Material Asamblea 2010 P.D.M

Material Asamblea 2010  P.D.M
Material Asamblea 2010 P.D.M Haz clic ne la imagen para entrar

La Lectio Divina Dominical Domingo 14 de Septiembre de 2014 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -

La Lectio Divina Dominical   Domingo 14 de Septiembre de 2014  Domingo XXIV del Tiempo Ordinario -
TEXTO BIBLICO Mateo 18, 21 - 35 Dale click en la imagen

lunes, 22 de septiembre de 2014

LECTIO DIVINA XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

                              PARA ESTE DOMINGO 28 DE SEP  14

MOMENTOS                      LECTIO DIVINA DOMINICAL
PRIMERO
La Palabra esperada. (Preparación) - Introducción a la Palabra - Estoy a la espera de la Palabra de Hoy - Me pongo a la escucha - Disposición interior – Silencio
El peligro de creerse bueno
Mt 21,28-32
Como tantas veces, también hoy Jesús arremete contra los fariseos, contra ese fariseo que hay dentro de cada uno de nosotros, para quienes se proclama el evangelio: “los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él”, es decir, los publicanos y las prostitutas nos llevan la delantera en el camino del Reino de Dios”.
Los fariseos no se convirtieron ante la predicación de Jesús porque se creían buenos, porque “cumplían” con la Ley; por eso no necesitaban de Jesucristo. También es ese nuestro peligro: creernos buenos, sentirnos satisfechos de nosotros mismos, cuando la realidad es que estamos muy lejos de ser lo que Dios quiere que seamos. Hemos de huir como de la peste de pensar que ya hemos hecho bastante. El amor de Dios y de los hermanos no conoce límites y el que ha entrado por los caminos del Reino reconoce que tiene un horizonte inmenso por recorrer, tan amplio como la inmensidad de Dios.
Lo que Jesús alaba en los publicanos y prostitutas no es su pecado, sino que han sabido reconocer su pecado y cambiar para entregarse del todo a Dios. En cambio, el fariseo al creerse bueno, se queda encerrado en su mezquindad sin recibir a Cristo. Todos tenemos el peligro de quedarnos en las buenas palabras – como el segundo hijo de la parábola –, sin entregarnos en realidad al amor del Padre y a su voluntad y rechazando en el fondo a Cristo.  (FGD)
ACTO PENITENCIAL
·   Tú, que esperas que nos convirtamos. Señor, ten piedad.
·   Tú, que nos das tu perdón y tu fuerza. Cristo, ten piedad.
·   Tú, que con tu palabra nos conduces a la vida. Señor, te piedad.
SEGUNDO
La Palabra escuchada. (Lectura) - Lectura del Evangelio, leo el texto con atención. Sigo en texto
EVANGELIO Mt 21, 28-32
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a los sumos sacerdotes ya los ancianos del pueblo: “¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: “Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña”. El respondió: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y éste le respondió: “Voy, Señor”, pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?” “El primero”, le respondieron. Jesús les dijo: “Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él”.
Palabra del Señor
TERCERO
La Palabra comprendida - Significado de la Palabra.

