TEXTO
BIBLICO: Mateo 15, 21-28
«¡Señor Socórreme!»
15,21: Desde allí se fue a la región de Tiro y Sidón.
15,22: Una mujer cananea de la zona salió gritando:
—¡Señor, Hijo de
David, ten compasión de mí! Mi hija es atormentada por un demonio.
15,23: Él no respondió una palabra.
Se acercaron los discípulos y le suplicaron.
—Señor, atiéndela,
para que no siga gritando detrás de nosotros.
15,24: Él contestó:
—¡He sido enviado
solamente a las ovejas perdidas de la Casa de Israel!
15,25: Pero ella se acercó y se postró ante él diciendo:
—¡Señor, ayúdame!
15,26: Él respondió:
—No está bien quitar
el pan a los hijos para echárselo a los perritos.
15,27: Ella replicó:
—Es verdad, Señor;
pero también los perritos comen las migajas que caen de la mesa de sus dueños.
15,28: Entonces Jesús le contestó:
—Mujer, ¡qué fe tan
grande tienes! Que se cumplan tus deseos.
Y en aquel momento,
su hija quedó sana.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
1
- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio Bíblico.
San Mateo nos presenta en este texto una síntesis de su
insistencia en el tema de la salvación universal.
Para él es muy importante destacar la gran estima que Jesús
tiene por los pueblos paganos llamados a la
fe. Sin embargo la salvación de los “gentiles”, es decir de
los que no son del pueblo elegido, debe pasar
por el plan de Dios que eligió a Israel para llevar la Buena
noticia de Salvación.
Hay que partir que Mateo dirige su Evangelio a una comunidad
judeo – cristiana, que se pregunta si está
bien compartir el pan Eucarístico con los paganos recién
convertidos al cristianismo que no han
participado en el pueblo de Israel. Desde esta premisa
partimos el estudio del texto.
La mujer viene pidiendo a los gritos a Jesús y lo reconoce
con el título de “Hijo de David”, que su hija
está poseída por un demonio. Y Él no responde.
Los discípulos intervienen no por compasión a sus
necesidades, sino para que ya no siguiera gritando
detrás de ellos, pues parece que les molestaba. Es cuando
Jesús interviene, aparentemente con una
dureza en sus respuestas, que no esperamos del Mesías, pero
leyendo todo el texto en su contexto, nos
damos cuenta que Jesús, está buscando que aflore la fe de
esta mujer.
Aquí vemos entonces cómo la insistencia de la mujer, se
transforma en la humildad de responder a Jesús
que le ha dicho que el pan de los hijos no es bueno dárselo
a los perritos, y ella reconociendo al Hijo de
David, le devuelve la frase diciéndole que aún los perritos
comen de lo que cae de la mesa de los hijos…
Algo célebre, que tal vez sólo la desesperación de una madre
puede llegar a decir.
Jesús alaba a la mujer por su fe y le dice que por creer, su
hija ya está curada del mal que la poseía.
Mateo resalta que la condición para entrar al Reino es una
fe auténtica, que no retrocede ante ninguna
dificultad. La fe es una confianza ciega en que es posible
para Dios, todo lo bueno para el ser humano.
Con su actitud humilde, pero insistente, la mujer extranjera
da testimonio de tener hacia Jesús una
consideración que no han demostrado tener los maestros de la
Ley, ni los habitantes de Nazareth. Es
más ni siquiera sus propios discípulos han demostrado una fe
como ella. Por eso también vemos que la
fe es un don que el Padre Dios ofrece a todos sin distinciones.
Reconstruimos el texto:
1. ¿A qué región se fue Jesús?
2. ¿Quién salió al paso y qué le decía?
3. ¿Cómo era la forma de expresarse?
4. ¿Qué hizo Jesús en un primer momento?
5. ¿Qué le dijeron los discípulos a Jesús? ¿Por qué le
dijeron eso?
6. ¿Cuál fue la contestación de Jesús?
7. ¿Qué dijo entonces la mujer ante la contestación de
Jesús?
8. ¿Qué dijo Jesús ante las palabras de esta mujer
extranjera?
9. ¿Qué pasó con la hija de esta madre?
