Con estas palabras nos saludamos Cristianamente, especialmente en el día del
Señor, el día de
la
Resurrección. Aleluia como palabra está en el Antiguo Testamento y viene de dos
palabras hebreas,
que su
significado es Alaben a Yahveh. O la alabanza es para para Yahveh. Por eso, y
de tantas formas,
esta palabra
nos refiere a la alegría y regocijo en Dios, pero principalmente en Pascua, es
cuando
apropiadamente
la usamos.
Este año, el
texto del domingo de Pascua es del Evangelio según san Juan. Para el
Evangelista, su gran
deseo al
escribir es que “nuestra alegría sea completa” (ver el prólogo de Juan y el
prólogo de la Primera
Carta de
Juan). Pero esta alegría tiene un sentido, no es la alegría que proviene del
externo, sino más
bien la alegría
que viene de haber visto la luz que vino al mundo y creer en ella. Es un nuevo
“estado de
ánimo”,
proveniente no del exterior, sino del interior mismo de la persona, que
habiendo encontrado un
sentido en
su vida, porque Cristo lo ha dado. Es algo similiar cuando uno busca algo y
después de mucho
lo
encuentra. Así, la humanidad caída, buscaba desesperadamente la salida a esa
trampa que había
tendido el
demonio y en la que habíamos caído, que es el pecado y su consecuencia, la
muerte. Ahora,
la muerte ha
sido vencida. Veamos cómo lo relata Juan.
El primer
día de la semana. Recordemos que desde el Génesis, en que se van poniendo los
días de la
semana, el
primer día es el que sigue al “Sabbat” o sea al Día de descanso. Comienza una
nueva semana.
Estos días
han tenido diferentes nombres. Pero es de saber que se trata después del día de
reposo
obligatorio.
Jesús es crucificado, muerto y sepultado en el viernes víspera del solemne
sábado de
Pascua.
Tuvieron tiempo de descender el cuerpo muerto de Jesús y ponerlo en la tumba de
José de
Arimatea, ya
estaba oscurenciendo, y comenzaba la vigilia del Sabbat. Había que quedarse en
casa, no
estaba
permitido caminar más de unos pasos ni estaba permitido hacer ninguna labor.
Por eso ese día,
el último,
todos reposan. Pero no han tenido el tiempo para ungir el cuerpo muerto de
Jesús, con los
aceites y
perfumes que se acostumbran. Hay que esperar que pase el sábado. Antes que
saliera el sol al
día
siguiente, salen (aunque Juan nombra sólo a la Magdalena). Y la gran pregunta
que tendría en su
mente es
cómo iría a correr la piedra… Ella iba a buscar a Jesús muerto, pero no lo
encuentra. Corre para
avisar que
“se han llevado el cuerpo del Señor” y Pedro y el discípulo amado corren para
ver. Aunque
Juan llegó
antes, dejó que Pedro entrara primero, vieron las sábanas con que habían
envuelto a Jesús, y
el sudario
que cubría su cabeza en otro lugar. Cuando entró el discípulo amado, al ver
todo esto creyó.
Desde ese
momento entendió lo que Jesús durante tanto tiempo les había explicado que
según la
Escritura,
debía resucitar de entre los muertos.
Vió y creyó
son los dos verbos principales donde se centra el pasaje. María todavía no ha
creído y la
veremos en
el siguiente pasaje llorando mientras busca al Señor. Pedro no dice nada aún.
Es Juan, el
discípulo
amado, quien por ver, cree. El creer cambia la vida, cambia por completo. Ahora
ya no es más
el discípulo
de un gran maestro. Es discípulo del Señor muerto y resucitado!!!
Reconstruimos
el texto:
1. ¿Qué día
de la semana comienza el texto?
2. ¿Quién va
a la tumba de Jesús?
3. ¿Qué pasa
cuando llega a la tumba? ¿Cuál es la reacción de Magdalena?
4. ¿A
quienes va a avisar?
5. ¿Cuáles
son las palabras que ella les dice a Pedro y al discípulo amado?
6. ¿Qué
hacen los discípulos?
7. ¿Quién
llega primero? ¿Qué hace al llegar?
8. ¿Qué
vieron dentro de la tumba de Jesús?
9. ¿Qué pasó
en el interior del discípulo amado? ¿Cuáles son los dos verbos que usa para
describir su
situación?
MEDITACION:
¿Qué me o nos dice el texto?
Estamos en
el momento más importante de la Historia de la Humanidad. Luego de la
Encarnación,
el misterio donde Dios se hace hombre, es ahora luego de la Pasión y Muerte,
cuando Jesús
es resucitado por el Padre, como el primero entre todos, quien nos ofrece una
nueva
vida a
nosotros.
Hagámonos
unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
1. Muchas
veces, en nuestra forma de expresar la religión, nos identificamos más con
Jesús
muerto.
¿Buscamos a un Jesús muerto, estático, que no nos pregunte nada, que no nos
llame ni
nos invite a
nada, sino al que vamos a visitar al cementerio?
2. ¿Hasta
qué punto me identifico con la necesidad de ver para creer?
3. Si yo
tuviera que hacer un análisis de mi fe. ¿Cuáles serían los resultados? ¿Qué
tipo de fe tengo
yo?
4. ¿Es la FE
PASCUAL un motivo de alegría, de felicidad que me inunda por completo? ¿Es mi
vida
reflejo de
esta alegría completa?
5. ¿La fe la
vivo a solas o la comparto con otras personas? ¿Cómo hago para ser un mejor
discípulo
y atento
misionero?
ORACION:
¿Qué le digo o decimos al Señor?
Orar, es
responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora.
Esta Palabra
es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al
Señor:
Gracias
Señor por tu Palabra Salvadora.
Gracias
porque con tu Resurrección das sentido a nuestra vidas
Queremos
estar siempre contigo Señor, no te abandonaremos
Nos
disponemos a orar con la secuencia pascual que nos pone la liturgia de este día
Ofrezcan los
cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua.
Cordero sin
pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.
Lucharon
vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se
levanta.
«¿Qué has
visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba
abandonada, los
ángeles
testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
Venid a
Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua. »
Primicia de
los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no
manda.
Rey
vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria
santa.
CONTEMPLACIÓN:
¿Cómo interiorizo o interiorizamos el texto?
Para el
momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del
Evangelio para
que vaya
entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
Vió y creyó.
(versículo 8)
Y de esta
forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que
venga.
ACCIÓN: ¿A
qué me comprometo?
Debe haber
un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero
cristiano.
Si estoy
solo,. Te proponemos volver a leer el texto con calma, reposado. Mira las
acciones de
Magdalena,
de Pedro, del Apóstol amado. ¿Qué voy a hacer para demostrar mi fe pascual? Por
lo pronto
es
importante que pienses en alguna persona concreta y decidas firmemente
compartir tu fe. Visitarla,
hacer el
acto de caridad más grande, ayudarle a encontrar un sentido a su vida con la fe
cristiana.
Vencer el
miedo del qué dirán… y llegar a ser misionero con esta persona concreta y real.
En el grupo.
Comparte con todos los de tu grupo lo que significa una fe pascual. Y te
invitamos a que
vayan todos
a llevar la Alegría de Cristo Resucitado a personas que están solas, como un
asilo de
ancianos, un
horfanto, un hospital. Pueden hacer una actividad allí que enseñe nuestra
alegría que nace
de la FE en
el RESUCITADO.
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