“Aceptar la voluntad del padre”
Mt 21, 28-32

1.      HIJO, QUIERO QUE HOY VAYAS A TRABAJAR A MI VIÑA.
El Señor nos pide con el corazón, que trabajemos en su viña, que trabajemos por el bien nuestro y por el bien de los demás, y esta esperando nuestra respuesta, esa es su voluntad.
Pero sucede, que muchas veces no nos sentimos llamados y preferimos hacer lo que a nosotros no parezca mejor y no lo que Dios quiere. En otra, le decimos “Si” al Señor, pero solo lo hacemos para congraciarnos, como cuando le decimos a alguien, no te preocupes, que lo haré sabiendo que solo son palabras. Pero el Señor nos pide hechos y no palabras. Bien cae en este fragmento del Evangelio el refrán “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”.
De esto se desprende que el Señor habló en esta parábola a aquéllos que ofrecen poco o nada, pero que lo manifiestan con sus acciones, y en contra de aquéllos que ofrecen mucho y que nada hacen de lo que ofrecen.
2.      ¿QUÉ LES PARECE?
En esta sencilla parábola, en la cual Jesús nos pregunta primero “¿Qué les parece?, esto es, que opinamos del comportamiento de los dos hijos, hagamos cuenta que el padre es nuestro Buen Padre Dios, que nos pide compromiso y nos pide que trabajemos para El. Dios quiere salvarnos y nos da una oportunidad. Pero nos esta señalando que lo que verdaderamente importa para salvarse, no son las palabras, no son la promesas de buena crianza, no son las palabras bonitas, sino que las obras reales que podamos conseguir. Sabemos que el mundo esta lleno de buenos propósitos y magníficos discursos, pero muy escaso de llevar a la practica los hermosos sentimientos que se propone.
3.      ¿CUÁL DE LOS DOS CUMPLIÓ LA VOLUNTAD DE SU PADRE?
La segunda pregunta que nos hace Jesús es ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre? Cumplen la voluntad del Padre, aquellos que se les propuso trabajar para su salvación y lo hicieron de verdad, no los que hicieron falsas promesas. Esto es como cuando caemos en falta, concientes de hemos hecho mal, habiendo oído el llamado a la buena vida por el Señor, y luego en nuestro interior brota el dolor de la desobediencia, nos arrepentimos, hacemos penitencia y enmendamos el rumbo. Esto es hacer la voluntad que nos señala Jesús en este Evangelio. Y no hacer la voluntad es mentirle a Dios, diciendo “Si Señor” sabiendo que no haremos lo que El quiere. En otras palabras, más vale no ofrecer a Dios obrar bien y hacerlo, que ofrecérselo y mentir.
4.      LES ASEGURO QUE LOS PUBLICANOS Y LAS PROSTITUTAS LLEGAN ANTES QUE USTEDES AL REINO DE DIOS
El Señor les recuerda en sus conciencias a los sumos sacerdotes y a los ancianos, que el pueblo judío respondió a Moisés: "Haremos todo lo que nos mande el Señor" (Ex 24,3), pero luego le mintieron a Dios, reprensado en esta parábola por el segundo hijo. Sin embargo no pueden dejar de admitir esto, cuando reconocen que el primero hijo hizo la voluntad de Dios, que en esta parábola representa a los gentiles.
Entonces en forma dura, Jesús les dijo a los judíos: “Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios”
En efecto, Jesús nos presenta como los publicanos, que eran pecadores, al igual que las hijas del placer carnal, primero habían rechazado la invitación de caminar al Reino de Dios, pero luego, a oír el llamado de salvación, cambiaron el rumbo y enmendaron su mala vida, este cambio los hace digno de entrar al reino.
Sin embargo, ellos, el pueblo de Dios, que se decían hombres fieles, rechazan la palabra de Jesús, entonces el señor les afirma: En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él.
5.      NO PORQUE UNA PERSONA HAYA SIDO PECADORA, NO SE PUEDE SALVAR
Pero los fariseos, no solamente no creyeron en Juan, ni siquiera le hicieron caso. Pero Jesús sabe, Juan vino por el camino de la justicia, y lo hizo de una manera evidente, y mantuvo un trato respetable, con una actitud que conmovía los corazones de los pecadores, y que su palabra transformó corazones indómitos, por eso les dice: Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él”.
Aprendemos de esta enseñanza, que no porque una persona haya sido pecadora, no se puede salvar, nos enseña Jesús, que el arrepentimiento, nos hace más aptos para entrar al Reino, nos aclara Jesús, como muchas veces sucede que resultan ser mejores aquellos hijos que vuelven arrepentido que los arrogantes que piensan que sirven a Dios porque se golpean el pecho, pero su soberbia no les permite reconocer sus faltas.
6.      ESTAR DISPUESTOS A ACEPTAR LA VOLUNTAD DEL PADRE,
Así es como el ejemplo del primer hijo, nos debe hacer meditar en como debemos tratar de purificar nuestro corazón, como reconocer nuestros pecados y corregirlos y como poner orden en nuestra vida. También nos invita a cuidar nuestros pensamientos, además de regularlos. Del mismo modo a preguntarnos lo que espera Dios de nosotros. Jesús ha advertido a sus discípulos; “No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos” (Mt 7,2 1-23). También nos ha dicho el Señor: “Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la Practican” (Lc 11, 28)
Pero la mayor invitación, es estar dispuestos a aceptar la voluntad del Padre, y al mismo tiempo pedirle fuerzas, para no flaquear en el deseo de cumplir nuestro compromiso con El. Así de esta forma darle valor a nuestro corazón, para que no huya de su deber cristiano, por tanto no dejemos de rezar como en el salmo (142, 10) “Enséñame a cumplir tu voluntad, ya que tú eres mi Dios. Tu espíritu, que es bueno, me guíe por tierra llana”