2
- MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta
Palabra de Salvación:
1. Hoy es muy frecuente intentar de todas maneras de tapar
los problemas que tenemos, incluso
esconderlos y buscar cosas que nos entretengan y nos aíslen
de los mismos. ¿Cómo te mueves
tú frente a las necesidades y problemas? ¿Sales a buscar a
Jesús como primera instancia?
2. ¿Cómo es tu oración de petición a Jesús?
3. ¿Te desanimas si al primer intento no logras lo que
necesitas?
4. ¿Puedes hacer una lista de las cosas que crees que
necesitas? Vuelve a mirar esa lista y
realmente con sinceridad de corazón pregúntate ¿cuáles de
ellas son verdaderamente
necesarias para tu vida de fe? ¿Cuáles son superfluas?
5. La mujer extranjera incluso le dice al Señor desde sus
propias palabras lo que necesita. ¿Tomas
tú la Biblia para buscar todas las promesas del Señor y se
las dices?
6. ¿Es la Palabra de Dios tu fuente principal de oración,
con lo que te nutres diariamente?
7. Si tuvieras que ponerle un porcentaje a tu fe ¿Qué
pondrías tú? ¿Cómo crees que el Señor
evaluaría tu fe?
8. ¿Sabes entonces ahora cómo debes obrar para aumentar la
fe?
9. ¿Te gustaría que el Señor te alabara a ti por tu fe?
¿Entonces qué esperas?
3
- ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos
queriendo escuchar su Palabra Salvadora.
Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor:
Gracias Señor por tu Palabra Salvadora
Gracias por que vienes a mí en este momento de mi vida a
recordarme mi fe
Gracias por alimentar mi fe
Vengo a presentarme hoy ante Ti, para que me ayudes.
Señor, necesito de ti, necesito de tu amor, de tu compasión.
Hay muchas cosas que me entretienen y me
sacan por completo de la dirección que Tú deseas para mí.
Señor, que tenga la fe de esta madre que hoy se nos presenta
en el Evangelio, que sea capaz de salir
detrás de Ti para pedirte me ayudes, me cambies la vida y el
corazón.
Señor, yo creo que Tú, todo lo puedes. Aquí estoy con lo
poquito que tengo. Vengo a que me
transformes.
El milagro que te pido hoy, es que aumentes mi fe, para que
pueda creer en Ti y creerte a Ti.
Quiero ser tu discípulo Señor, quiero seguirte, pero
necesito fe.
Gracias Señor por considerarme hoy y aumentarme la fe.
Amén.
4
- CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o
interiorizamos el texto?
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias
veces este versículo del Evangelio para
que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
¡Qué fe tan grande tienes! Que se cumplan tus deseos.
(Versiculo 28 b)
Y repetimos esta idea para llevar a nuestro interior esas
palabras de Jesús. Así podremos predisponernos
para aumentar la fe.
5
- ACCION: ¿A qué me comprometo?
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio,
entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
Si estoy solo, hacer un repaso lento de esta lectura tan
importante del Evangelio, viendo si me identifico
con alguno de estos personajes. Pero ver la forma en que
puedo parecerme a la mujer extranjera para
pedir a Jesús que me asista. Preparar una lista de las
necesidades espirituales más importantes y
hacerse una propuesta de insistirle a Jesús que me ayude,
especialmente en mi fe. Orar de tal manera
que puedan los demás notar un cambio en mi vida. Y
externamente busca a alguna persona amiga o
conocida que necesite una palabra de aliento, un gesto
oportuno y que le ayudes con tu testimonio a
encontrar a Jesús y su fe en Él.
En el grupo, hagan una discusión de todo lo que nos impide
creer de verdad en estos días. Cuáles son los
verdaderos obstáculos que tenemos que nos apartan de la fe.
Y hacer una propuesta grupal de poder
enfrentar alguno de esos obstáculos. Como siempre iremos
como grupo durante esta semana a visitar a
personas que lo necesiten. Puede ser una familia que
necesita ayuda en la casa, o cuidando niños o
enfermos, o personas ancianas. Sería importante si visitan
ancianos que ellos también les den sus
opiniones de cómo mantenerse en la fe, pues son estas personas
las que tienen la sabiduría.
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