PRIMERA LECTURA: 1 Reyes 19, 9a11-13a
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 84, 9 -14
SEGUNDA LECTURA: Romanos 9, 1-5
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a
nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra
inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a
través de
su Hijo Jesús, el
Cristo.
Que tu Palabra llegue
a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén
TEXTO BIBLICO: Mateo
14, 22-33
«Hombre de poca fe, ¿Por qué dudaste?»
14,22: Enseguida mandó a los discípulos embarcarse y pasar
antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. 14,23:
Después de despedirla, subió él solo a la montaña a orar.
Al anochecer, todavía estaba allí, solo. 14,24: La barca se
encontraba a buena distancia de la costa, sacudida por las olas, porque tenía
viento contrario.
14,25: Ya muy entrada la noche Jesús se acercó a ellos
caminando sobre el lago. 14,26: Al verlo caminar sobre el lago, los discípulos
comenzaron a temblar y dijeron:
—¡Es un fantasma! Y gritaban de miedo.
14,27: Pero [Jesús] les dijo: —¡Ánimo! Soy yo, no teman. 14,28:
Pedro le contestó:
—Señor, si eres tú, mándame ir por el agua hasta ti.
14,29: —Ven, le dijo Jesús.
Pedro saltó de la barca y comenzó a caminar por el agua
acercándose a Jesús;14,30: pero, al sentir el [fuerte] viento, tuvo miedo,
entonces empezó a hundirse y gritó:
—¡Señor, sálvame!
14,31: Al momento Jesús extendió la mano, lo sostuvo y le
dijo: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
14,32: Cuando subieron a la barca, el viento amainó. 14,33:
Los de la barca se postraron ante él diciendo: —Ciertamente eres Hijo de Dios.
LECTURA: ¿Qué dice el
texto?
Estudio Bíblico.
El episodio que hoy leemos de San Mateo comienza con Jesús
pidiéndoles a los discípulos que crucen
primero a la otra orilla del lago, luego Él despide a la
multitud y se va a orar solo a una montaña. Jesús
siempre se manifiesta como un maestro de oración y sus
acciones importantes están precedidas por la
oración. Ha llegado la noche y aún Jesús está orando. Los
discípulos van en la barca hacia la otra orilla,
pero el texto nos dice que había mucho viento contrario, y
la barca se sacudía mucho. EN LA
Entrada la noche, la barca agitada es vista por los Padres
como una imagen de la Iglesia sacudida por los
tumultuosos acontecimientos de la Historia. Así como Dios
sacó de noche a su pueblo de Egipto, es Jesús
el que viene a liberar en la noche a la Iglesia, con signos
prodigiosos.
Jesús llega hasta la barca, ellos están confundidos, creen
que es un fantasma, se asustan. Y tal vez parte
central del texto es el versículo 27 cuando Jesús dice:
“¡Ánimo! Soy yo, no teman.”
Pedro inmediatamente toma la palabra diciéndole: “Señor, si
eres tú, mándame ir por el agua hasta
ti. Y Jesús contestó: ven.”
Es curioso cómo Pedro, el elegido por el Señor para guiar la
Iglesia, salta de la barca, comienza a
caminar, pero, dice el texto que el viento y las olas le
hicieron tener miedo, y por el miedo comenzó a
hundirse… Entonces una nueva intervención de Jesús,
extendiéndole su mano, levantándolo lo reprende
pues su fe es insuficiente. El miedo fue más fuerte que la
fe y por eso mismo Jesús le dice:
“¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”
Es curioso destacar que ha sido el miedo el que hace dudar a
Pedro. Esto es para una buena reflexión
posterior. Inmediatamente subiendo a la barca, el viento se
aplaca y todos los discípulos que están en la
barca, al ver lo sucedido se postran, es decir hacen una
reverencia y adoran a Jesús. Inmediatamente
dicen una muy clara profesión de fe sobre la persona de
Jesús: “Ciertamente eres Hijo de Dios.” Es la
misma forma de adoración cuando lo encuentran en Galilea,
después de la resurrección y antes de su
ascensión.
Las ideas clave de este texto son:
Jesús dedicado a la oración, los discípulos en la barca,
miedo a la situación con las olas, Jesús viene al
encuentro de sus discípulos, Les dice que no tengan miedo,
porque está con ellos, Pedro pide ir con Él,
pero luego tiene miedo, Jesús insiste que hay que tener fe y
no dudar, los discípulos adoran a Jesús
reconociendo que es el Hijo de Dios.
Reconstruimos el texto:
1. ¿Cómo comienza el texto? ¿Qué les pide Jesús a los
discípulos? Y luego ¿Qué hace?
2. ¿Dónde están los discípulos cuando comienza el viento?
¿qué es lo que sienten?
3. ¿Qué hace Jesús para ir a encontrar a sus discípulos?
4. ¿Qué sienten los discípulos en el mar? ¿Qué les dice
Jesús?