Cristo Jesús viva en sus corazones
CUARTO
Meditación - Mi Palabra responde a la Palabra. (Oración)  - Se inicia mi diálogo con la Palabra: Oro el texto, brota viva la oración.
MEDITACION
“PERO USTEDES, NI SIQUIERA AL VER ESTE EJEMPLO, SE HAN ARREPENTIDO NI HAN CREÍDO EN ÉL”.
La referencia básica de la lectura es el arrepentimiento, la conversión del corazón. “Arrepentirse para creer”. Jesús nos habla invirtiendo intencionadamente el orden de los verbos, por que no basta sólo “creer para arrepentirse”. Arrepentirse para creer consiste, ante todo, en no considerarse ni justos, ni rectos, ni santos. Ni tampoco pensar que por observar tal o cual ley no somos como el resto de los hombres que no la observan.
Tener conciencia de ser pecadores nos pone en actitud de conversión. Creernos justos nos impide encauzar los pasos por el camino de la conversión. Quien nos hace justos, rectos y santos es sólo Dios (la parábola del fariseo y del publicano de Lc 18,9-14 no deja lugar a dudas ni a equívocos). Arrepentirse para creer consiste en no ser nosotros quienes determinemos qué es bueno o malo, justo o injusto, recto o torcido, santo o profano, sino el Señor.
El discurso de Ezequiel, (Ez 18, 24-28) entre Dios e Israel, arranca con un interrogante: “¿Acaso no es justo mi proceder? ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es correcto?” Es lícito -y necesario- preguntarse: ¿Qué sabe Israel de “rectitud”? La respuesta sólo la puede dar Dios: la iniquidad es causa de muerte; la justicia y la rectitud son causa de vida. Pasar de la iniquidad a la justicia y a la rectitud es pasar de la muerte a la vida. “Y cuando el malvado se aparta del mal que ha cometido, para practicar el derecho y la justicia, él mismo preserva su vida”. ¿Quién determina este paso? Dios
ORACION
Concédeme, benignísimo Jesús, tu gracia para que esté conmigo, y obre conmigo, y persevere conmigo hasta el fin.
Dame que desee y quiera siempre lo que te es más acepto y agradable a ti.
Tu voluntad sea la mía, y mi voluntad siga siempre la tuya y se conforme en todo con ella.
Tenga yo un querer y no querer contigo, y no pueda querer y no querer, sino lo que tú quieres y no quieres.
Dame, Señor, que muera a todo lo que hay en el mundo, y dame que desee por ti ser despreciado y olvidado en este siglo.
Dame, sobre todo, lo que se puede desear, descansar en Ti y aquietar mi corazón en ti.
Tú eres la verdadera paz del corazón, tú el único descanso; fuera de ti todas las cosas son molestas e inquietas.
En esta paz permanente, esto es, en ti, sumo y eterno Bien, dormiré y descansaré. Amén (Tomás de Kempis, La imitación de Cristo, 111,15,3).
LA TAREA PERSONAL
QUINTO
La Palabra encarnada - Epifanía, Ante la manifestación de Dios, me postro, adoro - Silencio ante la Palabra  - Contemplación
CONTEMPLACION
Dios omnipotente y eterno, señor del universo, creador y dueño de todas las cosas, tú, por obra de Cristo, has hecho del hombre el esplendor del mundo, le has entregado la ley natural y la escrita para que viva ordinariamente como ser dotado de razón, y, cuando peca, le propones como norma tu bondad para que se arrepienta, dirige tu mirada a quienes con su vida se desvían de ti, porque tú no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta, de modo que se aparte del camino de la perdición y viva.
Tú que has aceptado el arrepentimiento de los habitantes de Nínive, tú que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, tú que has abrazado con cariño paternal al hijo que dilapidó disolutamente los bienes y volvió arrepentido, acoge también ahora la penitencia de quienes te suplican, para que nadie peque en tu presencia: si te fijas en nuestras iniquidades, Señor, Señor, ¿quién podrá resistir? Que agradable es estar en tu presencia.
Devuélvele a la Iglesia la dignidad y la condición primera, por intercesión de Cristo, Dios y salvador nuestro, a ti la gloria y el honor con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén («Constituciones de los apóstoles», VIII, 9, en 5. Pricoco - M. Simonetti [eds.], La preghiera dei cristiani, Milán 2000, 125).
SEXTO
La Palabra confrontada – Discernimiento - Prolongo la escucha - discierno. Analizo - Distingo cuál es la voluntad de Dios.
SEPTIMO
La Palabra compartida – Intercomunicación - Aprecio con otros mi respuesta a la Palabra - Diálogo con los hermanos.
OCTAVO
La Palabra en acción – Respuesta - La Palabra da frutos. Se cumple, se realiza. -Vida, Testimonio – Anuncio -Compromiso.
“Señor, ten piedad de mí” (Mt 15,21).

LECTURA ESPIRITUAL

Mi Dios, en mí se enfrentan dos hombres en cruenta batalla. Uno, lleno de amor, seguirte fielmente ansía. Mas el otro, rebelde a tu deseo, contra tu ley estalla. El primero siempre vuelto al cielo me dispone, inclinado a los bienes eternos, de los terrenales despreocupado. El segundo me curva hacia la tierra con su funesto peso. Infeliz, si conmigo peleo, ¿cuándo alcanzaré la paz?
Quiero el bien, lo sé, y no lo hago. Lo quiero, y he aquí la miseria, aquello que amo no lo hago, y el mal que no amo sí lo hago, ¡qué horror! ¡Oh gracia, resplandor salvador, ven y ponme de acuerdo! Domina con tu dulzura a este hombre que tanto te contraría. (J. Racine, Preghiere dell ‘umanitó, Brescia 1993,46).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Circulos Biblicos

Circulos Biblicos
Nuestra . Sra . del Rosario de Fatima Parroquia

ARQUIDIOCESIS