5. ¿Cuál fue la reacción de Pedro? ¿Qué sucedió? ¿Qué le
dijo Jesús?
6. ¿Qué pasó entonces con Pedro en el mar?
7. ¿Qué le recriminó Jesús?
8. ¿Cómo culmina el texto? ¿Qué hicieron los discípulos
MEDITACION: ¿Qué me o
nos dice el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta
Palabra de Salvación:
1. Jesús dedica mucho tiempo a la oración ¿Cuánto tiempo
dedico yo verdaderamente a la
oración?
2. ¿Es la oración la fuente motivadora de mi vida? ¿Tomo en
serio mis momentos de oración? ¿O
estos momentos dejo sólo por si tengo tiempo libre? Es
importante reconocerlo.
3. En la barca de mi vida ¿Cuáles son las olas más fuertes?
¿A las que más miedo le tengo?
4. ¿Entiendo que aún en los peligros más difíciles Jesús
viene a acompañarme?
5. ¿Confundo la presencia Divina de Jesús con otras
presencias? ¿Me doy cuenta cuando Jesús
viene por mí y lo reconozco?
6. Jesús me invita a ir con Él, a pesar de las dificultades:
¿Cuáles son los miedos que me hacen
hundirme? Podría identificarlos.
7. ¿Tengo la humildad necesaria para pedirle al Señor que me
salve? ¿Acudo a Él en los momentos
de necesidad?
8. Jesús recrimina que el miedo es paralizante. ¿Podría en
mi vida distinguir miedo y fe? Te invito a
realizar una tabla donde pongas en dos columnas estos dos
aspectos, para pedirle al Señor que
aumente tu fe.
9. Reconocer que Jesús es el Hijo de Dios es la primera
manifestación del acto de fe. ¿También
expreso públicamente mi fe en Jesús, o sólo es algo privado?
ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos
queriendo escuchar su Palabra Salvadora.
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor:
Gracias Señor por tu Palabra de Salvación.
Siempre vienes a nosotros para redimirnos, para liberarnos,
para ayudarnos.
Señor, tú sabes que el miedo nos paraliza, nos confunde, nos
hunde en nuestros propios océanos y
tempestades.
Ven Señor a nuestra vida, ven a acompañarnos, ven a
liberarnos.
Señor, en la barca de la Iglesia también hay muchas
tempestades. Ponemos todos nuestros miedos
personales y comunitarios ante Ti, Sabemos de antemano tu
respuesta: “¿porqué dudaste?”
Gracias Señor por venir a liberarnos aún en medio de
nuestras dudas. Tú deseas lo mejor para nosotros
Que siempre estemos atentos a Ti, Señor. Que no nos fijemos
en otras cosas.
Ayúdanos a identificar todos los miedos que nos paralizan,
que nos hunden, que nos impiden seguir a tu
encuentro.
Queremos reconocerte como los discípulos, queremos decirte
clara y decididamente que Tú eres el Hijo
de Dios. Permítenos saber cómo adorarte y alabarte, dejando
atrás nuestros ídolos y nuestros miedos.
Gracias Señor por estar con nosotros, por venir a salvarnos.
Amén.
CONTEMPLACION: ¿Cómo
interiorizo o interiorizamos el texto?
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias
veces este versículo del Evangelio para
que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón. Para
eso repetiremos varias veces:
“¡Ánimo! Soy yo, no teman.” (versículo 27)
Para ir introduciendo a nuestra vida, haciendo propio este
proceso de no tener miedo, de decir gracias
Señor y abrir los oídos y el corazón a Jesús que viene a
nuestro encuentro.
ACCION: ¿A qué me
comprometo?
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio,
entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
Si estoy solo, voy a releer el texto deteniéndome en todas
las palabras de Jesús y del diálogo con los
discípulos, tratando de identificarme con cada uno de ellos.
También voy a identificar alguno de mis
temores, por ejemplo el miedo a reconocer públicamente a
Jesús, y sólo mantener una relación
personal e íntima con Dios sin que los demás se den cuenta.
Esto no es bueno, porque Jesús nos pide
que demos testimonio de Él. Como acto proponemos una visita
a alguna persona que tenga alguna duda
de fe, o que esté pasando por un momento importante en su
vida, para acompañarla a orar con ella y
dar así un paso para demostrar ante otros la fe.
En el grupo, hacer un listado de todos los miedos que
tenemos como personas y también como
comunidad. ¿Cómo vencer esos miedos? ¿Cuáles son los más
fuertes y tal vez los que menos
atendemos? Proponerse entonces como grupo, desde estos
miedos, una acción que pueda vencerlos. Y
como siempre, proponerse una actividad con las personas que
más necesitan de nuestra fe demostrada
en hechos, como grupo buscamos los enfermos, los más
desvalidos, los necesitados y proponerse una
acción para ayudarlos demostrando así, que cumplimos con el
Señor y somos fieles a su Palabra
No hay comentarios:
Publicar un comentario